Juristas, escritores y poetas

«El abogado tiene que ser un hombre culto. Así como debe adentrarse en la sabiduría de Bonecasse, Colín y Capitant, o en la profundidad filosófica de Eduardo García Máynez, debe también abrevar en los poetas y escritores universales. Por eso, debe acercarse no solo al romanticismo provinciano de Ramón López Velarde, sino también a la poesía comprometida de Antonio Machado o León Felipe, sin descuidar la prosa decantada de José Vasconcelos, Martin Luis Guzmán o el positivismo de Antonio Caso, sin dejar de tener como lectura obligada y libro de cabecera, al Hombre mediocre de José Ingenieros».

Así en los intervalos de sus clases de Derecho Civil Obligaciones, convertidas en cátedras magistrales, solía aconsejarnos nuestro maestro Oscar Villegas Rico, para hacer énfasis en que el verdadero abogado, debería no solo dominar a Planiol o a los hermanos Mazeaud, o la exquisitez procesal de Calamandrei, sino también la poesía de Pablo Neruda, o la excelsitud de «Piedra del Sol» de Octavio Paz.

En el contexto de la época de 1943 cuando fue fundada la hoy Facultad de Jurisprudencia, en el que todavía el lustre de Saltillo como la «Atenas del Norte» era patente y de fama nacional, es natural que los entonces estudiantes de la escuela de don Pancho —como también así se le conocía—, influenciados por el medio cultural prevaleciente en la ciudad, y por el hecho de que uno de sus maestros fundadores, don Margarito Arizpe Rodríguez, era uno de los más reconocidos poetas de la ciudad por pertenecer desde 1927 al grupo conocido de los Once Poetas de la Nueva Extremadura, algunos de sus alumnos sintieron la vocación del llamado de la literatura, ensayo y poesía.

Así, entre los primeros abogados que incursionaron en el dominio del soneto, ensayo literario e investigación histórica, fue el licenciado Arturo Ruiz Higuera que con el correr de los años ocupó un lugar respetado en la cultura de Coahuila; y que, a 56 años de su sentido deceso, acaecido el 13 de noviembre de 1967, sigue siendo un referente de la formación humanística y cultura universal que todo abogado debe tener.

En este contexto y como prueba de que durante los 80 años que tiene de fundada la hoy Facultad de Jurisprudencia, como crisol no sólo de grandes juristas, sino también de destacados escritores y poetas que ocupan un lugar destacado en la cultura de Coahuila, la aportación de uno de sus primeros exalumnos como lo fue el licenciado Arturo Ruiz Higuera, es referencia obligada para iniciar con el análisis de su obra literaria, el legado cultural que en este aspecto dicha institución a través de sus alumnos, ha aportado a la cultura del Estado.

Continuará…

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