Tenemos símbolos patrios, contamos con representación de algunos héroes o representantes de nuestra historia en estatuas, festividades y en billetes, pero ¿qué tal si creamos un monstruo que nos recuerde nuestros errores o eventos no tan lindos como nación?
Este año Godzilla cumple 70 años, es decir que hace ratito que pudo ir por su credencial de adulto mayor y hasta tramitar la Beca de Bienestar. Además de que seguramente ya se le anda aflojando uno que otro colmillito. No digo que lo necesite, la verdad es que en sus últimas películas luce bastante sanito.
Creo que uno de los primeros monstruos que le presentan a uno de niño es King Kong y Godzilla. Y uno anda gritando fuertemente en el patio con los vecinos o primos jugando a ser alguno de estos titanes destruyendo la ciudad. Siendo un temible monstruo Sin duda alguna, Godzilla ha sido y es el rey de los monstruos de Japón. Un personaje de ficción al que no le hace sombra ninguna creación de los años 50, 60 y 70, su época dorada.
Godzilla, o en japonés Gojira, nació en 1954 con el estreno de la famosa película Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo. Los creadores fueron los Estudios Tōhō.
El nombre de Gojira surge de la unión de dos palabras, gorira, gorila en castellano y kujira, que significa ballena. Es decir, se puede pensar que el famoso bicharraco es un cruce entre gorila y ballena. Referente al nombre Gojira, también existe una leyenda que habla de un fisicoculturista el cual trabajaba en la productora Tōhō que se hacía llamar Gojira como seudónimo y que la productora usó para nombrar al monstruo.
La película original presentaba a Godzilla como una metáfora de los peligros y las consecuencias de la energía nuclear. Representaba el miedo y el trauma que vivió Japón después de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Así como los temores sobre los efectos de la radiación nuclear y las armas nucleares en general.
El personaje más destructivo de Japón se ha introducido tanto en la cultura audiovisual del país, que han surgido numerosas estatuas y monumentos conmemorativos en honor a la figura del monstruo. Y sin duda es un referente de las películas de acción, monstruos y, sin duda, ya se volvió personaje de culto.
Analizando vemos como siendo una metáfora esta lagartija gigante (con todo respeto, no me vaya a comer) sirve de reflexión/recordatorio de uno de los momentos más terribles de la historia, pero también como una forma de posicionar la cultura de un país en todo el mundo.
En caso de México, ¿qué monstruo creen que nos vendría acorde? Si seguimos la línea de que sea una metáfora de los peligros, regionalizándolo sería el miedo a la corrupción, a la privatización de nuestros recursos, el crimen organizado, etcétera… ¿Un ajolote nuclear? ¿Tal vez una tatoaba radioactiva? ¿Una serpiente emplumada lanza fuego? Propuestas hay.
Este 2024 se cumplen 70 años de esta «adorable» criatura y qué mejor forma de festejarla que disfrutando alguna de sus más de 30 películas. ¡Que viva el rey monstruo! ¡Que viva Gojira!