Derechos Humanos en México, una gran odisea

El arma más potente en manos del opresor, es la mente del oprimido

Steve Biko

Los derechos humanos surgieron a partir de una idea, que más que práctica, se acercaba a una utopía, para tener un proyecto de sociedad mejor. Sabemos que muchas veces se difuminan, y suelen ser conceptos impotentes o carentes de efectividad desde el punto de vista de la práctica.

Desde hace algunas décadas, algunos hablaban de la inexistencia de las condiciones históricas necesarias para que estos conceptos funcionen o bien, porque siendo legítimos sus fines, los medios o las personas a las que se recurre para su realización son —o fueron— inadecuados e ineficaces. Quizá, a estos conceptos les falta la madurez teórica necesaria porque muchas de las condiciones históricas ya suceden desde hace tiempo.

¿Qué son los derechos humanos? Los derechos del hombre se han elaborado por teorías discutidas por filósofos, teólogos y juristas; la doctrina de los derechos del hombre puede ser considerada la racionalización póstuma del estado de cosas, al que ha llevado, especialmente en Inglaterra, muchos siglos antes a la lucha entre la monarquía y las demás fuerzas sociales, concluida con la concesión de la Carta Magna por parte de Juan sin Tierra, donde las facultades y poderes serán llamados en los siglos posteriores «derechos del hombre».

El hecho de mencionar la palabra derecho nos obliga a pensar en su opuesto, obligación. Estas nociones traducidas en realidades convenientes nos llevan a los derechos humanos, nos habla por naturaleza propia de la conformación de una comunidad, de la composición de una sociedad, de la constitución de un Estado y precisamente, su orden básico derecho-obligación.

En la actualidad, hablar de derechos humanos supone hablar de modernidad, de diversidad, de multiplicidad y de características que parecen ser tópicos de moda; se dice que esto es lo que define hoy al mundo globalizado después del universo bipolar que se vivía posterior a la segunda guerra mundial.

Actualmente, los riesgos que deben tomar en cuenta las nuevas generaciones sobre los derechos humanos son fundamentalmente la pobreza masiva y la vulnerabilidad de las personas de caer en pobreza, debido a gastos catastróficos en salud, o por la pérdida de un jefe o jefa de familia, la ausencia de políticas de cuidado de la salud, la violencia, la desprotección jurídica e institucional, la discriminación, el cambio climático… estos nuevos riesgos deben ser parte prioritaria de una agenda de derechos humanos.

Los derechos humanos establecen reglas mínimas de convivencia, que son el resultado de una superación de conflictos y que aspiran alcanzar una cooperación, a través del consenso que éste supone, la libre aceptación de principios para justificar acciones y actitudes. Más que moral, en terrenos prácticos podemos hablar de una autonomía personal.

Antes de partir a problemas sociales de índole imperativo debemos esclarecer y sembrar la libertad personal. Este principio es distintivo de la concepción liberal de la sociedad.

Aguascalientes, 1982. Cursó sus estudios de Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Coahuila, posteriormente hizo sus estudios de maestría en Gobierno y Gestión Pública en la Universidad Complutense de Madrid. Labora en la administración pública estatal desde el año 2005. Es maestro de Teoría Política en la Facultad de Economía de la UA de C desde el año 2009. Ha sido observador electoral de la Organización de los Estados Americanos en misiones para Sudamérica, en la que participa como miembro de observadores para temas electorales.

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