Gobernar sin estridencias

El antídoto para afrontar a Morena con éxito radica en postular candidatos confiables, serios y adecuados. La experiencia personal y el respaldo de Gobiernos eficientes también contribuyen. El partido de la 4T no es invencible como se vio en Saltillo en los comicios de 2021. El candidato de Morena, Armando Guadiana, empezó arriba en las encuestas, pero conforme las campañas avanzaron perdió fuelle y José María Fraustro (PRI) lo venció. Las siglas partidistas dejaron de ganar por sí solas como antaño, cuando el resultado de las elecciones se conocía de antemano. Pues en el ánimo de los votantes influyen cada vez más la personalidad y las cualidades de quienes aspiran a gobernarlos.

La locuacidad, el triunfalismo y la aparente cercanía de Guadiana con el presidente Andrés Manuel López Obrador parecían ser sus fortalezas, pero al final provocaron su derrota. Fraustro remontó precisamente por representar lo contrario: un candidato sobrio, mesurado y con una trayectoria alejada de la estridencia y escándalo. Fraustro pudo haber sido alcalde desde 2003, pero al gobernador de turno le tembló la mano y se decantó por la opción populista, algo que quizá hoy lamente, vista la destrucción de su legado por la quiebra financiera del estado. El sucesor de Martínez debió ser Alejandro Gutiérrez, quien, en la elección previa, se había sacrificado en aras de la unidad de la familia revolucionaria.

En la presentación de su segundo informe, el miércoles pasado, Fraustro dio un mensaje sólido sin caer en la tentación del protagonismo. La obra —sobre todo cuando no es vistosa ni de relumbrón— habla por sí misma, aunque esté enterrada. El formato fue ágil, atractivo y dio crédito a quienes hacen posible que los servicios públicos funcionen y la seguridad le permita a la capital ser una de las más seguras del país y atractivas para la inversión. Además, tuvo el acierto de atribuir la preponderancia de Saltillo al trabajo de los alcaldes que le precedieron. Con altura de miras, resumió: «Ni Roma ni Saltillo se construyeron en día».

Saltillo ha tenido en general buenos alcaldes (del PRI y el PAN); y uno que, por intrigas, no pudo acceder al cargo, resultó ser uno de los mejores presidentes municipales desde la gubernatura: Óscar Flores Tapia. Fraustro entiende que los buenos Gobiernos se fundan en la cercanía genuina con la gente, en particular con los desamparados. Esto implica no utilizar a las personas con propósitos personalistas ni montarse a sus hombros para alimentar la «hibris», sino para servir. Saltillo vive un buen momento, con los problemas de vialidad, infraestructura y servicios inherentes de su desarrollo. La condición para continuar por esa ruta e incluso mejorar radica en dar continuidad a Gobiernos responsables, atentos a las necesidades de la población y no a la búsqueda de aplauso y de popularidades engañosas.

Fraustro ha cumplido por ahora con los saltillenses y con su partido. Los alcaldes se quejaban hasta hace poco de que tres años eran insuficientes para consolidar un proyecto y desplegar todas sus capacidades. Un trienio es limitado, pero se vuelve eterno cuando los ciudadanos deben lidiar con Gobiernos torpes, venales e incompetentes. La respuesta a ese reclamo es la reelección. Si un alcalde armoniza y brinda resultados, ¿para qué cambiar? La decisión corresponde en este caso al PRI y de su jefe político, el gobernador. Morena está al acecho y aprovechará cualquier resquicio para asentar los reales.

El peso de los votos

El clima sucesorio lo impregna todo. Si Coahuila hizo las paces con el presidente Andrés Manuel López Obrador en la toma de posesión del gobernador Manolo Jiménez, el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, abordó el tema desde una perspectiva más profunda en su segundo informe: «2024 será un año decisivo para el futuro de México». Efectivamente, en menos de seis meses se elegirá a la sucesora de AMLO. Si la silla del águila es para Claudia Sheinbaum, la 4T se afianzará por mucho tiempo como la ideología política dominante. Máxime si la coalición de Morena, PT y Partido Verde conserva la mayoría en el Congreso y en el Senado; y más aún, si la incrementa. Coahuila nombrará también alcaldes; algunos, en funciones, aspiran a un segundo periodo.

Frente al que definió como «uno de los procesos democráticos más grandes», Cepeda pidió reflexionar acerca de «¿Qué modelo económico conviene asumir y cuál imagen queremos dar al resto del mundo (…), qué es lo más conveniente para nuestras familias y qué queremos dejarle a nuestros hijos». Instó, sobre todo, a «pensar en Torreón y en Coahuila». En ese sentido, y aunque el mensaje entre líneas es obvio, asumió el compromiso de actuar «institucionalmente, con orden, firmeza y estrategia». La fórmula ha dado resultados, pues la metrópoli lagunera empieza a salir de un estancamiento prolongado para desarrollar su potencial y competir de nuevo con las grandes capitales. Una clave para conseguirlo ha sido pasar del papel de víctima de un Gobierno centralista (inclinado por Saltillo) al de protagonista.

Torreón, como Roma, tampoco se construyó en un día, aunque, en su caso, y a diferencia de Saltillo, ha tenido alcaldes realmente infames y padecido la inquina de gobernadores como Humberto Moreira. La discontinuidad es uno de los motivos del atraso de la ciudad que otrora destacó a escala nacional por su crecimiento, pujanza y liderazgo, eclipsados después por el conformismo y la atonía. La ciudad «de los grandes esfuerzos», sin embargo parece haber pasado página a ese periodo de aletargamiento. Aún existen obstáculos, rezagos sociales y carencias, pero hoy el ánimo es otro. Cepeda atribuye «el gran momento» de Torreón a la unidad y a la coordinación con el Gobierno del estado, en otro tiempo conflictiva.

Los 195 mil sufragios obtenidos por Jiménez en Torreón representan poco más del 25 por ciento de la votación captada en el estado (765 mil). La ciudad espera, por tanto, un trato correspondiente. El gobernador ofreció de entrada atraer más empresas, fomentar el empleo, desarrollar infraestructura, ampliar los programas sociales y realizar una «inversión histórica» en agua y drenaje en las colonias populares. Un clamor secular es el drenaje pluvial. Para enfatizar la importancia que concede a la ciudad, Jiménez dijo que en los 10 primeros días de Gobierno estuvo en ella cuatro veces.

La reelección en nuestro país tiene mala prensa por las experiencias de la historia, pero funciona en los países democráticos en todos los niveles. En México se limita a alcaldes, diputados y senadores por periodos determinados. A los presidentes municipales los obliga a competir consigo mismos y a brindar mejores resultados. En los casos de Torreón y Saltillo, el desempeño de Román Alberto Cepeda y José María Fraustro los acredita. El PRI deberá calibrar a los candidatos bajo criterios objetivos, pues siempre serán los electores quienes tengan la última palabra.

Torreón, 1955. Se inició en los talleres de La Opinión y después recorrió el escalafón en la redacción del mismo diario. Corresponsal de Televisa y del periódico Uno más Uno (1974-81). Dirigió el programa “Última hora” en el Canal 2 de Torreón. Director del diario Noticias (1983-1988). De 1988 a 1993 fue director de Comunicación Social del gobierno del estado. Cofundador del catorcenario Espacio 4, en 1995. Ha publicado en Vanguardia y El Sol del Norte de Saltillo, La Opinión Milenio y Zócalo; y participa en el Canal 9 y en el Grupo Radio Estéreo Mayrán de Torreón. Es director de Espacio 4 desde 1998.

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