La mala sombra de AMLO para las mujeres de la 4T

Hay árboles cuya sombra envenena y la sombra de Andrés Manuel López Obrador es de esas, muy tóxica y avasallante para las mujeres de la Cuarta Transformación (4T), porque este necio patriarca no las deja gobernar. Y todas, desde la secretaria de Gobernación hasta la más humilde regidora, desde Claudia Sheinbaum hasta la más sencilla candidata de la 4T, siguen y obedecen sus consignas, sus caprichos y sus tremendos yerros. No las deja ser ellas mismas, AMLO es el mayor generador de violencia política de género, este presidente malasombra las arrastra al fracaso total.

Y aquí no vamos a pedir que vote en contra de las candidatas de Morena porque eso sería violencia política de género, pero sí es necesario reflexionar sobre el gran fracaso de las mujeres que actualmente gobiernan representando a la 4T, ya que, todos sabemos, su peor desempeño ha sido la seguridad pública, creer en los abrazos y no balazos.

Empezando el sexenio, AMLO cometió el error de nombrar a doña Olga Sánchez Cordero en la Secretaría de Gobernación (Segob), una instancia responsable de la gobernabilidad, la armonía política, el Estado de derecho y la paz social. Y doña Olga, por su edad y su apariencia de abuela dulce y buena, pues para la cosa de meter orden e imponer respeto fue un rotundo fracaso. Igual sucede con Luisa María Alcalde Luján, muy bella, pero muy novata para una dependencia como debe ser Gobernación.

Mal está este columnista cuando alaba a don Gustavo Díaz Ordaz que decía desde Gobernación: «Soy feo, así soy yo. Pero al secretario de Gobernación no sólo se le debe tener respeto sino un poco de miedo. Es saludable para el país». Y vaya que don Gustavo era temible. Defenestró a varios gobernadores. Encarceló al desafiante líder magisterial disidente Othón Salazar. Acotó movimientos guerrilleros, magisteriales, estudiantiles, campesinos, ferrocarrileros, médicos y conflictos electorales. Acabó con la rebelión de Rubén Jaramillo. Tlatelolco no se olvida. No es un ejemplo a seguir. Pero pacificó a este país que ahora es un caos.

Y a nivel estatal también las mujeres de la 4T son un verdadero fracaso. Vea usted el caso de Guerrero, un estado desde siempre violento, mafioso, guerrillero y caciquil. Ni el duro general Raúl Caballero Aburto ni el cacique Rubén Figueroa Figueroa, tampoco su hijo Rubén Figueroa Alcocer pudieron gobernarlo, hombres de horca y cuchillo, de masacres como la de Aguas Blancas y si no pudieron, menos van a poder gobernar unas mujeres dizque de izquierda, a la sombra de AMLO, de abrazos no balazos como la gobernadora Evelyn Salgado y alcaldesas como Abelina López de Acapulco y Otilia Hernández de Chilpancingo.

Y así podemos seguir mencionando a mujeres de la 4T muy inútiles para el Gobierno y la paz social. Desde Baja California y Tijuana gobernadas por mujeres. Colima y su capital, las más violentas del mundo, gobernadas por mujeres 4T. Campeche, Estado de México y Delfina, Cuernavaca, Cuautla, Nuevo Laredo, Aguililla, Lázaro Cárdenas, Múzquiz, etcétera.

Pero no son ellas las incapaces. El patriarca Andrés Manuel las hizo sus acólitas, las nulifica. Basta mirar el endiosamiento de Claudia Sheinbaum con el peje. Su ritual de fe, su entusiasmo apoteósico, su indigno vasallaje. Andrés estudió junto a Isidro del Bosque, el popular Chilín, ciencias políticas en la UNAM, son políticos todoterreno, saben vencer y convencer, son los más avezados maestros en el difícil arte de vender humo.

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