Final de campañas electorales

Terminaron las campañas y después de más de 50 días, candidatos, partidos políticos, gobernantes y ciudadanos esperan resultados del ejercicio de promoción, en las urnas el 4 de junio, no sólo para conocer ganadores y perdedores, también para observar el nivel de participación ciudadana y los porcentajes que obtengan partidos en alianza, en solitario y sus candidatos.

Los resultados de la elección serán parte fundamental del laboratorio que significan ambas elecciones en Coahuila y Estado de México de cara el proceso electoral federal, de estados y municipios para el próximo año 2024 y el análisis con la reflexión podrían centrarse en los siguientes temas:

Los resultados de las alianzas y las no alianzas, para saber si funcionaron las coaliciones de la oposición federal (PAN, PRD Y PRI), y las no alianzas por la fractura entre MORENA, PT Y Partido Verde, en el caso de Coahuila.

Será muy interesante, en ambos casos, observar el comportamiento posterior a los resultados de la elección sobre todo en cuanto a ganadores y perdedores, pues las posturas que adopten cada uno, respecto al número de votos obtenidos, para saber qué ofrecen, al menos en la entidad, de cara a la elección del próximo año, su posicionamiento dentro de las alianzas y las no alianzas a nivel nacional, para disputar la presidencia de la República, el Senado y el Congreso de la Unión.

La conformación del próximo Gobierno estatal y el Congreso local también dependerá del número de votos obtenidos por cada partido y la posibilidad de establecer un Gobierno de coalición se mantiene latente con un Poder Legislativo que podría ser más plural y por consecuencia más dinámico.

Los perdedores, incluso en la derrota, también pueden obtener ganancias en lo electoral y lo político, porque no hay que olvidar que algunos de los partidos requieren un porcentaje mínimo de votación para continuar vigentes con presupuesto y beneficios publicitarios establecidos por las autoridades electorales.

Quienes pierdan en lo individual, como aspirantes, bien podrían, por su nivel de votos obtenidos pensar en las elecciones del próximo 2024, ser considerados por sus partidos para candidaturas al poder legislativo federal e incluso para alcaldías de la entidad, ya que ese nivel de votación podría calificarlos o descalificarlos para obtener la nominación.

No hay que olvidar que, en política, en muchas ocasiones, perdiendo se gana también y sobre todo será interesante observar el nivel de votación que obtenga quién será la oposición para los próximos tres y seis años en la entidad.

El resultado final de las votaciones será decisivo para el curso social, económico, político y de gobernanza para el país, pues Coahuila y el Estado de México deberán dejar muchas enseñanzas de lo que se hizo bien y de lo que se debe mejorar en una campaña que en términos generales no fue mala pero tampoco sobresaliente.

Ojalá que partidos, candidatos y ciudadanos encuentren la oportunidad en este nuevo ejercicio electoral de evaluar los errores, aciertos y áreas de oportunidad para las elecciones futuras y se logre depurar más y mejor los niveles de selección, posicionamiento y resultados finales en beneficio de la población.

Autor invitado.

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