¿Cómo sé si tengo una enfermedad psicosomática?

Los trastornos psicosomáticos marcan su pauta a través del dolor y de diversas manifestaciones a las cuales no se les encuentra alguna evidencia en estudios de sangre, orina o en imágenes. Los ejemplos de molestias más comunes son: Dolores en los músculos, dolor de espalda y otras regiones a lo que se llama fibromialgia, sensación de agotamiento, dolores y trastornos digestivos con o sin estreñimiento, por mencionar los más frecuentes.

Y factores que de alguna forma pueden desencadenar o empeorar los síntomas psicosomáticos, los encontramos dentro del amplio universo que es nuestra mente: estrés, emociones negativas, conflictos, discusiones, exceso de trabajo (o falta), pérdida de un ser querido, preocupaciones diversas, enfado permanente y otros.

La siguiente lista de síntomas y su porcentaje relaciona los factores mencionados previamente y nos muestra la alta frecuencia de estos trastornos, de ahí la responsabilidad que tenemos los médicos clínicos de conocer estos hechos con el fin de ofrecer una mejor atención a nuestros pacientes:

Náuseas, gases o indigestión: 67%, dolores de cabeza: 65%, Mareos: 57%, estreñimiento, retortijones o diarrea: 54%, taquicardias o aceleración del ritmo cardíaco: 54%, dolor de espalda: 51%; dolores en piernas, brazos, articulaciones o caderas: 49%, dolor de pecho: 47%, dolor de estómago: 45%, sensación de falta de aire: 23%, dolor o problemas en las relaciones sexuales: 14%, desmayos: 4%.

Los pacientes con síntomas psicosomáticos son los más frecuentes en cualquier especialidad de medicina. Continuamos con el ejemplo de un caso psicosomático.

Pregunta: Doctor, mi médico que ya está consciente de que mi problema puede ser psicosomático, me solicitó un perfil tiroideo, para descartar mi ansiedad de la tiroides.

Respuesta: Me parece bien, pero seguramente, con los datos que me has proporcionado, preveo que el resultado de la función tiroidea será normal, me lo puedes enviar en caso de que lo consideres necesario. Se está abusando mucho con los estudios de laboratorio.

Pregunta: Usted que piensa de aceite de CBD y del dióxido de cloro. Mil gracias, muy agradecido por sus palabras. Siempre me da calma.

Respuesta: Mmmm… el dióxido de cloro es muy bueno como antiséptico y para potabilizar el agua y sanear albercas. Respecto al aceite CBD, revisé que es aceite de cannabidiol, recetado se considera un medicamento anticonvulsivo eficaz. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar otros beneficios y la seguridad del cannabidiol.

El cannabidiol es una sustancia química que se encuentra en la mariguana. Esta sustancia no contiene tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente psicoactivo que se encuentra en la mariguana y que produce un colocón (locochón). La formulación habitual del cannabidiol es aceite, pero este producto también se vende como un extracto, un líquido vaporizado y una cápsula a base de aceite. Los alimentos, las bebidas y los productos de belleza se encuentran entre muchos de los productos con infusión de cannabidiol disponibles en línea.

Actualmente, el único producto de cannabidiol aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos es un aceite recetado llamado Epidiolex. Está aprobado para tratar dos tipos de epilepsia. Además de Epidiolex, las leyes estatales sobre el uso del cannabidiol varían. Aunque el cannabidiol se estudia como tratamiento para una amplia gama de afecciones, como la enfermedad de Parkinson, la esquizofrenia, la diabetes, la esclerosis múltiple y la ansiedad, la investigación que respalda los beneficios del fármaco aún es limitada.

El uso del cannabidiol también conlleva algunos riesgos. Aunque con frecuencia se tolera bien, el cannabidiol puede causar efectos secundarios, como sequedad en la boca, diarrea, disminución del apetito, somnolencia y fatiga. El cannabidiol también puede interactuar con otros medicamentos que estés tomando, como los anticoagulantes.

Otro motivo de preocupación es la falta de fiabilidad de la pureza y la dosis del cannabidiol en los productos. Un estudio reciente de 84 productos de cannabidiol comprados en línea demostró que más de un cuarto de los productos contenían menos cannabidiol que lo que figuraba en la etiqueta. Además, en 18 productos se encontró tetrahidrocannabinol, que causa los brotes de psicosis.

Si planeas usar productos que contengan cannabidiol, habla con tu médico y revisa el siguiente enlace.

https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/consumer-health/expert-answers/is-cbd-safe-and-effective/faq-20446700.

En la mayoría de los casos, los pacientes recurren a preparados artesanales que no han sido manufacturados con buenas prácticas, de dudosa composición, que no cumplen con los estándares de calidad, eficacia y seguridad requeridos para su aprobación y autorización como medicamento por las agencias regulatorias. Se trata de un problema a nivel global, del cual nuestro país no queda exento.

https://www4.hcdn.gob.ar/archivos/observatorio-ocal/informes/Cannabis_med.pdf

Con base en la evidencia reportada, el uso terapéutico del cannabis y sus derivados ha sido autorizado por distintos sistemas de salud del mundo para diferentes indicaciones terapéuticas, resultando en algunos casos más restrictivos y en otros más amplios. Su uso terapéutico ha sido aprobado para el tratamiento de náuseas y vómitos asociados a quimioterapia contra el cáncer, pérdida de apetito en pacientes con SIDA, espasticidad por esclerosis múltiple y ciertos tipos de epilepsia resistente al tratamiento habitual. Su uso está recomendado en el tratamiento del dolor neuropático, incluido el asociado a quimioterapia. Para otras dolencias de la salud humana es muy reducido aún el nivel de pruebas rigurosas basadas en ensayos clínicos. No tengo experiencia con la terapia de la mariguana, pero es bien sabido para que se ha usado, ten cuidado, el aceite de CBD es un nombre usado para «dorar la píldora» o para disfrazar al diablo.

Lea Yatrogenia

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Veracruzana (1964-1968). En 1971, hizo un año de residencia en medicina interna en la clínica del IMSS de Torreón, Coahuila. Residencia en medicina interna en el Centro Médico Nacional del IMSS (1972-1974). Por diez años trabajó como médico internista en la clínica del IMSS en Poza Rica Veracruz (1975-1985). Lleva treinta y siete años de consulta privada en medicina interna (1975 a la fecha). Es colaborador del periódico La Opinión de Poza Rica con la columna Yatrogenia (daños provocados por el médico), de opinión médica y de orientación al público, publicada tres veces por semana desde 1986.

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