La detención del diputado panista Rodolfo Walss —el 10 de marzo, en Torreón— por el «Fraudebús», una peculiar manifestación contra el Sistema Metropolitano de Movilidad (Metrobús Laguna) que Enrique Peña Nieto prometió entregar antes de finalizar su mandato, es decir, hace cuatro años, fue una grave equivocación. Si provocar al Gobierno era la intención, el objetivo se cumplió con creces. Pero no, desde la instalación de la legislatura actual, el 1 de enero de 2021, Walss fijó postura: si la justicia está al servicio del «moreirato», exhibiría los abusos del clan por todos los medios a su alcance bajo una consigna sugestiva.
Ante el azoro de la bancada priista, la cual colidera Álvaro Moreira, el diputado lagunero le espetó al gobernador Miguel Riquelme: «Usted está ahí sentado gracias a quienes impunemente saquearon a Coahuila, pero esos que le heredaron la silla y a quienes debe su gubernatura, son hoy también su mayor lastre y su más pesada carga». ¿Cómo refutarlo si anualmente se dejan de invertir alrededor de 4 mil millones de pesos en infraestructura, salud, seguridad, educación y servicios para dedicarlos al pago de intereses de la deuda?
Siete meses después de su discurso en la tribuna del Congreso, Walss presentó ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda una denuncia por la megadeuda «contratada por Humberto Moreira (…) y solapada por sus sucesores y cómplices, Rubén Moreira y Miguel Riquelme», dice un comunicado del comité directivo estatal del PAN del 7 de junio de 2021. Walss aportó información sobre «los movimientos financieros irregulares que dieron origen a la (…) megadeuda de Coahuila», agrega la nota. Después de acudir a la UIF, el diputado se plantó frente al Palacio Nacional con una manta donde resume en siete palabras un clamor tan extendido como ignorado: «Coahuila quiere darle bote a los Moreira».
Walss ha denunciado también las irregularidades en el Metrobús Laguna, anunciado a bombo y platillo por el gobernador Rubén Moreira el 18 de noviembre de 2016 con un presupuesto de mil 500 millones de pesos. El Metrobús se volvió odioso para la población por las denuncias de corrupción, las demoras y el abandono de los trabajos. El presidente Andrés Manuel López Obrador canceló el proyecto en la parte de Durango el 16 de junio de 2019, en una votación a mano alzada, para dedicar los recursos a obras hospitalarias y de agua potable.
Coherente con su línea opositora, Walss rentó un vehículo de transporte público, lo convirtió en el «Fraudebús» y lo tapizó con fotografías de Rubén Moreira, Miguel Riquelme y el polémico Gerardo Berlanga Gotés, actual secretario de Inversión Productiva, bajo la leyenda «Exigimos cárcel a los responsables». El diputado fue detenido y la unidad incautada en un aparatoso operativo compuesto por patrullas, motocicletas y al menos una docena de policías y burócratas encabezados por Jesús Manuel Villalobos Amezcua, delegado estatal del Transporte en La Laguna.
Aunque la policía liberó a Walss enseguida, su detención infringió el artículo 39 de la Constitución política local según el cual «Los diputados son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de su cargo, y no podrán ser reconvenidos ni procesados por ellas en ningún tiempo, ni por ninguna autoridad». También transgredió preceptos relacionados con la libre manifestación y difusión de ideas. Si algún delito comete Walss es el de cumplir con la representación que ostenta. Todo poder público proviene del pueblo y es para su beneficio.