El Jaguar no mata insectos

De vitrina propagandística a palestra pública para denuncias, el programa de la gobernadora morenista, Layda Sansores San Román, trasciende las fronteras estatales y se convierte en espacio crítico a escala nacional

UE suma adeptos contra la desinformación

Si el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene, de lunes a viernes, su conferencia matutina para promocionar los avances del Gobierno, denunciar lo mal hecho y hacer frente a sus opositores, la gobernadora de Campeche, la morenista Layda Elena Sansores San Román, hizo lo propio y echó adelante su propio programa: «Martes del Jaguar».

Tal y como lo anuncia su nombre, se trata de un espacio que se transmite una vez por semana, en vivo, y cuyo objetivo primordial es informar las acciones emprendidas durante su administración.

Su primera edición tuvo lugar el 22 de septiembre de 2021 y en ella la mandataria anunció que su Gobierno cumpliría con los estándares de paridad de género; confirmó la desaparición de la coordinación de asesores, pues se prestaba para incurrir en irregularidades, y describió las gestiones comprendidas en el sector docente ante la flexibilización de las medidas anti-COVID por el cambio favorable en el semáforo epidemiológico en aquella fecha.

Sin embargo, con el paso de las semanas, los «Martes del Jaguar» se ha convertido no solo en vitrina de logros gubernamentales, sino también en tribuna pública para denunciar casos de corrupción y arbitrariedades de otros servidores públicos. El más sonado de ellos, el caso del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, de quien Sansores San Román difundió un audio el 17 de mayo, en el que se escucha la voz de Alito afirmando que la empresa Cinépolis entregó 25 millones de pesos para apoyar campañas electorales del PRI, pero que esperaba, al menos, 300 millones, teniendo en cuenta las posibilidades económicas de la compañía dedicada a la exhibición de películas.

La cinta puso sobre aviso al Instituto Nacional Electoral (INE), que inició una investigación por supuesto financiamiento de campañas. Pero había mucho más. La semana siguiente, otra vez en el programa «Martes del Jaguar», Sansores San Román compartió otro audio del líder priista, que estremeció al país. En él, Alito le comentaba a su interlocutor: «A los periodistas no hay que matarlos a balazos, papá, hay que matarlos de hambre».

De inmediato, Moreno señaló que todo se trataba de una campaña de desprestigio organizada en su contra por el Gobierno federal y Morena. Algo que refutó la campechana.

«No hay venganza, lo que no se puede aceptar es parecer cómplice de quienes saquearon al pueblo del cual te hiciste responsable y al que ofreciste en campaña sacar la verdad; la gente quiere justicia porque les han hecho mucho daño”, sentenció Sansores San Román durante la emisión 30 de su programa, en el que exhibió otro audio del líder nacional del PRI, donde se evidencia la negociación con medicamentos y despensas para respaldar campañas electorales.

La realidad es que «Martes del Jaguar» ha servido de escenario para continuos encontronazos entre la gobernadora de Campeche y el presidente nacional del PRI. Este último llegó a acusar a la mandataria de amenazarlo de muerte. A lo que respondió Sansores San Román: «Mira, Alito, yo no mato cucarachas, no pierdo el tiempo en eso, pero es muy claro, la muerte política ya la tienes y lo dije, que aquí en Campeche había sido tu tumba y que en Hidalgo iba a ser tu funeral».

Asimismo, la gobernadora calificó como «acueducto de mierda» la obra entregada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto en mayo de 2014, cuyo costo fue de casi 2 mil millones de pesos y que debía garantizar el agua potable hasta 2030, pero que, dada su pésima construcción, tiene al municipio de Carmen con graves problemas de abastecimiento.

En este fuego cruzado es de esperar que, mientras el jaguar ruja los martes, las denuncias contra Alito y otros funcionarios corruptos vuelvan a aparecer. Cada una de ellas matizada al final del programa con música tradicional y mucho folklor, al más puro estilo campechano. E4


UE suma adeptos contra la desinformación

La Unión Europea (UE) se mantiene firme en su propósito de mantener internet limpia de desinformación y mensajes que inciten al odio. El azote de la pandemia por COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania le ha dado la razón a la Comisión Europea (CE) en su esfuerzo por establecer un Código de Ética y un protocolo de responsabilidad que establezca lineamientos que han de cumplir los emporios digitales y sus redes sociales.

El organismo internacional anunció el Código de Buenas Prácticas en Materia de Desinformación, y ya son varias las empresas —como Microsoft, Google y Twitter— que han mostrado su apoyo a esta iniciativa para frenar la difusión de noticias falsas que perjudican a la sociedad, socavando la confianza en las instituciones y los medios de comunicación, obstaculizando la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones con conocimiento de causa.

El 20 de junio, el servicio interactivo de transmisión de video en vivo Twitch, se unió al Código de Conducta de la Unión Europea y pasó a ser la duodécima compañía asociada a las 27 que enfrentan el discurso de odio ilegal en línea.

«Este es un paso en la dirección correcta para la construcción de un espacio digital más seguro y sirve como incentivo para extender el Código de Conducta a más empresas», señaló el comisario de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, Didier Reynders.

Desafortunadamente, hay otras empresas, como Apple y Telegram, que no parecen estar interesadas. De igual forma, muchos cibernautas desconfían de las buenas intenciones de la UE y ven esto como una herramienta de censura solapada, al bloquear comentarios personales que no estén a tono con las medidas que establezca el organismo internacional. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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