El centenario de un sociólogo revolucionario

El doctor en sociología Pablo González Casanova cumplió 100 años de vida y es conocido como el más importante Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en ese centenario y el único de izquierda en esa universidad, que es la más antigua de este continente.

Don Pablo ejerció el cargo sólo por dos años y seis meses, y en ese tiempo comenzó un cambio que pudo haber hecho de la UNAM la vanguardia ética y académica de América Latina, pero el Gobierno del entonces, el presidente Luis Echeverría Álvarez emprendió todo un ciclo de acoso político para destituirlo del cargo, lo cual logró después de dos años, para instalar al grupo de científicos conservadores que gobiernan hasta ahora la UNAM.

Don Pablo llega a su centenario dedicando su vida a construir instituciones educativas y culturales de excelencia y promover investigaciones colectivas de gran importancia. Siempre como académico ha participado en las luchas del pueblo mexicano. Como invitado especial, participó en la Convención Nacional Democrática convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en la Selva Lacandona,  e intervino activamente en las marchas en defensa de la autonomía universitaria y los derechos del estudiantado y contra la represión gubernamental de 1968.

Bajo su breve rectorado, creó los Colegios de Ciencias y Humanidades, un innovador bachillerato y el sistema de Universidad Abierta. Contra viento y marea, ambas creaciones suyas siguen en pie. Bajo el asedio de las fuerzas políticas conservadoras, don Pablo renunció y fue sucedido por el médico Guillermo Soberón Acevedo, con quien comienza una dinastía que hasta hoy gobierna la UNAM.

González Casanova se dedicó a promover la investigación académica con la colección La clase obrera en la historia de México, publicada en 1986 por Siglo XXI. Dejó huella en la creación de la Carrera de Sociología y en la renovación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, además, fue parte fundamental al conformar la máxima expresión intelectual de la izquierda crítica mexicana contemporánea de 2018; a sus 96 años se convierte en el comandante Pablo Contreras, del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, de la Comandancia General del EZLN.

Don Pablo es un intelectual que escudriña y escruta, toma partido siempre a favor de las clases sociales explotadas, de los más pobres, su propósito es facilitar la comprensión de cómo opera el capitalismo, el colonialismo interno, las relaciones sociales de explotación. La ética, dignidad, justicia social y el socialismo son conceptos que usa como armas para ganar la lucha teórica y política; tiene al menos nueve textos que van en esa dirección en sus obras, las palabras son herramientas en contra del capitalismo depredador y opresor.

Siempre nadando a contracorriente, su saber es un continuo batallar para romper las máscaras del poder hegemónico capitalista, mostrando las miserias de las élites dominantes, desnudando su poder.

Sus ideas son fértiles porque se alimentan del amor y las luchas sociales, su pensamiento está cimentado en la experiencia y sabiduría de los pueblos originarios y los de las clases trabajadoras.

El funcionario universitario y luchador social es un incansable promotor de la paz en el mundo, un firme impulsor del diálogo y la negociación para solucionar conflictos, un científico social que ha abierto enormes espacios para asomarse y comprender la sociedad latinoamericana y los cambios en el mundo, discípulo dilecto de Alfonso Reyes, alumno en París de Fernand Braudel, Jean Hyppolyte y Georges Gurtvitch.

Doctor González Casanova: los mexicanos somos muy afortunados de contar con su sabiduría sociológica, esperamos seguir teniendo por mucho tiempo sus aportaciones, México le necesita.

El NO a la cumbre

El presidente Andrés Manuel López Obrador puso al imperio gringo en vilo al rechazar la discriminación hacia algunos presidentes de Latinoamérica non gratos al que fuera el soberano del mundo; pero ¡Cómo se atreve!, clamaron las élites políticas de las naciones del primer mundo… pues atreviéndose.

Cuando Biden anunció que no aceptarían en la 9ª Cumbre de Las Américas a Cuba, Venezuela ni a Nicaragua, AMLO declaró que de ser así, él no acudiría. Dijo NO a la exclusión política, y la mentada Cumbre comenzó en Los Ángeles, California, con la representación de México por parte del canciller Marcelo Ebrard.

El presidente hizo énfasis en la falta de respeto a la soberanía de las naciones y en la necesidad de que La Cumbre contara con la presencia de todos los países del continente. Su propuesta es propositiva y con su ausencia ratificó su repudio a la pretensión de Biden de seguir inmiscuyéndose en los asuntos de los países latinoamericanos. Sin embargo, AMLO se reunirá con su homólogo Joe Biden en Washington en julio próximo.

¿Por qué no estuvo en la Cumbre de Las Américas? Como ya se mencionó, porque no se invitó a todos los países del continente, al menos tres fueron excluidos. Dijo en la mañanera que hay necesidad de cambiar la política de discriminación, el querer dominar sin razón alguna, el no respetar la soberanía de los países y la independencia de cada uno. No puede realizarse la 9ª Cumbre de Las Américas si no participan todas las naciones del Continente Americano. Lamentó la actitud del senador Robert Bob Menéndez, quien descarriló la asistencia de los tres países excluidos. Bob, perteneciente al Partido Demócrata, es representante de Nueva Jersey y preside el Comité de Relaciones Exteriores, es hijo de inmigrantes cubanos y nació en Nueva York en 1954. Ha sido un crítico implacable de los gobiernos de Cuba. Marco Rubio, otro senador de origen cubano pero del Partido Republicano, comparte la posición de su colega demócrata contra La Habana.

Ante la decisión de López Obrador de no asistir a La Cumbre si había discriminación, el senador demócrata dijo: Si no quiere venir, que no venga. Pues no fue, sólo que sin México la reunión perdió al país participante más importante, de por sí La Cumbre ha sido calificada sólo como un acto meramente protocolario, una estrategia del imperio para consolidar y fortalecer los suministros y aprovisionamientos de petróleo, gas, litio y otros minerales que el imperio requiere y obtiene de los países latinoamericanos, esos a los que despectivamente llaman «bananeros».

México es la segunda economía de América Latina, después de Brasil, y su relación con el imperio es la más destacada de las que mantiene con todas las naciones del planeta, es una cercanía que se amarró con el ingreso de México al Tratado de Libre Comercio durante el Gobierno de Salinas de Gortari, para entrar al primer mundo (ja, ja).

AMLO dijo que tiene muy buenas relaciones con el presidente Biden, es un hombre bueno, dice. Es una opinión muy diplomática, aunque a criterio de los versados en política internacional, la Administración de Biden ha sido un fracaso, tiene debilidades estructurales y no ha podido cumplir los compromisos de gobierno que contrajo con su pueblo.

Biden pretende asustar con el petate del muerto: «La democracia está bajo asalto», en su nación sí, por las próximas elecciones. Las olas de migración van a ser utilizadas para sembrar el miedo. De por sí el anti-mexicanismo está vivito y vigente, y lo van a utilizar, pero no para promover la cooperación hemisférica, con ello el racismo se recrudecerá a pesar de que necesitan a nuestra eficaz mano de obra.

Los países de Latinoamérica están en una coyuntura distinta a la de su estricta subordinación a Washington, la globalización ha diversificado con intensidad las relaciones comerciales, lo que ha inducido a que varios países hayan abandonado el papel de «patio trasero» de Estados Unidos. Hay poco que esperar de la cantada 9ª Cumbre, y en realidad sus resultados fueron magros.

Licenciada en sociología por la UANE, Saltillo. Ha cursado estudios de Maestría en sociología, con especialidad en ciencia política, UNAM. Posee varios diplomados, entre los que destacan Análisis Político, en la UIA; El debate nacional, en UANL; Formación de educadores para la democracia, en el IFE; Psicología de género y procuración de justicia. Colabora en Espacio 4, Vanguardia y en otros medios de comunicación.

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