Hipertensión arterial acuerdos y desacuerdos

PARTE III

Acuerdo: Consumo excesivo de alcohol: existe evidencia de que el consumo excesivo de alcohol está asociado con el desarrollo de hipertensión, y la ingesta reducida disminuye la presión arterial y tiene beneficios para la salud más amplios. (NICE, Hypertension in adults, 2019).

Desacuerdo: En el siguiente enlace se sugiere que la dieta mediterránea reduce las posibilidades de infarto en un 30%, y uno de los elementos básicos de esa dieta es precisamente el vino, además de frutas secas, mariscos y aceite de olivo. Por lo anterior estoy en desacuerdo con los colegas que prohíben estrictamente beber alcohol a sus pacientes. Mientras que en los países mediterráneos seguramente «destetan a los niños con vino tinto», aquí los destetan con biberones de coca cola.

Cierto, las resacas o crudotas de una guarapeta cubana, por consumo agudo y excesivo de alcohol se manifiestan por cansancio, debilidad, sed, dolor de cabeza, dolor muscular, náusea, dolor de estómago, vértigo, sensibilidad a la luz y al ruido, ansiedad, irritabilidad, sudor y presión arterial alta y hasta arritmias cardíacas. Todos estos síntomas son pasajeros y desaparecen con la técnica a la mexicana: cure la cruda, siga chupando, pero con moderación.

Un yerro frecuente es etiquetar como enfermos de hipertensión arterial o del corazón a estas personas sanas y lo grave es que los condenan a tomar medicamentos para toda la vida y peor, los amenazan que si dejan de tomar esos fármacos morirán en cualquier momento de un infarto o una hemorragia cerebral. Esto es una falacia sin sustento. Y lo que es inconcebible, prohibir estrictamente la ingesta de alcohol a sabiendas de que en dosis terapéuticas prolonga la cantidad de vida y lo más importante, mejora la calidad de vida emocional y física.

https://www.clinicbarcelona.org/noticias/la-dieta-mediterranea-puede-reducir-un-30-el-riesgo-de-infarto-e-ictus#:~:text=La%20dieta%20mediterránea%2C%20suplementada%20con,casi%20diez%20años%20de%20investigación.

Acuerdo: Inactividad física: la inactividad física aumenta el riesgo de hipertensión y el ejercicio es un medio eficaz para reducir la presión arterial. Dicen acertadamente las guías médicas (Williams B, 2018).

Desacuerdo: No obstante la afirmación previa, con mucha frecuencia observo pacientes con miedo a caminar porque les han mal informado que al trotar o correr se eleva la presión arterial y que puede dificultar el tratamiento y provocarles la muerte. Y una recomendación médica es hacer ejercicio para estabilizar la presión en cifras normales. Cierto, con el esfuerzo se eleva la presión como un mecanismo automático para satisfacer las necesidades de sangre que se requiere de acuerdo con el grado de esfuerzo.

¿Sabía usted que a Usain Bolt, el campeón de los 200 metros planos, cuando corre la presión le sube normalmente a 240/140? Esto es el efecto de entrenamiento. Y lo que es más aterrorizante, hasta les prohíben las relaciones sexuales, probablemente desconociendo los beneficios emocionales y físicos de la actividad sexual. No está por demás echarle un ojo al siguiente enlace cuyo título reza: 10 sorprendentes beneficios de las relaciones sexuales, para la salud después de los 50 años. Y antes, añado yo.

https://www.aarp.org/espanol/salud/vida-saludable/info-2022/beneficios-del-sexo.html

El sexo refuerza la inmunidad, mejora la salud del corazón, mejora las migrañas, reduce el riesgo de cáncer de próstata, alivia el estrés, quema calorías, prolonga la cantidad de vida y mejora la calidad, mejora el insomnio. Y con frecuencia internistas, cardiólogos, urólogos, ginecólogos prohíben una de las funciones esenciales del buen vivir… O beber… si así lo requiere. Al cuerpo lo que pida, ¡menos trabajo!, sin que nos cause dolor o sufrimiento. Reza un precepto filosófico hedonista.

La pregunta que se plantean desesperadamente los enfermos es: «Doctor, ¿cuál es la cifra de presión arterial, para saber si soy hipertenso?».

Acuerdo: Apegándose a los protocolos o guías médicas de los expertos, según el último acuerdo o revisión más reciente de las guías de hipertensión arterial en 2017, una persona con 130/85 o más se considera enferma de hipertensión. Desde la década de los 80 hasta el 2017, la cifra tope era de 140/90 o más. En otras palabras, por «decreto de los expertos» las personas sanas con 140/90, se convirtieron en «enfermos graves».

Desacuerdo: Actualmente, por esos acuerdos con lo que estoy en desacuerdo, si una persona sana le miden la presión y le encuentran 130/85 por primera vez, los etiquetan como hipertensos. Recuerdo que hace 50 años en la escuela de medicina de Veracruz, el cardiólogo Santiago Silva nos decía: la cifra máxima de presión arterial es de 150/110 porque la presión arterial nunca esta fija en 120/80 tiene variaciones normales durante las actividades físicas y mentales y oscila de 90/50 a 150/110, o incluso pueden ser más amplias por ejemplo en situaciones de muchos estrés físico o mental, lo que deben hacer es tranquilizar a su paciente, porque las elevaciones de la presión por el estrés son pasajeras y no provocan ningún daño grave, deben repetir las mediciones para verificar si se mantiene alta o retorna a lo normal, si no hacen esto, van a enfermar injustificadamente a una persona sana y esto no es ético.

Grábense esto en su mente, la mayoría de las personas que llegan por primera vez con la presión alta es por la ansiedad y esas elevaciones retornan a lo normal si al paciente ustedes le inyectan confianza y seguridad de lo que están diciendo y haciendo. Así nos decía este ilustre y clínico humanista médico de cabecera. Y me consta que estos preceptos siguen vigentes.

Y este desacuerdo está presente entre los mismos grupos de expertos:

Para el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) con sede en Londres y Manchester, una presión promedio de 140/90, es normal y no amerita medicamentos y una presión promedio de 130/85, obviamente, también es normal y no debe medicarse. Esta organización fue creada en 1999 para asegurar que todas las personas tengan igualdad de acceso a tratamientos médicos de alta calidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

En cambio, para el Colegio Americano de Cardiología 130/85 es alta y debe medicarse, y 140/90 es grave y «debe hacer su testamento». Por algo los Estados Unidos son los más ricos del mundo. ¿Se enriquecen a expensas de los Estados Jodidos de Latinoamérica? Ni duda.

Yo me quedo con la opinión de que solo los pacientes con presión arterial elevada y sostenida por encima de 140/90 son a los que probablemente haya que medicar, pues la mayoría se mantienen normales con cambios en hábitos de alimentación, ejercicio, mantener el peso corporal ideal y controlar el estrés.

Continuará…

Lea Yatrogenia

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Veracruzana (1964-1968). En 1971, hizo un año de residencia en medicina interna en la clínica del IMSS de Torreón, Coahuila. Residencia en medicina interna en el Centro Médico Nacional del IMSS (1972-1974). Por diez años trabajó como médico internista en la clínica del IMSS en Poza Rica Veracruz (1975-1985). Lleva treinta y siete años de consulta privada en medicina interna (1975 a la fecha). Es colaborador del periódico La Opinión de Poza Rica con la columna Yatrogenia (daños provocados por el médico), de opinión médica y de orientación al público, publicada tres veces por semana desde 1986.

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