Los Yáñez Arreola y el fraude en Jurisprudencia

Es de sobra conocido que los Yáñez Arreola lo que menos respetan es el Estado de derecho. Son retorcidos y de sinuosas motivaciones. Se trata de Juan José, magistrado del Tribunal Superior de Justicia, y de Alfonso, director de Jurisprudencia de la UAdeC. Ambos de apellido Yáñez Arreola. Su más retorcida paradoja consiste en que Juan José imparte justicia y Alfonso es maestro de la ley. Una realidad muy tóxica que nos mueve al estupor si consideramos que justicia y ley en manos de estos individuos es una verdadera errata que ya no es conveniente ratificar, sino desratizar, porque con estos sujetos gansteriles no hay futuro posible en la impartición de justicia ni en la enseñanza de la ley.

El ahora magistrado Juan José Yáñez Arreola fue detenido en Zacatecas tras una persecución a salto de mata. Escapaba de la policía que lo atrapó y lo metió en la cárcel. Por eso es que su señoría, a pesar de la toga perfumada, aún transpira un penetrante olor a bartolina. Fue acusado de violar la ley electoral de Zacatecas, un delito recurrente en la familia del ahora magistrado que ignora, porque es de pocas luces, que «la toga no es un adorno de guardarropa, que la toga es símbolo de dignidad y decoro cívico, sobre todo escudo y coraza para la defensa de la justicia y la ley», dos valores que los Yáñez Arreola pisotean.

Hoy tenemos otro fraude electoral de Alfonso Yáñez Arreola contra la elección de la sociedad de alumnos de Jurisprudencia. A través de testaferros ha «rasurado» 45 votos legítimos para arrebatarle el triunfo a la Planilla Futuro, encabezada por Betelgeuse de la Fuente Muñoz. Todo ello de manera misógina, artera y con chicanas que son una burla de la voluntad estudiantil de Leyes y sin importar la certeza en las urnas electrónicas del IEC. Urnas que el mismo Yáñez solicitó.

Y es que el triunfo de Betelgeuse es inobjetable al obtener 215 sufragios, votación mayor a la de Jorge Gómez Delgado con 180 votos y de Lupita Sánchez de 160 votos. Pero como es una planilla compuesta por estudiantes dignos que no son sometibles ni desechables, es motivo por el cual Alfonso Yáñez está maniobrando para imponer a su acólito Jorge Gómez.

Así son los Yáñez Arreola, mapaches y misóginos. Recuerde usted que desde el Tribunal se protegía a un violador sexual de Jurisprudencia. Y ahí siguen pues, Alfonso como director de Leyes y notario público y Juan José cobrando como magistrado y maestro de tiempo completo en Jurisprudencia. Un santo que tiene el don de la ubicuidad.

Y la desbordada ambición de Alfonso lo ha llevado a desafiar al poder agitando a la UAdeC para imponerse como rector. Sería un desastre la universidad en poder de los Yáñez Arreola. Este fraude electoral en Jurisprudencia está consignado en la Defensoría de los Derechos Humanos Universitarios. Se acusa a la presidenta del Colegio Electoral, Ana Paola Menchaca, de ser parcial a Jorge Gómez. Pero la Planilla Futuro no es sometible ni desechable. Tampoco aceptan que se repita la elección. Es deleznable el fraude en contra de una mujer. Son las torcidas paradojas de los Yáñez «Charreola». Y conste que no es gratuita la distorsión del apellido para quienes acusan falta de seriedad, formalidad y sobriedad. El vedetismo de los hermanos Yáñez es como el de la exótica Margo Su, de alta frivolidad.

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