Lo que no se puede decir

Se puede decir… que AMLO todo lo tiene fríamente «calculado»

Pero no se puede decir… que así se las «gasta». Él juega con la tercia de abogadas para sustituir a Arturo Zaldívar, a sabiendas de que le serán rechazadas, y después mandará otras tres, con las que sucederá lo mismo, y así sucesivamente hasta tener el campo libre por completo para mandar a una sola, la que finalmente ocupará el lugar del sumiso don Arturo, el cual aventó la toalla, para irse con Claudia Sheinbaum, quien por órdenes de AMLO, lo recibirá con los brazos abiertos para reforzar su costoso equipo, porque ya vuela rumbo a la presidencia, por obra y gracia de ya «saben» quién.

Se puede decir… que Xóchitl y Claudia ya son «precandidatas»

Pero no se puede decir… que veremos de cuál cuero saldrán más «correas». AMLO, acostumbrado a ganar y si pierde arrebata, jamás se imaginó que, si arremetía contra Xóchitl Gálvez, le iba a salir el tiro por la culata y le daría fuerza en la candidatura presidencial, quitándole el sueño por no poder arrebatarle ni una sola brizna de popularidad, sino todo lo contrario, ya que cada vez que la menciona la eleva, volviéndose rijoso al cubo en contra de ella, que de nada le ha servido, quedándole como único camino apoyar a su corcholata preferida, con «millones» de pesos.

Se puede decir… que AMLO es el que sigue «mandoneando»

Pero no se puede decir… que donde manda capitán no gobierna «marinero». A Claudia Sheinbaum le hizo ver su fortuna, a la que no le quedó de otra que hacer de tripas corazón, puesto que el desaire que le aplicó no tiene nombre, sin embargo, tiene que soportar todo lo que le haga, porque sabe que tarde o temprano se sacará el premio mayor, que no será un palo para quebrar piñatas, sino un mando de verdad, de oro puro, que bien vale la pena aguantar una cachetada y poner la otra mejilla para recibir todas la que le dé, que al fin y al cabo, pronto le vendrán «tiempos» mejores.

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