Lo que no se puede decir

Se puede decir… que la corrupción no ha «disminuido»

Pero no se puede decir… que es un mal que llegó para «quedarse». Desde que AMLO entró a la política, siempre pregonó a grito abierto que en la primera oportunidad que tuviera, acabaría con ella, en pocas palabras, desde que fue candidato a la presidencia de México ese fue su propósito primordial, al grado que durante su campaña la tomó como bandera, y una vez ya como presidente, siguió con lo mismo, teniendo a estas alturas un resultado negativo en ese renglón, ya que, al estar por terminar su mandato, tal delito sigue casi «como» al principio.

Se puede decir… que volveremos para soportar a las «campañas»

Pero no se puede decir… que así fue el Año Nuevo en su «arranque». Los partidos políticos que han lanzado a sus precandidatas ya se preparan para gritar a voz en cuello y a los cuatro vientos —cada uno por su lado—, que es el mejor, lo que no basta con decir, sino demostrar, y sobre todo convencer a la ciudadanía con pruebas y con hechos, para que a la hora de votar den su voto con fe y confianza, ya que hasta hoy, existen dudas sobre las que se sienten firmes con tener en la bolsa la presidencia, todavía, puede surgir una sorpresa de «última» hora.

Se puede decir… que Claudia Sheinbaum promete más de lo «mismo»

Pero no se puede decir… que su precampaña en eso la «basa». De ella no hay nada nuevo, todo lo que dice y menciona es continuar con lo que le ordena, impone y marca AMLO, o sea que si la suerte la favorece y gana las votaciones para obtener la presidencia de México, continuará al pie de la letra con el proyecto de Gobierno que le heredará el régimen de la 4T, por eso desde hace cinco años la han venido puliendo y preparando para consolidar tal plan, y con él seguirá gobernando don Andrés Manuel López Obrador, pero será «detrás» del poder

Se puede decir… que seguirá la regularización de los «chocolates»

Pero no se puede decir… que es con miras a recabar «votos». La 4T no la brinca sin huarache, porque al ser el año 2024 un año netamente electoral, continuará el dañino programa de regular carros chatarra, procedentes de Estados Unidos, con el fin de apoyar a la clase media baja a que adquiera un vehículo de los llamados chocolates, afectando de lleno a la industria automotriz, y lo hace con el fin de que esos beneficiados, que tanto presume AMLO, correspondan el día de las elecciones con su sufragio, a favor de los «candidatos» de Morena.

Se puede decir… que sigue la mata «dando»

Pero no se puede decir… que ya se hizo «hábito». En 2023 se aceleraron en una forma exagerada, inaugurar sin ser terminadas todas las obras de relumbrón, y para prueba basta un botón: para sellar el término del Año Viejo, AMLO volvió a las andadas al abrir la Megafarmacia del Bienestar sin estar surtida totalmente, pues todos los estrenos que vino haciendo fueron por dos razones: una para no perder la costumbre, y la otra: para presumir al mundo entero, como lo acaba de hacer, con la superfarmacia más «grande» del mundo.

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