Mitos en enfermos de tiroides

Parte II

Veo que la medicina clínica, la relación humanista médico paciente está desapareciendo, aquel médico de cabecera de antaño, que en lugar de abrir un consultorio, abría un «escuchatorio» y resolvía la mayoría de los problemas con tan solo escuchar, observar y explorar al enfermo, y con la mínima cantidad de fármacos o pócimas y sin estudios de laboratorio, resolvía satisfactoriamente los problemas que le planteaban. Hoy, las guías médicas elaboradas por «expertos», los enlaces en la red dizque de orientación médica al público, casi en su totalidad comentan solo estudios de laboratorio y los de alta tecnología sin preocuparse por la persona, por el humano, por el que sufre.

Mito: Solo obtienes síntomas si tu hormona estimulante de tiroides (TSH) está fuera del rango normal.

Hecho: Los síntomas pueden ocurrir incluso cuando los niveles de TSH son normales y están en tratamiento totalmente optimizado. Al leer un informe del laboratorio de tiroides, sus niveles de TSH se interpretarán según su ubicación en el rango de referencia. El rango de referencia incluye los valores altos y bajos entre los cuales su TSH se consideraría normal. Los valores más altos de TSH corresponden a las hormonas tiroideas más bajas (hipotiroidismo), mientras que los valores más bajos de TSH se relacionan con las hormonas tiroideas más altas (hipertiroidismo).

Lo que esto sugiere es que tener una TSH dentro del rango normal significa que su glándula tiroides está funcionando normalmente. Y en muchos casos eso es cierto.

Sin embargo, una prueba de TSH proporciona solo un vistazo de su salud general. Algunas personas aún desarrollarán síntomas de la tiroides a pesar de tener resultados en el rango normal.

El texto previo aparece en el siguiente enlace y no concuerdo en algunos puntos de vista porque son contradictorios y causan confusión.

Una información contradictoria es que primero afirman que «los síntomas pueden aparecer incluso cuando los niveles de TSH son normales y el tratamiento está totalmente optimizado». Aquí una contradicción lógica: si el tratamiento está totalmente optimizado, y la TSH es normal, no debe haber síntomas. Un tratamiento optimizado sería que el paciente no tiene síntomas y por laboratorio tampoco hay alteraciones.

Luego afirman, que «algunas personas con TSH normal desarrollarán síntomas de la tiroides» lo cual es confuso, porque si la TSH está normal, seguramente las hormonas tiroideas (T3 y T4) serán normales, luego entonces no tiene por qué haber síntomas de disfunción tiroidea. Además, debemos tomar en cuenta que la TSH elevada por sí misma no provoca ningún síntoma de enfermedad tiroidea, son las hormonas T4 y T3, las que provocan los síntomas por defecto (hipotiroidismo) o por exceso (hipertiroidismo).

Tengo que recalcar que, el texto anterior en el que se comentan solo las cifras de laboratorio de TSH (hormona estimulante de tiroides) y de las hormonas tiroideas (T4 y T3), solamente yo entienda y comprenda lo que estoy diciendo, pero seguramente, a cualquier lector no le quede claro lo que se comenta, por lo que hay que reconocer lo complejo que es traducir las cuestiones del lenguaje técnico en medicina, para hacerlo comprensible para los enfermos, por lo que debemos partir de los datos de enfermedad que nos proporcione los pacientes mediante el interrogatorio y exploración clínica, esencial para establecer un diagnóstico presuntivo de tal o cual enfermedad con un más de 90% de seguridad y certeza diagnóstica.

Por lo anterior, posiblemente los lectores no médicos, comprendan con más claridad si informamos de los síntomas principales de hipotiroidismo o hipertiroidismo,

Así, lo que yo he observado como características principales de personas hipotiroidismo es lo siguiente: son personas que aumentan notablemente de peso y comen muy poco, tienen la piel seca y acartonada, los músculos de la lengua son también gruesos y tiene fatiga para caminar y se les dificulta hablar por el grosor de la lengua, son extremadamente sensibles al frío y el cabello es seco y delgado, la presión arterial es baja y los latidos del corazón disminuyen a menos de 60 (bradicardia), además tienen estreñimiento y somnolencia. Con este conjunto de datos en ausencia de otros datos de alguna otra enfermedad, me atrevo a afirmar que en un 99% de certeza se trata de Hipotiroidismo. Insisto, es un conjunto de datos, porque varios de los síntomas mencionados aislados se pueden encontrar en otras enfermedades.

Por otro lado, si una persona tiene nerviosismo o irritabilidad, fatiga, debilidad muscular, problemas para tolerar el calor, es decir muy sensibles al calor, problemas para dormir (insomnio), temblor, generalmente en las manos, latidos cardíacos irregulares o rápidos más de 100 por minuto en forma sostenida, deposiciones frecuentes o diarrea, todos estos datos, en conjunto sugieren en un 99% Hipotiroidismo.

Como vemos, hipotiroidismo e hipertiroidismo tienen síntomas clínicos contrarios, fácilmente evidentes para un médico clínico con experiencia, que incluso puede prescribir hormonas tiroides sustitutivas para hipotiroidismo o tapazol para hipertiroidismo, sin necesidad de los estudios de laboratorio y con un alto porcentaje, casi al 100×100, que se resolverá el problema. Por supuesto, si se cuenta con medición de hormonas, es mucho mejor. (continuará)

Lea Yatrogenia

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Veracruzana (1964-1968). En 1971, hizo un año de residencia en medicina interna en la clínica del IMSS de Torreón, Coahuila. Residencia en medicina interna en el Centro Médico Nacional del IMSS (1972-1974). Por diez años trabajó como médico internista en la clínica del IMSS en Poza Rica Veracruz (1975-1985). Lleva treinta y siete años de consulta privada en medicina interna (1975 a la fecha). Es colaborador del periódico La Opinión de Poza Rica con la columna Yatrogenia (daños provocados por el médico), de opinión médica y de orientación al público, publicada tres veces por semana desde 1986.

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