Lo que no se puede decir

Se puede decir… que el dinero «escasea».

Pero no se puede decir… que hasta en los ricos «también». Ha sucedido un caso insólito en la Bolsa Mexicana de Valores, que consiste en que varias empresas de prestigio, tuvieron que salirse de ella, por no cumplir con uno de los requisitos básicos, que consiste en carecer del suficiente flujo monetario que se requiere, para tener el privilegio de cotizar en dicha Institución; imagínese nada más, si eso le pasa a los pudientes, cómo andará el grueso de los mexicanos, que no tienen ni para comer, por no traer un «peso» en la bolsa.

Se puede decir… que en la foto quien se mueve no «sale».

Pero no se puede decir… que las corcholatas andan alborotadas y «movidas». Al darles AMLO permiso, autorización y más que nada el VoBo —visto bueno—, se lanzaron al ruedo en bola, para hacer campaña rumbo a la grande, aunque la favorita del presidente es doña Claudia, los otros de Morena a ojos cerrados hacen también su luchita, sencillamente porque se les ha permitido, sin tomar en cuenta tanto ella como los demás, de que peligran en quedarse vestidos y alborotados, todo dependerá del estado de ánimo en que se encuentre el señor presidente a la hora de elegir, o sea, que ninguno «está» seguro.

Se puede decir… que siempre permaneció la «mentira»

Pero no se puede decir… que nunca se dijo la «verdad». Tuvieron que pasar más de 20 días para decirles la mentira maldita: que el rescate de los 10 mineros se hará dentro de 11 meses, en el pozo el Pinabete, lo que dejó a los familiares de una pieza, y que seguirán clamando en el desierto, porque hasta el mismo AMLO los abandonó, con lo que se confirma que desde el primer día desaparecieron ya que se los llevó la corriente, y las autoridades solo estuvieron engañando que los iban a rescatar, y nunca lo hicieron, ni permitieron que alguien «más» lo hiciera.

Se puede decir… que la verdad real nunca ha «existido»

Pero no se puede decir… que por eso brotó la verdad «histórica». El sonado caso de los desaparecidos estudiantes normalistas fue tomado por la PGR, después de diez días de los hechos, por eso el exprocurador en ese momento, y hoy encarcelado, no le quedó otra que fabricar, crear e inventar la verdad histórica, de la que tanto se jacta, porque sabía que para ello no había pruebas ni testigos de lo que en ella se narró, por eso, el presidente desde lejos le gritó que diga quién le ordenó que dijera lo que dijo, aunque hay otra opción donde se sabrá más, cuando declare Tomás Zerón, a punto de «ser» extraditado.

Se puede decir… que AMLO se salió de sus «casillas»

Pero no se puede decir… que un reportero fue el «causante». De repente la mañanera se volvió un bumerang, cuando un comunicador le preguntó que si él y su incómodo hermano Pío eran corruptos, y para pronto el señor presidente le contestó que no, contestación que hizo en un tono agrio y agresivo, al no poder controlar su enfado por esa pregunta inoportuna, que lo encendió y lo puso en marcada incomodidad, siendo dominado por su irritabilidad, proceder que todos los presentes como los televidentes y radioescuchas, no lo «podían» concebir.

Se puede decir… que todo sube y nada «baja»

Pero no se puede decir… que es la cuesta de enero que seguirá por el resto del «año». En las tienditas de la esquina, las tiendas de conveniencia, los mercados y los súper tradicionales, no se dan abasto remarcando a cada instante sus productos y mercancías, y los clientes, sobre todo las amas de casa, el dinero diario que llevan en sus bolsillos o monederos, les alcanza solo para comprar dos o cuando mucho tres productos de la canasta básica, y ni modo, no queda más que seguir amarrándonos el cinturón, hasta que el estómago se «junte» con el espinazo.

Se puede decir… que Alito no encuentra su «lugar»

Pero no se puede decir… que jamás lo «hallará». El conductor del PRI, ni en su casa puede estar tranquilo, tampoco en San Lázaro y mucho menos en el tricolor, al político de marras ya se lo han dicho una y mil veces que se vaya de una vez por todas del partido, porque lo está dañando con la larga cola que se carga, ya que hay en su contra varios delitos penales, y mejor sería que se dedicara a preparar su defensa, porque lo va a necesitar, y se deje de tanto escándalo, y discretamente se vaya a donde nadie lo vea, o será que sueña en ser «candidato» presidencial.

Se puede decir… que nunca es «tarde»

Pero no se puede decir… que tratándose de salvar vidas sí lo «es». Desde el primer minuto de la tragedia suscitada en la mina el Pinabete debieron de haber dejado a los compañeros mineros entrar al pozo para rescatar a los atrapados, porque ellos conocen como la palma de sus manos las entrañas de la tierra y los secretos que esconde, pudiendo haberlos salvado, ya que en esto vale más la experiencia que la técnica, pero no los dejaron bajar, y ahora es muy tarde, el que vengan rescatistas extranjeros a realizar esas labores, «demasiado» tardías.

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