Se puede decir… que hay de herencias a «herencias»
Pero no se puede decir… que la que dejará AMLO es una papa «caliente». En realidad, quien tiene conocimiento de que pronto recibirá un legado, se le nota a leguas su felicidad, alegría y dicha. En cambio, la herencia que dejará el presidente de la república, cuando termine su mandato a la mujer que resulte su sucesora, le dejará una larga lista de problemas por resolver, que cuando los vea y analice, hasta se arrepentirá de haber nacido, y es posible que también le darán ganas de aventar la toalla, al darse cuenta que el hueso presidencial, es una «herencia» maldita.
Se puede decir… que Miguel Ángel Riquelmetambién «mintió»
Pero no se puede decir… que dentro de su Gobierno terminaría el Metrobús. Pues resulta que ya se va, y lo prometido en determinado momento de que él si terminaría el proyecto de esa obra controvertida, resulta que no fue cierto, dejando a los laguneros con un palmo de narices, y ahora el nuevo gobernador tendrá que hacerse cargo de esa enorme problemática, que no es cualquier cosa, ya que tendrá que volver a empezar, porque las terminales que se construyeron actualmente no sirven, al estar casi todas destruidas, por no decir colapsadas, esperando, que él «sí» cumpla.
Se puede decir… que no es santo de su «devoción»
Pero no se puede decir… que AMLO le está poniendo «trabas». Entre los candidatos para gobernar a la Ciudad de México, está el favorito de Claudia Sheinbaum, Omar García Harfuch, que considera el ideal, pero también tiene ciertos detallitos en su contra, como el haber colaborado con el delincuente Genaro García Luna, y lo más delicado: él era jefe de policía federal cuando sucedió la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, por eso el señor presidente lo está investigando, pero donde manda la exjefa de la Ciudad de México, AMLO, ya no puede meter «su» cuchara.