México, con «M» de mujer: Claudia y Xóchitl, escarceos preelectorales

A medida que crecen las imágenes de Sheinbaum (Morena) y Gálvez (PAN-PRI-PRD) como posibles candidatas presidenciales, se fortalece la idea de un país gobernado por manos femeninas. Pese a la diferencia de los proyectos que representan, el principal activo de ambas —y potencial lastre— es el mismo: la historia de amor y odio con AMLO

Las mujeres que allanaron el camino hacia el poder

Son las favoritas. Generan simpatías. Mueven multitudes. Son Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, dos perfiles diferentes con un mismo objetivo: convertirse en la primera presidenta de México.

Y aunque aún faltan poco más de 10 meses para las elecciones del 2 junio de 2024 y la política tiene giros inesperados —sobre todo en los callejones electorales—, las aspirantes de Morena y del Frente Amplio por México (PRI-PAN-PRD) despuntan en las encuestas y se perfilan como ganadoras de los procesos internos para definir candidato presidencial de cada bando.

«(Gálvez) representa ese proyecto anquilosado, del pasado, de corrupción. Todos ellos son iguales. No, por eso yo siempre digo que son dos cosas… continuidad de la Cuarta Transformación y ser mujer, (pero) no es cualquier mujer».

Claudia Sheinbaum

La brecha de preferencias en Morena entre los exjefes de Gobierno de la Ciudad de México, Sheinbaum y Marcelo Ebrard; y en el FAM, entre los legisladores panistas con licencia Gálvez y Santiago Creel, es cada vez más amplia y se antoja irreversible. Los demás aspirantes solo hacen el caldo gordo, aunque otra mujer podría ser el plan «B» o «C» del FAM: la senadora priista Beatriz Paredes.

Si bien tanto Sheinbaum como Gálvez cuentan con amplias trayectorias políticas, el principal activo e impulso de sus «pre-precampañas» (oficialmente las precampañas inician en septiembre) es el mismo: Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En el caso de Claudia, por ser la protegida y el símbolo de la continuidad de su Gobierno; en el de Xóchitl, por ser el blanco de la inquina del presidente, lo que la confirma como el proyecto a vencer por parte del oficialismo.

«Si me preguntan si me gustaría enfrentarme a otra mujer, pues para mí estaría bien (…) Las dos fuimos jefas delegacionales (…). Yo a la doctora (Sheinbaum) la reconozco y la respeto mucho. No voy a hablar nunca mal de ella».

Xóchitl Gálvez

Ironías de la política, sus perfiles contrastan con el de las organizaciones que representan, al menos en apariencia. Sheinbaum, una física con maestría en Ingeniería Energética y doctorado en Ingeniería en Energía y que tuvo el privilegio de estudiar en el prestigioso Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL, por sus siglas en inglés) de la Universidad de California, aspira a ser «representante» de la Cuarta Transformación (4T), cuyo lema es «primero los pobres». Gálvez, de raíces indígenas y familia humilde, es la carta fuerte del PAN, un partido conservador que busca recuperar la presidencia en alianza con sus enemigos históricos: PRI y PRD.

Pero el contraste es solo aparente, pues Claudia siempre ha sido fiel a sus ideales y raíces de izquierda, mientras que Xóchitl devino empresaria exitosa (demasiado exitosa, según la información revelada por AMLO que da cuenta de los contratos millonarios que un par de sus compañías recibieron por parte de varios Gobiernos, a la par de su carrera política).

«En otras circunstancias, no habría sido difícil verlas trabajar en equipo (…) (pero) incontables fuerzas harán hasta lo imposible por exacerbar sus diferencias y ellas mismas no tendrán más remedio que trabarse en una encarnizada lucha».

Jorge Volpi, escritor

Pero más allá de sus perfiles y el desenlace que puedan tener sus aspiraciones presidenciales, estas mujeres están haciendo historia al ser las primeras con posibilidades reales de gobernar al país. Las intenciones de voto por ambas superan con creces las de las otras cinco mujeres que buscaron la presidencia: Rosario Ibarra de Piedra (1982 y 1988), Cecilia Soto (1994), Marcela Lombardo (1994), Patricia Mercado (2006) y Josefina Vázquez Mota (2012).

Tanto Sheinbaum como Gálvez dicen estar listas para llevar las riendas de la nación y sus trayectorias las avalan, pero ¿está México listo para una presidenta?

«No discutiré si fue legal lo que hizo AMLO (filtrar datos de las empresas de Gálvez), pero sí tuvo el efecto político buscado: de un día para otro la vendedora de gelatinas quedó incluida en la categoría de la mafia del poder».

Federico Arreola

El camino recorrido desde que Griselda Álvarez Ponce de León (PRI) se convirtiera en la primera gobernadora del país, en Colima (1979-1985), hasta el reciente triunfo de Delfina Gómez (Morena) en el Estado de México, la entidad más poblada del país, señala que sí. Al igual que lo hace la tendencia mundial (22 primeras mandatarias en 2023).

Sin embargo, será el año próximo cuando los electores decidan si México se escribe con «M» de mujer.

Dos proyectos, un objetivo

Pese a las diferencias de los planes que representan, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez tienen más puntos en común de lo que pareciera en principio.

En su columna «Dos mujeres» (Reforma, 09.97.23), el escritor Jorge Volpi destaca, entre otras similitudes, sus orientaciones académicas: ambas son egresadas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y «la materia central de sus carreras» es el uso responsable de la energía.

 La primera es licenciada en Física, con maestría en Ingeniería Energética y doctorado en Ingeniería; la segunda, ingeniera en Computación y especialista en robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes y ahorro de energía.

Y aunque las dos han puesto en práctica sus conocimientos a gran escala, Sheinbaum lo ha hecho más en el sector público. Además de haber formado parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas (NU), que en 2007 recibió el premio Nobel de la Paz, desarrolló programas exitosos de reducción de contaminación atmosférica en la capital (ciclovías, reducción de parque vehicular, energía solar, conservación del suelo, reservas ecológicas), primero como secretaria de Medio Ambiente (2000 a 2006) y luego como alcaldesa (2018-2023). También diseñó ella misma la estrategia para la vacunación en Ciudad de México durante la pandemia de COVID-19, según destaca el libro Claudia Sheinbaum: presidenta, de Arturo Cano (Grijalbo, 2023).

Por su parte, de acuerdo con la información financiera filtrada por López Obrador, las empresas de Gálvez, High Tech Services y OMEI, han recibido contratos millonarios por servicios de consultoría sobre medioambiente, instalaciones de sistemas de control climático y obras relacionadas con el sector energético.

Y si bien Volpi destaca que ambas tienen ideologías de izquierda y que «en otras circunstancias, no habría sido difícil verlas trabajar en equipo o desarrollar proyectos en común», advierte que «en los próximos meses incontables fuerzas harán hasta lo imposible por exacerbar sus diferencias y ellas mismas no tendrán más remedio que trabarse en una encarnizada lucha que, además de política, se volverá por fuerza personal».

Y no se equivoca. Tan pronto como Gálvez anunció su aspiración a la candidatura del Frente Amplio por México, Sheinbaum cuestionó su proyecto. «(Gálvez) representa ese proyecto anquilosado, del pasado, de corrupción. Todos ellos son iguales. No, por eso yo siempre digo que son dos cosas… continuidad de la Cuarta Transformación y ser mujer, (pero) no es cualquier mujer», señaló el 27 de junio.

Días más tarde, circuló un video falso —creado por la inteligencia artificial— en el que Gálvez replica: «Me dice Claudia que no cualquier mujer puede ser presidenta, y tiene razón, no puede quien no tiene con qué, no puede quien necesita que le ayuden (…) no puede quien no sueña, no puede quien no tiene un propósito».

En realidad, la exjefa de la delegación (hoy alcaldía) Miguel Hidalgo ha preferido enfocar sus baterías contra el presidente y no contra su principal contrincante. «Si me preguntan si me gustaría enfrentarme a otra mujer, pues para mí estaría bien. Me gusta, estaría muy interesante (…) Las dos fuimos jefas delegacionales en algún momento, nos conocemos, nos respetamos. Yo a la doctora (Sheinbaum) la reconozco y la respeto mucho. No voy a hablar nunca mal de ella», dijo el pasado 7 de julio.

¿Ventaja o desventaja?

El piso no es parejo. El lema «Es Claudia», que desde hace ya tiempo se reproduce en carteles y pintas a lo largo y ancho del país apunta a una verdad de perogrullo: Sheinbaum es la favorita del presidente, quien se acerca al final de su sexenio con altos índices de aprobación (casi 60%, según Consulta Mitofsky, 18.07.23).

En este sentido, la aspirante morenista se promociona como la continuidad del proyecto de AMLO, lo cual puede ser una ventaja engañosa, pues al arrancar desde la cima, tiene más posibilidades de caer. Incluso ha sido criticada por su principal rival en la contienda interna, Marcelo Ebrard, por «imitar en exceso» a López Obrador.

 «Cada quien tiene su estilo personal, para empezar cada quien habla diferente, no tiene sentido el tratar de hablar idéntico que habla el presidente (…) Yo soy Marcelo Ebrard y él es Andrés Manuel López Obrador, y hemos sido compañeros desde hace veintitantos años, pero somos diferentes», dijo el excanciller, en rueda de prensa, el pasado 13 de julio.

Por su parte, aunque desde el anuncio de su aspiración a la candidatura del PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez ha crecido en las preferencias con respecto a los otros aspirantes del Frente, arranca en desventaja frente a Claudia Sheinbaum.

Y no solo por el empuje oficialista y la exhibición, sino por su enfrentamiento con el presidente, pues aunque le genera simpatías, también la desgasta. En una columna de opinión publicada en SDPnoticias (17.07.23), Federico Arreola retoma un artículo del periodista León Krauze quien ve a Xóchitl Gálvez perdiendo la batalla frente a AMLO.

«Es interesante el punto de vista de León porque de ninguna manera es un comunicador cercano a la 4T. Todo lo contrario, tanto León como su padre, Enrique Krauze, han sido cuestionados en las mañaneras (…) ¿Por qué León ve perdiendo a Xóchitl Gálvez? Porque no ha logrado articular un discurso que desmonte el proceso de descalificación presidencial hacia su persona. ¿En qué consiste tal proceso de descalificación? En presentarla como una mujer rica y aliada de los poderes fácticos», señala.

«Los estrategas de la oposición contaron la biografía de Xóchitl en estos términos: nació en la pobreza, en una comunidad indígena, vendió gelatinas en la calle para financiar sus estudios, se hizo empresaria y ahora quiere ser presidenta. Fijar en la opinión pública tal percepción era importante para la alianza PRI, PAN, PRD y para el grupo de empresarios —encabezado por Claudio X. González, y en el que participan, según un reportaje de El País, el dueño del periódico Reforma, Alejandro Junco, y uno de los más respetados hombres de negocios del noroeste de México, Agustín Coppel—.

»Sin duda fue exitoso el arranque de la campaña propagandística a favor de Xóchitl; mostraron capacidad publicitaria quienes la apoyan —además de los mencionados, Jorge G. Castañeda y Jorge Suárez Vélez—. Pero la biografía de Xóchitl Gálvez, tal como la narraron sus publicistas, no estaba completa. Además de indígena y pobre que vendía gelatinas para pagar sus estudios de ingeniería y que gracias solo a su esfuerzo triunfó en los negocios, Andrés Manuel añadió un dato irrefutable: sus empresas son tan chingonas —Xóchitl dixit— que han sido contratadas por distintos Gobiernos durante el ya largo periodo en que ella ha sido una figura de la política y la administración pública. Lo anterior quizá no sea ilegal, pero sin duda es inmoral.

»Las personas que trabajan en el Gobierno —poderes ejecutivo, legislativo y judicial— no tienen por qué deshacerse de sus empresas, pero sin duda no deberían obtener contratos con el sector público, ni siquiera después de licitaciones transparentes. Tendrían que decir NO al conflicto de interés. No discutiré si fue legal lo que hizo AMLO, pero sí tuvo el efecto político buscado: de un día para otro la vendedora de gelatinas quedó incluida en la categoría de la mafia del poder», concluye.

El pasado 18 de julio,  durante un encuentro con empresarios en Morelos, Xóchitl Gálvez subió el tono contra AMLO:  «Yo decidí el día 27 de junio (…) sólo tres semanas y tiembla como gelatina el presidente (…) del miedo que le da que una mujer honesta, trabajadora, haya levantado la mano», dijo. E4

Candidatas

Claudia SheinbaumXóchitl Gálvez
Nacimiento y edadCiudad de México, 1962 (61 años)Tepatepec, Hidalgo, 1963 (60 años)
OrígenesHija del químico Carlos Sheinbaum y la bióloga Annie Pardo, participantes del movimiento estudiantil de 1968Hija del profesor bilingüe del pueblo otomí Heladio Gálvez, y de la ama de casa Bertha Ruiz, mestiza con raíces otomíes.
Estado civilCasada (1987) y separada (2016) de Carlos Imaz Gispert, fundador del PRD. Comprometida (2022) con Jesús María Tarriba, físico por la UNAMVive en concubinato con Rubén Sánchez Manzo, ingeniero químico del Instituto Politécnico Nacional (IPN)
HijosMariana Ímaz SheinbaumDiana Vega Gálvez y Juan Pablo Sánchez
Grado académicoLicenciada en Física por la UNAM. Maestría en Ingeniería Energética y doctorado en Ingeniería en EnergíaIngeniera en Computación, especializada en robótica, inteligencia artificial, sustentabilidad y ahorro de energía
TrayectoriaMiembro fundadora del PRD (1989)Secretaria de Medio Ambiente del DF (2000-2006)Miembro fundadora de Morena (2011)Jefa Delegacional de Tlalpan (2015-2017)Alcaldesa de CDMX (2018-2023)Directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo (2003-2006)Candidata a gobernadora de Hidalgo por PAN-PRD-PT-Convergencia (2010)Jefa delegacional de Miguel Hidalgo por el PAN (2015-2018)Senadora por el PAN-MC-PRD (2018-2023)
Preferencias internasClaudia Sheinbaum: 36%Marcelo Ebrard: 28%Adán Augusto López: 16%Gerardo Fernández Noroña: 9%Ricardo Monreal: 5%,Manuel Velasco: 3% *Fuente: Polls.mxXóchitl Gálvez: 50.6%Santiago Creel: 10.5 %.Enrique de la Madrid: 10.1%Beatriz Paredes: 5.6 %Miguel Mancera: 3.8%Cabeza de la Vaca: 3.6%Silvano Aureoles: 3% *Fuente: México Elige

Las mujeres que allanaron el camino hacia el poder

Cinco buscaron la Presidencia; hoy hay nueve gobernadoras

El camino de las mujeres hacia el poder en México, ha sido lento y sinuoso. Desde 1979, año en que Griselda Álvarez Ponce de León (PRI) se convirtió en la primera mujer gobernadora en Colima, solo 14 mujeres más han ocupado ese cargo, y apenas cinco han competido —sin éxito— por la presidencia.

La primera candidata fue Rosario Ibarra de Piedra por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). La fundadora del Comité ¡Eureka!, una organización familiares de personas desaparecidas, participó en las presidenciales de 1982, las cuales ganó José López Portillo (PRI), así como en las de 1988, que le dieron un triunfo cuestionado a Carlos Salinas de Gortari (PRI). Ibarra falleció en abril de 2022 sin haber encontrado a su hijo, Jesús Piedra Ibarra, desaparecido en 1975 durante la llamada llamada «guerra sucia». En 2019, fue galardonada con la Medalla Belisario Domínguez, entregada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En 1994, fueron dos mujeres las que buscaron el máximo cargo: Cecilia Soto, por el Partido del Trabajo (PT), y Marcela Lombardo Otero, por el Partido Popular Socialista (PPS). En esos comicios, marcados por el asesinato del aspirante priista Luis Donaldo Colosio, se impuso Ernesto Zedillo (PRI), quien le sirvió la mesa a Vicente Fox (PAN) para convertirse en el primer mandatario de alternancia, en el año 2000. Soto formó parte del servicio diplomático de Fox y luego fue legisladora por el PRD. Lombardo Otero, hija del sindicalista de izquierda Vicente Lombardo Toledano, fundador del PPS, falleció en marzo de 2018.

En 2006, Patricia Mercado fue candidata del extinto partido Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina (PASC) en el proceso que Felipe Calderón (PAN) ganó por menos de un punto de diferencia con AMLO —en su primer intento de llegar a la Presidencia por el PRD—. Mercado, quien destacó por sus propuestas de equidad de género, despenalización del aborto y de la marihuana, y legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, obtuvo apenas 2.7% de los votos. Más tarde, ocuparía dos cargos en la Ciudad de México: secretaría del Trabajo (2014) en la administración de Marcelo Ebrard y secretaria de Gobierno (2015) con Miguel Ángel Mancera. En 2018 renunció para convertirse en senadora plurinominal por Movimiento Ciudadano (MC).

La primera candidata del PAN fue Josefina Vázquez Mota, quien compitió en las elecciones de 2012, tras dos sexenios panistas —en los cuales participó como secretaria de Desarrollo Social (con Fox) y de Educación con (Calderón)—. Quedó en tercer lugar con 25.41% de los votos, detrás de López Obrador (31.61%) y Enrique Peña Nieto (38.21%). En el sexenio de este último obtuvo cerca de mil millones de pesos del Gobierno federal a través de su fundación «Juntos Podemos». En 2017, buscó ser la primera mujer gobernadora del Estado de México, pero perdió contra el priista Alfredo del Mazo. Es senadora panista desde 2018.

Quien sí logró convertirse en la primera gobernadora de alternancia en el Estado de México fue Delfina Gómez (Morena), quien ganó las elecciones de junio este año contra Alejandra del Moral, candidata de la alianza PRI-PAN-PRD-Panal.

En septiembre, Gómez se sumará a otras ocho gobernadoras: dos del PAN (Teresa Jiménez Esquivel, de Aguascalientes, y Maru Campos Galván, de Chihuahua) y seis de Morena (Marina del Pilar Ávila, Baja California; Layda Sansores San Román, Campeche; Indira Vizcaíno Silva, Colima; Mara Lezama, Quintana Roo; Evelyn Salgado, Guerrero; y Lorena Cuéllar, Tlaxcala). E4

CandidataPartidoAño% de votos
Rosario IbarraPartido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)1982 19881.84 0.39
Cecilia SotoPartido del Trabajo (PT)19942.75
Marcela LombardoPartido Popular Socialista (PPS)19940.47
Patricia MercadoPartido Alternativa Socialdemócrata y Campesina (PASC)20062.78
Josefina VázquezPartido Acción Nacional (PAN)201226.1

Argentina, 1977. Periodista, editor y corrector de periódicos mexicanos y argentinos. Estudió Comunicación Social y Corrección Periodística y Editorial en Santa Fe, Argentina. Actualmente es jefe de Redacción de Espacio 4, donde trabaja desde hace más de diez años.

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