En el siguiente enlace de mi página web, encontré un comentario sobre la tan temida bacteria Helicobacter pylori a la cual se le ha atribuido que causa cáncer de estómago. Sin embargo, en realidad se trata de un comensal normal del tubo digestivo y que incluso tiene efectos benéficos digestivos. Un lector del mero Torreón Coah., comenta el terror que ha vivido relacionado con esta bacteria:
https://www.kiskesabe.com/wp-admin/post.php?post=6474&action=edit
Textualmente, nos comenta: «En 2014 me hice una endoscopia y en la biopsia me salió hernia hiatal, gastritis, esófago engrosado, esofagitis, Helicobacter negativo y Barret en estudio de clínica privada. Me puse a pensar porque yo ni reflujo ni agruras padecía, solo ardor de estómago en un periodo de un año por eso me hice el estudio. Me dijo el médico que cada seis meses debía hacerme endoscopias y decidí ya no ir. Un gastro me dijo que mi estudio le parecía raro porque en el video de la endoscopia macroscópicamente no tenía Barret, pero microscópicamente sí. Por la carencia de recursos y un seguro de gastos médicos y con el objetivo de operarme fui al IMSS y el internista me mando hacer la serie esófago-gastro-duodenal. Solo salió gastropatía crónica, no me salió hernia ni esofagitis ni el engrosamiento por Barret ni nada raro en el esófago. El internista del IMSS me dijo que no traía todo eso que me habían dicho en el estudio privado. Hace años le escribí esto en una publicación suya sobre las endoscopias y usted amablemente me respondió su punto de vista. Hay periodos en los que padezco acidez y pienso que si tenía el Barret voy a agravar el problema, pero ya no quiero endoscopias, mejor trato de tranquilizarme. He leído estudios y la sobrevida de los Barret es similar a la de la población sin este problema y hasta acaban muriendo por otras causas. En un artículo de Dinamarca mencionan que hasta puede ser innecesario tanto estudio por el coste económico y moral para el paciente, ya que el Barret no aumenta mucho el riesgo de cáncer. Según el estudio, el riesgo del Barret de terminar en cáncer es de 0.12% anual. Gracias a doctores como usted, que realmente hay pocos, leyendo sus artículos se aprende bastante sobre cualquier especialidad y hacerle frente al terrorismo médico que sobre abunda hoy en día. Y Como dijo usted: “Vivir con miedo a enfermarse y vivir con miedo a morir, es vivir con miedo a vivir”. Saludos, que bueno que ha vuelto a escribir más artículos después de más de un año. Saludos desde Torreón, Coah».
«Hola, René, me haces recordar a un ilustre maestro de gastroenterología, allá en Torreón donde hice un año de internado de medicina interna, en 1971, el doctor Raúl Adalid. Le aprendí algo de cómo ejercer profesionalmente la medicina para bien del enfermo. En aquel tiempo no había endoscopias, los estudios eran con imágenes radiológicas, y no había tanto terrorismo como ahora en que el dolor y el sufrimiento humano se ha convertido en una mercancía muy productiva para algunos médicos que abusan de la confianza que los enfermos depositan en su gran investidura académica, investidura que no siempre garantiza responsabilidad moral para con los enfermos. No importa tanto la cantidad de conocimientos teóricos y prácticos que un médico acumula, sino el fin u objetivo con que utiliza esos conocimientos: para bien del enfermo o para bien del médico. Ya añadí otro texto relacionado con este de Helicobacter pylori, vellocino de oro en gastroenterología. Esta bacteria se sabe que habita con nosotros, personas sanas, desde hace varios miles de años, con la tecnología actual la aislaron y le cargan los escasos muertitos por cáncer de estómago. Y te comparto un enlace donde se comentan las complicaciones de la endoscopia, que por fortuna vives para conocerlas. Saludos».
Las complicaciones de la endoscopia digestiva alta están en el orden del 0.13% y la mortalidad es sumamente baja. Dentro de estas se encuentran las cardiopulmonares, las relacionadas con la sedación, las infecciosas, la perforación y la hemorragia. Las primeras son las más frecuentes y oscilan desde leves cambios en los signos vitales, hasta el infarto de miocardio y, en gran parte, se deben a inadecuada saturación de oxígeno por problemas de intubación o por factores inherentes al paciente.
Complicaciones infecciosas: La incidencia es relativamente baja y son primordiales las medidas adecuadas de esterilización.
Perforación y hemorragia: Es una complicación poco frecuente y sus factores predisponentes son de estenosis esofágica seguida de maniobras de dilatación, o de tumores. En este último caso la mortalidad es elevada. Las perforaciones pueden suceder por maniobras de dilatación al dilatar el esófago o al tomar biopsia de la mucosa del estómago. Los signos clínicos son fiebre, crepitación y dolor torácico, en caso de esófago o peritonitis química muy grave en caso de perforación gástrica. El diagnóstico se confirma por tomografía computada. El pronóstico es bueno si se repara la perforación dentro de las primeras horas de ocurrida. No obstante, me constan dos casos de muerte después de una endoscopia gástrica, sin necesidad pues ese par de pacientes yo los estaba tratando de colitis con estreñimiento y «dolor en la boca del estómago». Uno de ellos, un citricultor y fuerte «colotero», tenía 28 años de edad.
Lea Yatrogenia