¿Cuánto tiempo?

Desde el inicio de la pandemia, en los distintos medios de comunicación, periódicos, televisión y redes sociales se han publicado o transmitido análisis, artículos y hasta memes sobre las estrategias adoptadas por diferentes países, para enfrentar la pandemia de COVID-19 y los resultados de éstas en términos de efectividad, para detener el avance e, incluso, remontar el contagio. Esto y el trabajo diario ya sea dentro o fuera de casa nos han absorbido en tiempo.

¿Cuánto tiempo se pone a fuego lento los tamales? ¿Cuánto tiempo te dedicas a ti en el día? No queremos sonar a columna motivacional. Pero la cultura y el bienestar son amigas, aunque usted no lo crea. Y son grandes aliadas en estos tiempos en este agitado mundo. La mayoría de personas, debido a sus ocupaciones o empleos, sus familias y alguna que otra actividad «extracurricular» llega a pensar que no tienen tiempo para sí mismos, que ese libro en el buró ya es más adorno que buena literatura.

Incluso, nos encontramos con personas que pueden llegar a sentirse culpables por dedicarse algo de tiempo a solas, y no me refiero a nada «indebido». El hecho de que nos dediquemos tiempo a nosotros mismos, al parecer, no es bien visto ante los ojos de la sociedad, y menos cuando se analiza en términos de productividad. Pero es justo y necesario ¿Cómo empezaremos a escribir esa novela si no nos damos tiempo de sentarnos a teclear?

La gente se ha olvidado de la importancia que tiene el hecho de detenerse, respirar, reflexionar, pensar sobre las situaciones, admirar una pintura y conversar en silencio con el yo interno, construir algo con la plastilina del ahijado, ver esa película que está en las más vistas en Netflix, etc.

Curiosamente, muchas personas realizan actividades que se supone deberían hacerlas a solas con la compañía de los demás, y el efecto se acentúa si le sumamos a la ecuación, cuestiones como la tecnología, quienes leen libros hoy en su computador o celular, también están chateando y revisando el correo al mismo tiempo. Está bien compartir lo que hacemos, pero démonos espacio para nosotros mismos.

De acuerdo con Geertz (1973), la cultura es la trama de referencias que permiten la comunicación, la transmisión del conocimiento y orientan el actuar de los individuos en la sociedad, es también el filtro que nos permite decodificar la información y convertirla, eventualmente, en conocimiento que oriente nuestra manera de reaccionar ante nuevos acontecimientos.

¿Cuánto tiempo se pone a fuego lento los tamales? ¿Cuánto tiempo vas a dedicar a ti? Busquemos en la cultura una aliada, que nos permita comunicar como nos sentimos, compartir los conocimientos adquiridos ¡Claro! Después de disfrutarlo en solitario.

Promotor cultural.

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