La sábana escarchada de la arena
en tu mirar refleja el desgastado
recuerdo de otra aurora: el mar y el prado
testigos de pasión, la luna llena,
un cigarro, los gritos, tu melena,
su aliento de caballo desbocado;
de pronto, la tormenta del pasado
y tu rostro teñido por la pena.
Entonces, —sin ti— al paso de los años
un idilio fugaz en otra orilla,
una radio de fondo, el mismo tema;
el antiguo deseo, un gesto huraño,
los restos de salitre en mi mejilla,
la memoria del mar y este poema.