Es Claudia

Crece, crece, crece la campaña a favor de Claudia Sheinbaum Pardo, la ahora Jefa de Gobierno de la CDMX como posible candidata de Morena para la presidencia de la República en 2023. Las encuestas la presentan como favorita por encima de Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, aparentemente nunca habíamos estado tan cerca de tener a una candidata a la Presidencia de México.

Claudia procede de una familia de migrantes, su familia paterna era de Lituania y la materna venía de Bulgaria que emigraron por persecución, ello los llevó a agradecer a México el haberles dado hospitalidad.

Hay quienes opinan que este país no está preparado para que llegue a la Presidencia una mujer de origen judío por ser la población mexicana en su mayoría católica, ella manifiesta que respeta todas las religiones y a los que no la tienen, también se opina que no se votaría por ella a causa del profundo patriarcado y la discriminación sociocultural de México hacia las mujeres.

Sheinbaum estudió el bachillerato en el Colegio de Ciencias y Humanidades Sur y realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Física (UNAM), ahí hizo una carrera muy destacada lo que la llevó a estudiar un doctorado en Berkley lo que le permitió pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores, así como de la Academia Mexicana de las Ciencias y a ser investigadora el Instituto de Ingeniería de la UNAM siendo también aurora de 100 publicaciones académicas.

Fue en la UNAM en donde decidió participar en política, ahí trabajó como integrante del Consejo Estudiantil Universitario que luchaba por la educación gratuita y en la UNAM lo lograron, trabajó con Carlos Imaz y con él pasó 30 años de su vida, educó al hijo de él y procreó una hija. Participó en las brigadas de ayuda a los damnificados del terremoto de 1985 en la CDMX.

En 2006 Claudia fue vocera de campaña de López Obrador para el Gobierno de la CDMX, y secretaria del medio ambiente durante esa gestión, en 2014 se integró a Morena, de 2015 a 2017 fue alcaldesa de Tlalpan, para en el actual sexenio ser gobernadora de la CDMX.

Sheinbaum expone que su Gobierno en la CDMX busca resultados y gobernar con justicia y muy cercana a la gente, buscando un desarrollo económico en el que disminuyan las enormes desigualdades y poniendo énfasis en el cuidado al medio ambiente. Se están haciendo experimentos para alcanzar transformaciones, como el de la basura orgánica, por ejemplo, convierten el aceite de cocina usado en biodisel y otros estudios.

A la cuestión de qué tipo de país promovería de llegar a la Presidencia de la República, explica que aspira a trabajar por un país sin pobreza en el que el Estado cumpla los grandes derechos sociales de la población que el neoliberalismo convirtió en mercancías, el derecho a la salud, a la educación, al bienestar, con un modelo de desarrollo que no genere impactos ambientales y permita una transición energética hacia las cuencas renovables, la construcción de la justicia histórica que merecen los pueblos originarios, un desarrollo que genere riqueza, para ella eso es ser de izquierda en la que la causa mayor es construir un México con justicia en el que se cumplan los derechos políticos y los derechos sociales.

Lo que se puede concluir de esta entrevista realizada por Hernán Gómez es que Claudia Sheinbaum tiene muy claro que este país requiere de una transformación socioeconómica y política en la que la distribución de la riqueza sea el eje que impulse el cambio social.

La derecha política de ayer y de hoy

Mediante una arremetida de millones de votos el pueblo mexicano eligió al actual presidente de la República. En efecto, la Coalición Juntos Haremos Historia, obtuvo para Andrés Manuel López Obrador el 53.19% de los votos en la elección de 2018, que equivalió a 30 millones 113 mil 483 sufragios (INE), el voto de la esperanza le imprimió al actual Ejecutivo una legitimidad incuestionable, por su parte Ricardo Anaya del PAN logró, 17.65% y el del PRI 13.56% con José Antonio Meade Kuribre.

No hizo falta una revolución armada, fue una insurrección electoral para arrebatarle al Prian el Poder Ejecutivo que ambos ostentaron durante 93 años gobernando a través de las políticas neoliberales. Así, la derecha política se vio desplazada por un Gobierno que puso en marcha un conjunto de programas de asistencia social cuyo propósito ha sido mejorar la alimentación, la salud y la educación entre niños, jóvenes y población marginada en general para combatir la desigualdad y la pobreza centenaria que el país arrastra.

La derecha mexicana montó en colera ante las políticas asistenciales de la 4T, ya que atribuye las carencias sociales a los individuos que, según ellos son haraganes por eso no progresan, sin querer ver que privilegio y marginación son las dos caras de la misma moneda, pese al odio mostrado por la derecha en contra del Presidente y sus políticas públicas aunque el Prian sólo ha logrado provocar fuertes bocinazos en los medios de comunicación, algunos de los cuales también padecen de pejefobia, sin atender ni construir nada alternativo.

El PRIAN y sus paladines han encabezado la furia contra AMLO por el auxilio ofrecido a Evo Morales y los pronunciamientos a favor de algunos de los Gobiernos del sur atacados por la derecha de esos países, olvidando que en política exterior México ha ofrecido asilo a los perseguidos, de esos hechos está llena nuestra historia en el siglo XX, principalmente, cabe destacar que durante el siglo pasado la derecha era vista como ilegítima se la asociaba con la contrarrevolución, el antinacionalismo, con los enemigos del cambio y del progreso.

No es solo el PRIAN quien ahora conforma la nueva derecha, también se agregan algunos segmentos amplios de la clase más alta y media, que han sido beneficiarios de la etapa neoliberal y ahora se sienten amenazados ante el espectro de disminuir su incontrolable consumo y que piensan que este país se dirige hacia el comunismo o al socialismo.

El problema de la derecha actual es que no tiene voces creíbles como para ser atendidas por la población, no hay liderazgos eficaces y efectivos, es un segmento que tampoco tiene muy clara su identidad; por qué el PAN se une al PRI en «Va Por México» y al PRD que se definía como de izquierda y ahora es solo un trapito inservible y oportunista, ya se ha visto que esa alianza no da para mucho por su falta de credibilidad y su ambigüedad.

La izquierda pugna por las transformaciones sociales, la equidad económica y de género, también en el cuidado del medio ambiente entre otras muchas propuestas socioeconómicas para el cambio y las transformaciones sociales. Así que la 4T es la esperanza de superar años de Gobiernos conservadores y que por fin se avance para vencer la desigualdad y la pobreza, promesas incumplidas del PRIAN.

Incertidumbre y crisis

Durante todo el siglo veinte y una parte del actual políticamente el PRI era todo, fue la escuela de los mexicanos, en los años cuarenta y cincuenta era imposible votar por otro partido y pensar que pudiera haber un presidente de la República que tuviera otro origen, la vida política partidista se fue fraguando con lentitud, a pesar de que el Partido Comunista fundado en 1919 y durante la etapa del México posrevolucionario, particularmente la historia de las luchas populares de todo tipo: campesinas, obreras, inquilinarias, magisteriales, estudiantiles, no se puede explicar sin la participación del movimiento comunista en ellas y otros partidos, el PPS, el PRT, el PRD y otros.

 Aquí no se trata de revisar la historia de los partidos políticos sino de hacer un breve recuento de la actual situación del otrora invencible PRI que históricamente controló a los sindicatos, a los medios de comunicación, a las cámaras empresariales, la cultura artística y tenía en un puño a los tres poderes, el Legislativo, el Judicial, su poder se alzaba en las 32 entidades federativas y todos los municipios, solo para tener una idea, 15 presidentes de la República fueron del PRI, por ello era partido hegemónico pero su reinado que termina con la frivolidad de Enrique Peña Nieto, el distintivo de todos fue su corrupción, de la que Peña Nieto dijo, es la cultura, pues sí para ellos había que ser corrupto para estar ahí, «roba pero salpica» o bien el adagio del profe rural Carlos Hank González, «un político pobre es un pobre político».

Algunos ejemplos memorables y gloriosos de exgobernadores priistas que han saqueado los erarios estatales que han sido mencionados por Ulises Ruiz, exgobernador de Oaxaca, como el ahora preso, César Duarte de Chihuahua, se llevó solo 6 mil millones y el otro Duarte ex de Veracruz, 3 mil millones y hasta uno de Coahuila, Ruiz sostiene que el PRI tiene que cambiar, dejar los escándalos de corrupción o la imposición de candidatos, de lo contrario la tendencia descendente de derrotas electorales seguirá, es mucho lo que deben corregir, sostiene.

Por supuesto que el PRI legó una cultura positiva, fundó el IMSS, el IFE, hoy INE, algunas universidades públicas, PEMEX, la CFE entre otras instituciones que perviven. Aunque las arbitrariedades y atropellos han llevado al PRI a una crisis de estertores agónicos, ya que en el año 2000 gobernaba 19 entidades estatales, en 2006 bajó a 17, en 2012 alcanzó 18, en 2018 disminuyó a 12, en 2021 logró 3, el descenso es dramático, por lo que algunos priistas aducen que de seguir esa tendencia el PRI podría convertirse en una fuerza política testimonial.

El Estado de México es la joya de la corona priista por su mayor número de electores y la pepena de líderes de Atlacomulco, además de Coahuila que por 93 años ha sido gobernada por el PRI, qué aguante, ambos se preparan para realizar elecciones en 2023, es difícil predecir, —aunque dice Roberto Madrazo que si pierden estos estados, el priismo debe despedirse de la elección presidencial— contundente, ya que en ambas entidades están en la disyuntiva de aliarse a su ancestral enemigo el PAN y ello sería prueba concluyente de que comparten los mismos intereses para ser el PRIAN.

Algunos reconocidos priistas admiten que el partido Morena transformó el mapa político y ello obliga al PRI, dicen a transformar su identidad mediante el cambio de sus estatutos, pero además cuestionan seriamente la gestión de su actual presidente, Alito, Roberto Madrazo la definió como una dirigencia fallida e insostenible, quieren más.

Ciertamente, la crisis del PRI no es algo nuevo, viene dibujándose desde hace poco más de dos años, la cuestión es cómo llega el priismo coahuilense a los prolegómenos de la elección a gobernador.

Licenciada en sociología por la UANE, Saltillo. Ha cursado estudios de Maestría en sociología, con especialidad en ciencia política, UNAM. Posee varios diplomados, entre los que destacan Análisis Político, en la UIA; El debate nacional, en UANL; Formación de educadores para la democracia, en el IFE; Psicología de género y procuración de justicia. Colabora en Espacio 4, Vanguardia y en otros medios de comunicación.

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