Los directivos imponen su ley y someten a las autoridades, mientras crecen las sospechas de operaciones turbias e incluso de la influencia del crimen organizado en un negocio que representa miles de millones de dólares alrededor del mundo. La FIFA, en el ojo del huracán
Otra vez el futbol mexicano vuelve a ser noticia para mal. Como si no bastara que el grito homofóbico en los estadios le haya costado a la Federación Mexicana de Futbol más de 13 millones de pesos y la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) amenace con restarles puntos a la selección nacional en su camino hacia el mundial de Catar, la trifulca del 5 de marzo en La Corregidora, durante el partido entre Gallos Blancos de Querétaro y los Rojiblancos del Atlas —causante de 26 heridos— deja expuesta la falta de control y seguridad en todos los estadios del futbol del país y la necesidad de establecer medidas que eviten más derramamiento de sangre en una actividad que debiera ser de naturaleza familiar y no mortal.
El 14 de marzo la Fiscalía de Querétaro anunció que ya había 25 detenidos por la pelea y no es de extrañar que la cifra aumente pues las autoridades continúan con las investigaciones.
Tanto la directiva de la Federación Mexicana de Futbol como de la Liga MX, en coordinación con los dueños de clubes, están en la obligación de aportar soluciones a corto y mediano plazo para evitar que tragedias de este tipo vuelvan a presentarse. Por donde quiera que se le aborde, ya sea desde la perspectiva deportiva o un ángulo de negocios, a nadie favorece que la violencia haga mella en este deporte. Cualquier conato de violencia que se suscite dentro de un partido de futbol, trasciende cancha y estadio. Hiere a toda la sociedad.
Coctel para el caos
Sistema de controles ineficientes, barras beligerantes, escaso número de policías y un cuerpo de seguridad privada improvisado conformaron el coctel perfecto para que el caos se asomara en La Corregidora.
Tampoco se descartan pugnas internas que venían arrastrando las barras de ambos equipos que ya habían reñido en noviembre del 2021 en el estadio Jalisco de Guadalajara. Un seguidor de Los Gallos, aseguró reconocer al líder de huachicoleros de San Juan del Río, Querétaro, quien supuestamente se hizo acompañar de su banda para agredir.
«Llevó a sus sicarios, a la gente que ocupa para robar combustible y gas LP, fue la que participó en la golpiza», contó el joven.
Otro de los presentes en la riña —Omar «N»— señaló que la policía no intervino en ningún momento y que, de alguna forma, se permitió que ingresaran al estadio personas del exterior para agredirlos.
«La gente que no estaba en el estadio, abrieron las puertas y empezaron a meterse gente que estaba en el exterior, que no estaban en el partido… yo no vi un solo policía, estaba la gente de la seguridad privada del estadio, eran los que estaban, pero no tienen la capacidad para tratar un caso así», reclamó.
En cuanto a los efectivos policiacos disponibles, según Gabriel Solares, dueño de Gallos Blancos, apenas tenían cien estatales y 150 municipales para controlar un evento multitudinario catalogado de alto riesgo. La seguridad privada del estadio corría a cargo de la empresa GSEK9. Misma que en 2016 fue acusada de contratar a personas sin capacitación ni experiencia para participar en los operativos dentro y fuera de La Corregidora por un salario de 250 pesos por partido.
A estas personas se les pedía vestir de negro y presentarse en un punto desde donde se les trasladaba al estadio. Una vez allí, los colocaban en lugares estratégicos. Indicaciones e informes los recibían por teléfono. El día de la pelea se habían contratado 358 empleados de GSEK9. Ninguno intervino.
El secretario de Seguridad Ciudadana de Querétaro, Miguel Ángel Contreras, aseguró que la empresa incumplió con su compromiso de proporcionar los elementos necesarios.
«La empresa de seguridad privada no llevó a todos los elementos que tenían que haber llevado para cubrir el evento. Nosotros estamos realizando el informe correspondiente, mismo que será entregado al gobernador», afirmó.
En consecuencia, se cancelaron los contratos de seguridad que tenía el Club Querétaro con GSEK9, así como otros cinco contratos que tenía en la entidad para diversos eventos.
Tras lo sucedido en La Corregidora, la empresa no he emitido comentario alguno. Incluso cerró su cuenta en redes sociales.
INAI pide cautela con Fan ID
La riña en el partido Gallos-Atlas aceleró la puesta en marcha de la iniciativa Fan ID con la cual se pretende establecer mayor control de la afición que asiste a los estadios. A partir de la creación de una base de datos que se nutrirá con los registros personales y la imagen del rostro de los aficionados, los encargados de seguridad y los clubes tendrán conocimiento de quiénes visitan sus recintos. En caso de ser necesario, podrán invalidar su boleto de entrada.
Para Daniel Ancheyta, editor en jefe de la editorial deportiva Marca Claro, el Fan ID es una gran idea, pero las sanciones y las acciones de prevención deben ir más allá: «Se deberían acotar las barras, quitarles sus privilegios y controlarlas; quien no se quiera portar bien, que no vuelva a pisar un estadio en toda la Liga MX», advierte.
La mayor preocupación, en cambio, proviene del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) que advierte a la Liga MX y Femexfut no actuar tan de prisa, y antes, tomar en cuenta las leyes de privacidad y los riesgos en la recolección.
Se planea que en lo que resta del campeonato actual, los grupos de animación deberán mostrar una identificación oficial. En algunos estadios se espera incluso que todos los asistentes estén acreditados.
«El INAI como autoridad no puede quedar al margen, desoída por parte de la Femexfut y de todo lo que rodé este proyecto que ya comenzó. Indudablemente la protección de datos personales nos obliga a evaluar y en su caso, tomar medidas de autoridad, hay que cuidar la proporcionalidad de los datos personales y biométricos que les están requiriendo a las personas. Hemos visto que es un convenio de datos que incluye recabar para crear bases de datos personales de fans», argumentó el Comisionado presidente del INAI, Francisco Acuña.
La sugerencia no debe caer en saco roto teniendo en cuenta que entre los datos que se solicitan a los aficionados están su nombre, apellidos, fecha de nacimiento, edad, sexo, estado civil, ocupación, dirección, teléfono de contacto, correo electrónico e identificación oficial, con rostro y huella digital.
Si esta información no se protege, los asistentes a los estadios podrían convertirse en víctimas potenciales de estafas, extorsiones e incluso robo de identidad.
Goles y corrupción
No solo la violencia daña la imagen del futbol. Las enormes cantidades de dinero que se mueven detrás de cada juego no se limitan a lo que sucede en la cancha, se extienden hasta los espacios publicitarios, casas de apuestas, tiempos de transmisión televisiva, organización de eventos, entre otras muchas fuentes millonarias de ingresos para los dueños de clubes, estadios y funcionarios de las distintas organizaciones del más universal de los deportes, que han terminado por convertir el futbol en un negocio jugoso donde los escándalos por corrupción no suelen escasear.
Una investigación realizada en enero del año pasado por el periodista Amir Ibrahim, director de ElQuintanaRoo.mx., señala a Greg Taylor, promotor de futbolistas y accionista de los Gallos Blancos de Querétaro, como líder de una red de corrupción dentro del futbol mexicano que obtenía ganancias millonarias a partir de la compra-venta de jugadores a sobreprecio.
La pesquisa cubre las operaciones realizadas entre 2011 y 2016, lapso durante el cual el promotor colocaba jugadores de manera estratégica para controlar los procesos de transacción, apoyado por algunos directores técnicos.
Promanage, empresa propiedad de Taylor, fungía como intermediaria entre los futbolistas y los clubes. Adquiría a un precio bajo los derechos de los jugadores y luego los ofrecía con un valor hasta cien por ciento mayor.
«Este incremento se facturaba como conceptos de comisión y las ganancias las repartía Taylor con sus allegados y a veces con los clubes. Los estatutos de la FIFA en ese entonces estipulaban que la remuneración al intermediario no podía superar el 3 por ciento del total», apunta (Futboltotal, 11.01.21).
La investigación coincide con las declaraciones de Víctor Manuel Vucetich, extécnico de las Chivas de Guadalajara, quien confesó en el programa de Facebook Confesiones con Miguel Arizpe que a lo largo de su carrera ha sido testigo de actos de corrupción a los que no se ha prestado.
«Siempre me han pedido que meta algunos jugadores y que nos va a ir bien a los dos […] Yo he sido un obstáculo para muchos de ellos, por obvias razones, porque no me presto a nada, en automático soy rechazado por los mismos representantes», declaró.
Además, el Rey Midas añadió que «muchos medios de comunicación están coludidos con representantes, jugadores y directivos», aunque no mencionó nombres.
FIFA gate
Las manchas en el futbol no son privativas del entorno mexicano. La máxima organización que rige este deporte a nivel mundial, la FIFA, también ha sido protagonista de escándalos por sus manejos turbios.
El mayor de ellos tuvo lugar en 2015 cuando 14 personas —nueve de ellas asociadas a la FIFA— fueron acusadas de fraude, crimen organizado y lavado de dinero por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de IRS Investigación Criminal (IRS-CI).
Las imputaciones por corrupción y sobornos que ascendían a 150 millones de dólares ponían en entredicho la designación de las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022, la Copa América Centenario que se celebró en Estados Unidos en 2016 y contratos de patrocinio de ropa.
Otro escándalo involucró al entonces presidente de la FIFA, Sepp Blatter, y el jefe de la Union of European Football Associations (UEFA), Michel Platini, quienes fueron suspendidos por ocho años de cualquier actividad relacionada con el fútbol tras haber sido hallados culpables de violar el código de ética en relación con un «pago desleal» de 1.8 millones de euros en 2011. De los cargos de corrupción y soborno, en cambio, fueron absueltos. E4
Lista negra de antecedentes
La historia del futbol mexicano recoge episodios de violencia que atentan contra los valores del deporte y su esencia misma, marcada por el bienestar familiar, la promoción de la salud y el fortalecimiento de los vínculos sociales. Fanatismos, intereses comerciales, ausencia de organización, entre otras causas, han provocado —o no han podido evitar— desde peleas tumultuarias hasta balazos.
A continuación, una breve síntesis de los casos más notorios y deplorables:
2019
Gallos Blancos vs. Atlético de San Luis
En efecto, la reciente trifulca de los Gallos Blancos del Querétaro no es la primera en su haber. En 2019, en un choque contra el Atlético de San Luis, el árbitro tuvo que suspender el partido (Gallos vencía por dos goles de diferencia) porque estalló una pelea en las tribunas. Ante la andanada de piedras, botellas y palos, muchos asistentes corrieron al terreno para ponerse a salvo.
Al final, al menos 33 personas heridas. Se vetó al estadio por dos cotejos y se impuso una multa de 506 mil pesos para ambos equipos.
2018
Rayados vs. Tigres
Cuando el encuentro del Clásico Regio ni siquiera había comenzado, cuando seguidores de Rayados se toparon en la calle con aficionado de Tigres e hirieron de una puñalada a uno de ellos. La víctima fue trasladada a un hospital donde estuvo a punto de perder la vida. La policía logró dar con el culpable, que fue detenido y liberado meses después tras pagar la reparación del daño. No hubo sanciones entonces. Las autoridades alegaron que el incidente había ocurrido afuera del estadio.
2015
Chivas vs. Atlas
Otro clásico, el tapatío, también sirvió de escenario para una pelea masiva cuando los seguidores de los rojinegros no soportaron el marcador adverso de 1-4 y asaltaron la cancha. El partido fue suspendido, aunque en esa ocasión la policía les hizo frente. Diez detenidos y nueve heridos se contabilizaron. El Estadio Jalisco fue cerrado por dos encuentros y el Club Atlas recibió una multa de siete mil días de salario mínimo.
2011
Santos vs. Monarcas
Con todo el país abocado a la lucha frontal contra el narcotráfico, por disposición del entonces presidente Felipe Calderón, gran susto se llevó la afición de Santos y Monarcas cuando a los 40 minutos del partido entre ambas escuadras se escucharon disparos en las afueras del estadio.
Los futbolistas y el cuerpo de árbitros abandonaron la cancha para buscar refugio, al tiempo que las personas del público se tiraron al suelo para protegerse.
Aunque no hubo heridos, sí se reportaron desmayos y crisis nerviosas. Fuentes indicaron que el tiroteo se desató tras un ataque a la policía municipal de Torreón.
El hecho culminó con un oficial de policía herido. En las bardas del estadio quedaron huellas de los proyectiles.
1985
Pumas vs. América
La final de Pumas y América de 1985 marca la peor tragedia del futbol mexicano y no fue por causa de ninguna trifulca. El problema sucedió cuando más de 30 mil personas intentaron ingresar al unísono al Estadio Olímpico Universitario para ver el partido. Quienes utilizaron el Túnel 29 que conecta al graderío con la explanada del inmueble auriazul quedaron atrapados por la fuerza de la embestida humana. La falta de oxígeno, el calor y los empujones provocó la muerte de ocho personas, incluidos tres menores de edad.
Se contaron, además, 70 lesionados y 21 detenidos. Desde esa fecha, el Túnel 29 quedó clausurado.
Sanciones por altercado
- Club Gallos Blancos pierde 0-3.
- Todos los juegos de otras ligas en el estadio Corregidora se celebrarán a puerta cerrada por un año.
- En ese mismo tiempo el equipo de primera división tendrá que jugar sus partidos también a puerta cerrada, pero en otro estadio fuera de Querétaro.
- El grupo de animación (barra) está impedido de asistir durante tres años a los juegos de local y un año a los partidos de visitante.
- Sanción económica por un millón 500 mil pesos.
- La directiva, encabezada por Gabriel Solares, será desafiliada y sus integrantes suspendidos por cinco años para ejercer cualquier cargo dentro del futbol mexicano.