La coalición «Va por México» vuelve a hacer agua; perdería cinco estados

La competencia en Coahuila será entre el PRI y Morena. Si Miguel Riquelme se decantó por un saltillense (Manolo Jiménez), el presidente López Obrador apoyará a un candidato de La Laguna. Las cartas de la 4T son Luis Fernando Salazar, Ricardo Mejía y Javier Guerrero

Colosio, el asesinato que disparó la violencia en México

Los 93 años del PRI, resultó más funeral que festejo

A menos de tres meses para las elecciones de gobernador en seis estados, en algunos de los cuales también se nombrarán diputados y presidentes municipales, la coalición «Va por México» se encamina hacia un nuevo fracaso, pues solo aventaja en Aguascalientes y Durango. La intención de voto favorece a Morena en Hidalgo y Tamaulipas, además de Oaxaca y Quintana Roo, donde el PRI, PAN y PRD postularon a candidatos diferentes. Si el partido de Andrés Manuel López Obrador remonta en Durango, el pronóstico del líder panista, Marko Cortés, en el sentido de que el frente opositor solo ganaría Aguascalientes, se cumplirá a cabalidad.

De mantenerse la tendencia y si Morena gana cuatro o cinco gubernaturas, la alianza Va por México se rezagaría aún más en la carrera sucesoria de 2024. Un cartón de Hernández, titulado «Actualización», refleja el momento: «Compañero prianista, si hoy fueran las elecciones presidenciales, ¿por cuál partido votaría?» (El Financiero, 01.03.22). La «encuesta» se la lleva de calle el líder de Ucrania, Volodímir Zelenski, seguido por el senador republicano de Estados Unidos, Ted Cruz. Muy lejos aparecen: la senadora Lilly Téllez, Enrique de la Madrid, exsecretario de Turismo de Peña Nieto, y el líder panista Marko Cortez. Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, está por debajo de la línea de flotación.

En caso de hacerse también con Durango, Morena ocuparía casi el 72 por ciento de las gubernaturas; el PAN se quedaría con cinco, y el PRI y Movimiento Ciudadano con dos cada uno. El gobernador duranguense José Rosas Aispuro (PAN) tiene buena relación con el presidente López Obrador, como también sucede con Omar Fayad (Hidalgo) y José Murat (Oaxaca). Aispuro dio muestra de su afinidad con AMLO en la ceremonia del Congreso de Coahuila en la cual se homenajeó a El Siglo de Torreón por los 100 años de su fundación. Destacó el impacto del Programa Agua Saludable para La Laguna, uno de los principales proyectos de la Cuarta Transformación a escala nacional, en favor de 1.6 millones de habitantes de Coahuila y Durango.

La ventaja de Morena en estas elecciones es que no arriesgará un solo estado. Pues de los que acudirán a las urnas el 5 de junio próximo, cuatro los gobierna el PAN (Aguascalientes, Durango, Tamaulipas y Quintana Roo) y dos el PRI (Hidalgo y Oaxaca). De las seis entidades, solo Hidalgo no conoce la alternancia. Carolina Viggiano —esposa del exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira— es la candidata de la coalición Va por México. El favorito del gobernador Omar Fayad era Félix Soto, alcalde de Mineral de Reforma, quien antes había fungido como su secretario particular.

Acción Nacional podría conservar Aguascalientes. Tamaulipas y Quintana Roo, de acuerdo con las encuestas, están perdidos. En Durango, el delfín de Rosas Aispuro era el secretario general de Gobierno, Héctor Flores, pero las cúpulas del PRI y el PAN impusieron al priista Esteban Villegas, derrotado hace seis años justamente por el mandatario de turno. El ardid les permitió postular a una mujer (Viggiano) en Hidalgo bajo las siglas del PAN, y de esa manera cumplir la paridad de género en las candidaturas. Sin embargo, la maniobra enfadó al panismo y al propio Rosas Aispuro, como sucedió en Hidalgo en el caso de Fayad. Morena apostó en Durango por un perfil nuevo: Marina Vitela, alcaldesa de Gómez Palacio con licencia.

Escenario apocalíptico

Si el escenario electoral de este año luce adverso para el PAN, en el caso del PRI resulta apocalíptico. Perder Hidalgo y Oaxaca, como anticipan las encuestas, lo dejaría solo con un par de estados: el de México (Edomex) y Coahuila. Movimiento Ciudadano gobierna el mismo número de entidades: Jalisco y Nuevo León, líderes en PIB del país, solo por debajo de Ciudad de México y Edomex. El PRI estuvo a punto de perder en 2017 los territorios gobernados por Alfredo del Mazo y Miguel Riquelme, donde nunca ha habido alternancia. La hegemonía priista en Hidalgo podría terminar en las elecciones del 5 de junio próximo. El candidato de Morena, Julio Menchaca, aventaja a Carolina Viggiano, de la coalición Va por México, esposa del exgobernador Rubén Moreira.

Mientras las cúpulas del PRI y el PAN deciden si se unen para afrontar, junto con el PRD, a Morena en Edomex y Coahuila, Del Mazo y Riquelme preparan sus respectivas sucesiones. Si la alianza Va por México se formaliza, el PRI propondría un candidato y el PAN, otro. Para cumplir el mandato constitucional de paridad de género, uno tendría que ser mujer. En Estado de México, el bloque opositor podría postular a un panista, y en Coahuila, a uno del PRI. El problema es que sus cartas femeninas no ganarían la elección.

En Edomex, la intención de voto por Morena alcanza el 32.4%. El PAN registra el 22.4%; el PRI, el 19% y el PRD, el 2.7%, de acuerdo con una encuesta de Massive Caller del 28 de febrero. El aspirante mejor posicionado para obtener la candidatura es el panista Enrique Vargas del Villar, exalcalde de Huixquilucan, con el 52.2%. Le siguen José Alberto Couttolenc, del Partido Verde (41.7%), la secretaria de Educación Delfina Gómez, de Morena (31%), y la diputada local priista Alejandra del Moral (19.9%). La cuestión es si el PRI cederá la candidatura al PAN. Participar solo sería un suicidio político. En cambio, la alianza Morena-Verde les aseguraría el triunfo.

La intención de voto en Coahuila, con base en el tracking, es del 37.1% por el PRI y del 31.7% en favor de Morena. Para el 45.9% de los entrevistados, el candidato a la gubernatura debería ser el exalcalde de Saltillo, Manolo Jiménez (PRI), en campaña desde hace más de dos años. El 28.9% preferirá al exsenador del PAN, Guillermo Anaya; el 22.5%, al exdiputado Fernando Salazar y el 20.2%, al senador Armando Guadiana (Morena). La segunda opción del PRI es el diputado Jericó Abramo Masso (12.8%). El PRI necesita los votos del PAN para separarse de Morena y tratar de conservarse en el poder otros seis años.

La campaña de Jiménez, ahora desde la Secretaría de Desarrollo Social, se ha intensificado. El 2 de marzo, el gobernador Miguel Riquelme suscribió el acuerdo «Mejora Coahuila» con alcaldes, representantes del sector privado e instituciones civiles. La firma se realizó en Torreón, bastión panista donde los políticos de Saltillo han afrontado históricamente mayor oposición. El logotipo del convenio resalta por una «M» en verde, inicial del delfín priista, cuya sonrisa, en las fotografías de la ceremonia, contrasta con el gesto adusto de Riquelme y la mirada hacia abajo del alcalde Román Alberto Cepeda, otro de los aspirantes a la gubernatura.

El mismo día circuló en las redes sociales un montaje con el logotipo del programa. Sustituidas las letras «o» y «r» por una «i», el mensaje cambia: «Mejía Coahuila». El apellido es del subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, uno de los acompañantes frecuentes del presidente Andrés Manuel López Obrador en las conferencias mañaneras. El nombre del funcionario ha empezado a sonar entre los precandidatos de Morena al Gobierno de Coahuila, junto con Javier Guerrero, director de Operación y Evaluación del IMSS. En una de esas, la gubernatura vuelve a quedarse en La Laguna.

Alternancia en Hidalgo

Sin posibilidades de ganar por sí solo alguna de las seis gubernaturas en juego este año, la prioridad del PRI es Hidalgo. Las encuestas, sin embargo, anticipan la primera alternancia en ese estado caciquil, después de 93 años de dominio tricolor. Una encuesta de El Universal, previa al inicio de las campañas, el 3 de abril, concede al candidato de Morena, Julio Menchaca, una ventaja de 12.2% sobre la priista Carolina Viggiano, postulada por la coalición Va por México. De acuerdo con la pesquisa, publicada el 3 de marzo, el 35.76% «nunca votaría» por el PRI, mientras el 17.7% jamás lo haría por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La elección en Hidalgo pasaría inadvertida en Coahuila de no ser porque la candidata del PAN, PRI y PRD es esposa del exgobernador Rubén Moreira, en cuyo carácter ejerció gran influencia en el estado. Viggiano supera a Moreira en trayectoria política, pero le falta ser gobernadora. Su imposición, contra la voluntad de Omar Fayad, ejecutivo en funciones, dividió al priismo. El concepto de los hidalguenses sobre su paisana es ambivalente: el 40.2% dice tener de ella una opinión «muy buena/buena», pero el 41.8% la cataloga de «muy mala/mala». El 52.5% de las opiniones sobre Menchaca son positivas y el 17.5%, negativas, dice el sondeo.

Medida la intención de voto por coalición, la de Morena-PT-Verde-Nueva Alianza supera en ocho puntos porcentuales a la del PAN-PRI-PRD (31.5% contra 23.1%). La preferencia sube con Menchaca al 41% y con Viggiano al 28.8%. Por Francisco Berganza, candidato de Movimiento Ciudadano, solo sufragaría el 6.2%. El apoyo ciudadano a la alternancia lo refuerza la aprobación del 70.8% de los hidalguenses al presidente López Obrador. El gobernador Fayad tiene una calificación del 56.7%.

La encuesta de Mitofksy amplía la ventaja de Menchaca al 42.5% y reduce la intención de voto por Viggiano en medio punto (28.3%). El sitio de noticias Ojo_tres, con sede en Guanajuato, atribuye la tendencia a la popularidad del candidato de Morena, «así como al desprestigio que arrastra tanto la figura de Viggiano como la de los tres partidos que forman parte de la coalición que encabeza». El PRI y el PAN comparten la certeza del fracaso, dice el texto. El portal recuerda la denuncia de Acción Nacional contra el exgobernador Rubén Moreira «por un presunto desvío de 160 millones de pesos».

Rubén Moreira pudo hacer ganar a su hermano Humberto la gubernatura, imponerse como candidato y nombrar sucesor a Miguel Riquelme. Empero, no es igual manejar Coahuila, con todas las ventajas, que estados donde el poder está menos concentrado y existen equilibrios políticos y mediáticos. En las elecciones de 2021, Moreira perdió dos estados clave: Nuevo León, donde operó la campaña del priista Adrián de la Garza; y Campeche, donde Layda Sansores (Morena) venció apuradamente a Eliseo Fernández, de Movimiento Ciudadano. En la tierra de Alejandro Moreno, líder del PRI, el partido tricolor cayó al tercer lugar.

Si Moreira también es derrotado en Hidalgo, como apunta la mayoría de las encuestas, el golpe personal y para el PRI será demoledor, pues la candidata es su esposa. Además, si la sucesión en Coahuila se complica y Morena postula un candidato competitivo, los días del moreirato estarían contados. La región más próxima al afecto del presidente López Obrador y a la vez contraria al clan Moreira es La Laguna. La carta del partido guinda para enfrentar al delfín de Saltillo será lagunera. E4

Tendencia en Hidalgo

El universalMitofsky Massive Caller
Va por MéxicoCarolina Viggiano  28.8%28.3% 27.2%
Juntos haremos historiaJulio Menchaca41% 42.5%43.9%
15.3.22

Colosio, el asesinato que disparó la violencia en México

La delincuencia organizada se empoderó en el Gobierno de Salinas de Gortari y la guerra contra el narcotráfico arrastró al país a la barbarie

Tres sucesos conmocionaron al país en 1994 y lo marcaron para siempre: el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el 1 de enero, coincidente con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio; el asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo; y el de José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del PRI y entonces virtual líder del Congreso, el 28 de septiembre. El 23 de mayo del año previo, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, arzobispo de Guadalajara, murió en un enfrentamiento entre sicarios de los carteles de Sinaloa y de Tijuana, en el exterior del aeropuerto, mientras esperaba al nuncio apostólico Girolamo Prigione.

«(La muerte de Colosio) significó el tiro de gracia al régimen político de Partido de Estado».

Flavio Meléndez, investigador

En medio de las negociaciones de paz, el EZLN condicionó la renuncia de Salinas y de los gobernadores con su sello: «Para que haya elecciones libres y democráticas verdaderas es necesario que renuncie el titular del Ejecutivo federal y los titulares de los ejecutivos estatales que llegaron al poder mediante fraudes electorales. No viene su legitimidad del respeto a la voluntad de la mayoría, sino de su usurpación», acusó la organización en un comunicado (El País, 27.02.94).

Salinas terminó su sexenio envuelto en escándalos de corrupción y acusaciones de «asesino». Cuando el expresidente ya se hallaba exiliado en Irlanda, tras el encarcelamiento de su hermano Raúl por el atentado contra Ruiz Massieu, el periódico Nuevo Criterio, de la Archidiócesis de México, publicó en su editorial (Una voz discordante): «El autor intelectual del asesinato [de Luis Donaldo Colosio] estuvo en los más altos círculos de poder (El País, 21.08.96). «Son muchos los testimonios de la forma violenta con que el expresidente [Carlos] Salinas resolvía sus dificultades con los demás», advierte.

«…fue un parteaguas negativo, un hito nefasto que llevó a México por un derrotero donde todo se vale».

Agustín Basave, político y periodista. (BBC News Mundo, 22.03.19)

El EZLN concienció al país de la corrupción del sistema y de la injusticia social, enmascaradas con los «éxitos» del neoliberalismo salinista, las cuales también Colosio denunció en su discurso del 6 de marzo en el Monumento a la Revolución. Entrevistado por Alberto Nájar en ocasión del 25 aniversario del asesinato, Flavio Meléndez Zermeño, investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, dijo que la muerte de Colosio significó «el tiro de gracia al régimen político de Partido de Estado» (BBC News Mundo, 22.03.19), para dar lugar a un sistema político vulnerable a la delincuencia organizada.

En el marco de la guerra contra el narcotráfico, «ocurrió una interpenetración entre estructuras del Estado y del crimen organizado. Eso da impulso a la violencia, los asesinatos, las desapariciones. Son miles. El asesinato de Colosio conduce a una mutación del Estado mexicano, pero no a la democracia sino al estado del crimen (…), a un Estado delincuencial», observa Meléndez, autor del artículo El asesinato de Colosio. Locura compartida y lazo social en un caso de magnicidio.

Para el exlíder del PRD, Agustín Basave, la espiral de violencia en el país empezó con la muerte de Colosio: «…fue un parteaguas negativo, un hito nefasto que llevó a México por un derrotero donde todo se vale», declaró al periodista de la BBC. Las reglas no escritas para sortear la violencia política se rompieron en el atentado del 23 de marzo de 1994 en la colonia Lomas Taurinas, de Tijuana. «Allí empezó el clima de violencia que hoy tenemos», señala Basave, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford. Este 23 de marzo se cumplen 28 años de la muerte de Colosio. La bala de la Taurus .38 disparada por el «asesino solitario» (Mario Aburto) también liquidó carreras políticas, condenó a Salinas y acabó con el PRI. E4


Los 93 años del PRI, resultó más funeral que festejo

Moreno y Moreira han perdido todas las elecciones de gobernador. La ciudadanía se cansó de los abusos, la corrupción, y la prepotencia: Ulises Ruiz

Los cumpleaños del PRI eran un acontecimiento. Cada 4 de marzo se movilizaban a Ciudad de México gobernadores, alcaldes, senadores, diputados. En la ceremonia del 63 aniversario (1992), celebrada en la explanada de la sede nacional, un Carlos Salinas de Gortari exultante y en el culmen de la presidencia imperial, disfrazaba su doctrina neoliberal con el ropaje del «nacionalismo mexicano». El 24 de marzo 1994, mientras Salinas montaba guardia ante el féretro de Luis Donaldo Colosio, en el auditorio Plutarco Elías Calles, el priismo lo acusaba a voz en grito del asesinato de su candidato presidencial, muerto de un tiro en la cabeza. Seis años después, el PRI perdía la presidencia.

Dirigido en otro tiempo por revolucionarios (Lázaro Cárdenas), aperturistas (Carlos A. Madrazo), reformadores (Jesús Reyes Heroles) e ideólogos (Porfirio Muñoz Ledo), el PRI cayó al final en manos de corruptos y farsantes. En el peor momento de su historia, desprestigiado y a un paso de la extinción, el partido fundado como Nacional Revolucionario (PNR) por Plutarco Elías Calles, hoy es una caricatura; y su jefe, Alejandro Moreno, un títere con aspiraciones presidenciales, cuando ni siquiera pudo conservar su estado (Campeche) en las elecciones del año pasado.

El tándem Moreno-Rubén Moreira también perdió en 2021 las gubernaturas de Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. El PRI gobierna hoy cuatro estados, pero podría terminar el año solo con dos, pues Morena lo aventaja en Hidalgo y Oaxaca. En tal caso, se quedaría con Coahuila y Estado de México, los cuales elegirán gobernador en 2023 después de haber estado a punto de perder la elección previa; el primero con el PAN y el segundo con Morena.

Tras el fracaso electoral de 2021, Ulises Ruiz, exgobernador de Oaxaca, quien compitió con Moreno por la presidencia del PRI, publicó una carta dirigida a sus correligionarios donde acusa: «Los “dueños del partido”, los patrones de Alito (Moreno), siguen sin entender que la ciudadanía se cansó de los abusos, de la corrupción, de la prepotencia que les caracteriza (…). Desde la lección del 2018, el partido debió haber iniciado una transformación integral desterrando prácticas arcaicas como la simulación, el dedazo y la grosera imposición de dirigentes y candidatos. (…) La democratización de la vida interna era necesaria para darle aliento a la militancia y nueva vida al PRI».

La renuncia de Alejandro Moreno, planteada en la epístola de Ruiz, es irrelevante a estas alturas. La ceremonia del 4 de marzo pasado, más que celebración por los 93 años del PRI, pareció el funeral del dinosaurio que todavía a principios de 1989 gobernaba los 32 estados del país. En las exequias solo participaron los mandatarios de Oaxaca (José Murat) e Hidalgo (Omar Fayad), más que dispuestos a entregar el cargo a los candidatos de Morena, Salomón Jara y Julio Menchaca. Miguel Riquelme, de Coahuila, y Alfredo del Mazo, de Estado de México, hicieron mutis por el foro.

Sin partido, sin militancia y sin talento, el discurso de Moreno naufragó en la nadería. Los tiempos de cuando el PRI tenía ideología, se identificaba con las causas populares y movía multitudes, desaparecieron. Consumido por la corrupción y los escándalos, en su último aniversario solo le alcanzó para publicar en Twitter 93 «datos desconocidos», como su signo zodiacal y haber postulado al presidente «más guapo de México» (SinEmbargo, 04.03.22). Peña Nieto, el más frívolo y venal. E4

Torreón, 1955. Se inició en los talleres de La Opinión y después recorrió el escalafón en la redacción del mismo diario. Corresponsal de Televisa y del periódico Uno más Uno (1974-81). Dirigió el programa “Última hora” en el Canal 2 de Torreón. Director del diario Noticias (1983-1988). De 1988 a 1993 fue director de Comunicación Social del gobierno del estado. Cofundador del catorcenario Espacio 4, en 1995. Ha publicado en Vanguardia y El Sol del Norte de Saltillo, La Opinión Milenio y Zócalo; y participa en el Canal 9 y en el Grupo Radio Estéreo Mayrán de Torreón. Es director de Espacio 4 desde 1998.

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