Lo que no se puede decir

Se puede decir… que la mentira se inventó para «mentir»

Pero no se puede decir… que hay de mentiras a «mentiras». Su variedad es larga y tendida, y cada quien miente como mejor le conviene, pues según estudios sobre la mentira, los más mentirosos resultaron ser los de la clase política, que lo hacen sin morderse la lengua, sobre todo cuando andan en campaña, con el fin de obtener el sufragio de la ingenua ciudadanía, que todavía cree en ellos, y las más famosas son las mentiras necesarias, la piadosa o la maldita, y en este momento me gustaría saber derecho y sin mentira, quién ha mentido más sobre la «salud» de AMLO.

Se puede decir… que AMLO sufrió un «vahído»

Pero no se puede decir… que eso sucedió en la blanca «Mérida». Según los informes preliminares sobre la salud del presidente, fueron sobre que de repente cuando se disponía a desayunar se desvaneció, según informó un medio escrito de prestigio de allá, y que después al día siguiente lo confirmó en una nota por escrito, entonces quién dice la verdad, ya que la 4T ha dado pie a una y mil especulaciones, ya que no se ha dignado en dar un parte profesional médico, pero en toda esta desinformación, lo importante y más sobresaliente, es que el señor presidente «aún» vive.

Se puede decir… que sigue acumulando «delitos»

Pero no se puede decir… que al paso que va jamás saldrá de la «cárcel». El exprocurador general de la república, Jesús Murillo Karam, enfrenta un complejo juicio por la desaparición de los estudiantes normalistas, al que a diario se le agregan delitos y más delitos, de los que nunca se librará, sino todo lo contrario, porque si hoy le dictaran sentencia por todos ellos, con lo que le queda de vida, no alcanzaría a cumplir los años que le aplicarían de

sentencia, por eso debe declarar con la verdad lo que sabe de los desaparecidos, y obtenga una «sentencia» benigna.

Se puede decir… que es famosa por partida «doble»

Pero no se puede decir… que ella es la titular de «Conade». Ana Guevara, que ganó fama como deportista, y que a raíz de eso AMLO la nombró titular de la Comisión Nacional del Deporte, pero al correr del tiempo, se le han hecho temerarios señalamientos por parte de diversos deportistas en el sentido de que es una funcionaria corrupta de altos vuelos, a tal grado, de que es la número uno de ese delito dentro de otros corruptos que deambulan dentro de la 4T, ya que según se rumora, esos recursos destinados al deporte, fueron desviados a «ciertos» bolsillos.

Se puede decir… que el avión por fin «voló»

Pero no se puede decir… que ya era «tiempo». El avión presidencial se compró a precio de oro, y se vendió a valor de remate a un lejano país de Asia Central, porque la 4T ya no sabía qué hacer con esa nave ostentosa, que fue adquirida por Felipe Calderón, y ahora nada más queda que el importe de esa venta rebajada… perdón, ansiada, quede en buenas manos, y se destine a lo que predica AMLO, y no se salgan con la tangente de que mejor se utilizará en otras cosas o prioridades, porque el dinero contante y sonante, siempre «quema» las manos.

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