La urgente reconversión de Monclova

Leemos con interés el artículo de Claudia Luna Fuentes del domingo pasado en Vanguardia, «El extraño cielo limpio. AHMSA o el dinosaurio» y en verdad preocupa la crisis de Altos Hornos de México (AHMSA) que tiene en vilo a Monclova y a toda la economía regional.

Y es que están en riesgo miles de empleos directos e indirectos de esa vital siderúrgica. Comprometidas las compañías mineras y las empresas proveedoras. La caída de AHMSA desplomará el ingreso, el consumo, el comercio, el ahorro y la inversión. Se elevarán las deudas, el desempleo, la delincuencia y la inseguridad.

Y aunque sería muy difícil imitar a otras entidades que han salido adelante tras el colapso de sus acereras, hoy es urgente seguir el ejemplo de ciudades como Pittsburgh, en el estado de Pensilvania, la otrora «Ciudad del Acero», que llegó a tener 260 siderúrgicas y miles de acereros y mineros del carbón en los Apalaches, una bonanza que colapsó tras la crisis del acero de los años 80 del siglo pasado y que obligó a «congelar» los altos hornos y a una inmediata reconversión. Sin duda que fue una época difícil para Pittsburgh, ciudad que ya no cuenta con ninguna siderúrgica y cuya economía se diversificó a la medicina, educación, alta tecnología, banca, manufactura y turismo. Pittsburgh es ejemplo mundial de reconversión industrial audaz y exitosa.

Vale decir que fue vital en el renacimiento económico de Pittsburgh la solidaridad de sus habitantes, la diversificación empresarial, la gestión gubernamental y la inversión de los magnates que, en agradecimiento de haber hecho su fortuna en esa ciudad, reinvirtieron ahí sus capitales.

La armonía de los trabajadores del acero de Pittsburgh se refleja en la película The Deer Hunter donde obreros siderúrgicos viven como en los mejores tiempos de nuestra «Monclovita la Bella», de modo fraterno y feliz hasta que la guerra de Vietnam los trastocó. Ojalá que los sindicatos en Monclova no sigan enfrentándose porque es una pésima señal para los inversionistas. Y de plano no creemos que Alonso Ancira invierta su fortuna en Monclova, él no es un real empresario. Nunca tuvo empresa hasta que el presidente Carlos Salinas le «vendió» la minera Real del Monte y AHMSA en el año 1991. Ancira es carne de presidio.

¿Son aún factibles los altos hornos de Monclova y el colosal ferroducto desde las minas de Hércules? China cuenta con 27 acereras de las 50 más grandes del mundo. Produce mil cien millones de toneladas de acero al año. En México se producen 18 millones de toneladas. Para AHMSA, que tiene décadas con problemas financieros, será difícil competir con tal prodigio.

Así pasó con las acereras de Bilbao, España, y sus astilleros de diques colosales. Pero, al igual que en Pittsburgh, la crisis del acero todo lo arrasó. Y vino la reconversión con políticas keynesianas imitando al New Deal del presidente F. D. Roosevelt. Aunque no creemos que López Obrador tenga la capacidad de esos estadistas que han convertido las grandes depresiones en superación y progreso.

Y es que Andrés aborrece al Norte y solo le apuesta al Sur y, además, solo sabe repartir dinero en efectivo. Dinero electorero malgastado que nunca será motor de la economía de este país que, en este sexenio, crecerá un marginal promedio anual del 1.5%. El peor de los últimos cinco sexenios.

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