La inmadurez política que está demostrando en estos momentos el partido Morena de Coahuila es la consecuencia de poseer entre sus escasas filas cuadros con un mínimo peso específico que ha provocado la desarticulación de sus estrategias para la batalla electoral, lo que ha hecho que se salten al dirigente bisoño estatal pues cada candidato a la gubernatura se está manejando por su riesgo y cuenta, haciendo incluso a un lado al enviado presidencial que según todas las encuestas que han aparecido lo sitúan en tercer lugar sin que se inmute el presidente de ese partido en el Estado, situación que lo hace favorecedor de Armando Guadiana que ostenta el primer lugar, y que según palabras del presidente de la República contendría por la candidatura para la gubernatura aquel que fuera en primer lugar en las mencionadas encuestas, lo que desde ahora hace suponer que el señor Mejía no sería el candidato.
De la misma manera el Ejecutivo federal ha insistido en que no se pronunciará por ningún candidato como se hacía con anterioridad, sino el que debe decidir será el electorado, palabras que dudamos sean ciertas pues su costumbre es el desapego de la verdad.
No solamente en Coahuila los miembros del partido Morena mantienen un ambiente de encono entre ellos mismos, pues a nivel nacional se comportan en una forma indisciplinada ya que sus piezas generalmente discrepan de los acuerdos que se toman en la cúpula morenista que no logra unificar criterios, pues las disposiciones se remiten desde palacio nacional a su presidente nacional y éste a su vez las transmite a los comités estatales que influyen en su partido mediante una cirugía que viene etiquetada, pues las directrices están embetunadas con puntos de vista nacionales, sin tomar en cuenta que localmente tienen un contexto distinto y por lo tanto algunas reglas no empatan con las que se utilizan a nivel nacional.
Es claro que la unidad morenista en Coahuila está muy resquebrajada, por lo que nos cuestionaríamos cómo sería el apoyo al candidato que juegue por la gubernatura, ya que en las imágenes que se han dado a conocer el flujo de simpatizantes ha sido mínimo, con todo y que a algunos sectores les han dado línea para que acompañen al precandidato oficial, es decir, que reúnan una cantidad importante de votantes potenciales lo que ha sido imperceptible como para que proclamen que obtendrán el triunfo, por lo que esta aseveración es temeraria, pues se puede traducir en que el día de la jornada por medio de artimañas judicialicen la votación y luego mediante argucias legales otorgar el triunfo al perdedor, pues sabemos cómo actúan en ese partido.
En Morena deben ser reflexivos ya que su pretendido candidato ni siquiera parte de sus miembros lo conocen, pues su ausencia de Coahuila desde hace casi 20 años hace que no está al tanto de las ventajas y necesidades que ahora tiene, además de que no es identificado por los poderes fácticos, igualmente no se sabe si posee una experiencia político administrativa que encamine a la solución de la problemática, desconocemos si realmente tiene un valor político, pues sin ese valor los ideales y compromisos no son viables.
Deseamos que se respete el voto libre como lo demandó Madero a quien el presidente acaba de mencionar como el propulsor de la democracia, por lo que, para ser congruente, esperemos que retire su obstinación hacia su enviado.
Efectivamente, Madero reivindicó como bandera el sufragio libre, y su empeño, trabajo y solicitud condujo al pueblo mexicano a la unidad, pero fue su apertura lo que lo identifica como ejemplo de democracia.
Es un nicho de oportunidad que tiene López Obrador para que sea reconocido como se autonombra, es decir, como un demócrata, si es así lo retamos a que lo demuestre.
Se lo digo en serio.
