Juristas, escritores y poetas. Roberto Orozco Melo

IV PARTE

La aportación de los egresados de la hoy Facultad de Jurisprudencia a la cultura de Coahuila, sería incompleta si no se agrega a esa lista el nombre de uno de sus más importantes impulsores, que además de la profesión de abogado, fue escritor y poeta, destacado periodista y servidor público: el licenciado Roberto Orozco Melo.

Nativo de Parras de la Fuente, donde vio la luz primera en 1931, cursó sus estudios de primaria y secundaria en su ciudad natal, y los del bachillerato en el Ateneo Fuente. Su arribo a esta ciudad despertó desde muy joven su vocación por el servicio público, al desempeñarse en 1953 como oficial mayor en la Secretaría Particular del Ejecutivo del Estado, Román Cepeda Flores; en 1956-1957 secretario del ayuntamiento de Saltillo de la administración de don Manuel Valdés Dávila; en 1956-1958 jefe de Prensa del Gobierno de Coahuila, para después de 1958-1961 ocupar un escaño en el Congreso del Estado como diputado local por el V Distrito con cabecera en Parras de la Fuente, y en 1964-1966, sin ser originario, sino solo vecino de esta ciudad, resultó ser electo presidente municipal de Saltillo.

Antes de su ingreso al servicio público, es de mencionar también que Roberto Orozco Melo ejerció el oficio del periodismo, donde cubrió todas las instancias desde corrector hasta director de importantes publicaciones. Bajo la inspiración de su paisano José Natividad Rosales, destacado reportero de la revista Siempre dirigida por el tabasqueño José Pagés Llergo, se inició como corresponsal del Heraldo del Norte en su nativo Parras, colaboró en el vespertino dominical Claridades de la Ciudad de México para posteriormente regresar a Saltillo donde fue reportero, columnista, jefe de redacción y director editorial del Heraldo del Norte, correspondiéndole la distinción en 1963, de fundar el Heraldo de Saltillo.

Paralelamente a su actividad de periodismo y gracias a sus relaciones que como reportero tuvo con los más connotados hombres de letras saltillenses de la época de los 60, como lo fueron los profesores Federico Berrueto Ramón, Ildefonso Villarello Vélez, Arturo Ruiz Higuera, la poetisa María Concepción Luna A. y Oscar Flores Tapia, además de colaborar en la revista Provincia, con los cuatro primeros fue colaborador en la revista Mástil además de fundador de la Asociación de Escritores y Periodistas de Saltillo, bajo cuyo apoyo publicó en 1957 su primera obra literaria Bajo la angustia de la muerte.

Con tales antecedentes periodísticos y literarios, y una vez que en 1966 concluyó su gestión como presidente municipal de Saltillo, a instancia de su esposa María Elena Aguirre reingresó a la entonces Escuela de Jurisprudencia a continuar sus estudios de abogado que había dejado inconclusos, obteniendo su título profesional al presentar según acta número 630, de fecha 20 de febrero de 1971, su examen profesional con la tesis «Problemas municipales» ante el jurado presidido por Rubén Rodríguez Galicia como presidente, así como ante los vocales José Fuentes García y Manuel Bernardino Martínez Díaz, examen en el que fue aprobado por unanimidad, según se hace constar así en el libro respectivo que se conserva en la dirección de la institución.

Ya como abogado la carrera política de Roberto Orozco Melo entró en ascenso, pues gracias a que había conocido a Oscar Flores Tapia en su época de reportero, al obtener este la gubernatura de Coahuila para el período 1975-1981, dicho ejecutivo del Estado lo designó como secretario general de Gobierno y en tal carácter, amén de ser el segundo hombre a bordo de dicha administración, y por tanto responsable de la modernización del marco jurídico del Estado, fue el impulsor dentro de la obra legislativa de dicho régimen, de la iniciativa del decreto número 88 de fecha 30 de junio de 1977 expedido por la diputación permanente del XLVIII Congreso Constitucional del Estado, por el que se autorizó la inhumación de los restos de don Francisco García Cárdenas, fundador de la hoy Facultad de Jurisprudencia en la Rotonda de los Coahuilenses Distinguidos, ubicada en el Panteón de Santiago de esta ciudad, tras el deceso de tan ameritado maestro y jurista acaecido el miércoles 29 de junio de 1977, es decir hace ya 46 años.

Al extenso y prolífico currículo del licenciado Roberto Orozco Melo que se señala a páginas 469-470 del nuevo diccionario biográfico de Coahuila 1550-2005, de autoría del profesor Arturo Berrueto González, cabe agregar también su desempeño como director del archivo Municipal de Saltillo, dónde además de dar continuidad a la publicación de la Gazeta del Saltillo, órgano oficial de dicha institución, promovió interesantes ciclos de conferencias, presentaciones de libros a cargo de distinguidos historiadores tanto locales y nacionales, e impulsor de la publicación de obras de investigación histórica que son todo un referente en la ya larga vida de dicho archivo, al que convirtió y dio fama a nivel estatal y nacional, como un destacado centro cultural.

Producto de su labor periodística son los libros Uno es lo suyo y De carne y huesos, editados en coordinación con el Gobierno del Estado de Coahuila, y la Universidad Iberoamericana Unidad Laguna; reflejándose su pasión por la investigación histórica y biografía política en sus libros Saltillo Gobierno Municipal 1900-2005 y Oscar Flores Tapia, de cercas y de lejos editadas, la primera en el año de 2010 bajo el auspicio del Gobierno del Estado de Coahuila y el segundo; en 2014 bajo el patrocinio Miguel Ángel Porrúa; legado histórico y literario que hacen de Roberto Orozco Melo, fallecido el jueves 29 de enero de 2015, un digno representante y egresado de la hoy Facultad de Jurisprudencia, preocupado siempre por el desarrollo cultural de Saltillo y su entorno estatal.

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