Se puede decir… que se acerca el día «D»
Pero no se puede decir… que ya se frotan las «manos». Los candidatos y candidatas que participan en la candidatura presidencial tienen un pie en el estribo para lanzarse a recorrer todo el territorio mexicano, para hacer campaña y tratar de obtener el valioso voto de la ciudadanía, que lleve al agraciado o agraciada a ganar la presidencia de la república, que por primera vez, será una de las justas más peleadas, que jamás se halla visto en la historia de elecciones, como la que está en puerta, por la «silla» del águila.
Se puede decir… que a Claudia Sheinbaum le falta «mucho»
Pero no se puede decir… que es una candidata «impuesta». Es triste mencionar que su sonrisa es falsa, y más que eso es un gesto seco y fingido, da la impresión que hace su campaña más a fuerza que de ganas, y sus palabras salen de su ronco pecho sin convencimiento, aunque cuando AMLO se refiere a ella lo hace como un personaje máximo, fuera de serie, ideal para continuar con el proyecto de la 4T, igualito que hizo el innombrable quien proyectó su mandato a 25 años, es decir, todos los expresidentes no soportan dejar el poder, y López Obrador, no «es» la excepción.
Se puede decir… que ya se olvidaron de los «migrantes»
Pero no se puede decir… que ellos siguen «vivos». Por motivo, causa y razón, de que todos andan alborotados de lleno con la política —por ser año electoral—, casi se han olvidado de ellos que viven de milagro, cuya meta es el sueño americano, y que en el trayecto de esa amarga aspiración, sufren uno y mil avatares, entre ellos pasan hambre, frío maltrato, abusos y robos, para al final toparse con una valla que les impide la entrada a la tierra del Tío Sam, y los que logran traspasar la reja del odio, son capturados y deportados, volviendo al infierno del que «habían» huido.
Se puede decir… que el miedo no anda en «burro»
Pero no se puede decir… que AMLO teme «perder». Como se están presentando las cosas, el futuro de la corcholata superconsentida del presidente está tomando un rumbo perdido, ya que por más que la 4T le está echando toda la carne al asador, para que su candidata presidencial resulte la presidenta, están armados en mandar hacer encuestas muy infladas, —por no decir exageradas—, no le están dando resultado, y eso hace que el Ejecutivo federal, empiece a sentir pasos en la azotea, sobre todo, porque la candidata de Morena «carece» de ángel.
Se puede decir… que a AMLO le llueve sobre «mojado»
Pero no se puede decir… que ya pocos le «respetan». Como se ven las cosas, él se lo buscó, y a estas alturas de su mandato, la investidura presidencial está siendo pisoteada, abollada y bombardeada por los cuatro costados, ya que no siente lo duro sino lo tupido, perdiendo credibilidad y seriedad, por las ofensas de que es objeto, y que el tiempo que le falta para que se vaya, se está haciendo largo y eterno, ya que a los gobernados les da pena ajena, ver cómo al presidente se le está tratando con la punta del pie, por casi todos los sectores de la «sociedad» mexicana.
