La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) cambió de perfil, de uno eminentemente masculino a otro donde casi el 25% es femenino. La disparidad se reflejó en la LX reunión ordinaria del organismo, celebrada el 27 de enero de 2021: de los 32 ejecutivos locales, sólo dos eran mujeres. Once meses después se modificó el escenario. En la asamblea de diciembre, a la cual asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador, participaron siete gobernadoras; seis de Morena y una del PAN. Sin la reforma federal de 2019 que extiende la paridad de género a las candidaturas para los gobiernos estatales, tal cosa no habría sido posible. El machismo sigue arraigado en los partidos. Cuando Peña Nieto se despidió de la Conago en mayo de 2018, Claudia Pavlovich (Sonora) era la única gobernadora.
El número de mandatarias podría aumentar a 10, casi un tercio del total, pues los partidos postularán tres hombres y tres mujeres para las elecciones de junio próximo en seis estados. El PAN gobierna cuatro de ellos y el PRI, dos. Morena lidera la intención de voto en Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. La ventaja de Acción Nacional en Aguascalientes podría esfumarse por las discrepancias entre el gobernador Martín Orozco y el presidente del CEN, Marko Cortés, derivadas de la imposición centralista de Teresa Jiménez. Lo mismo ocurre en Hidalgo donde la nominación de Carolina Viggiano divide al PRI.
Las siete gobernadoras en funciones se eligieron apenas entre 2018 y 2021. Tiempo récord si se considera que antes, para llegar a esa cifra, debieron transcurrir 42 años. La primera en ocupar el cargo fue la escritora Griselda Álvarez (PRI), quien gobernó Colima de 1979 a 1985. La mujer ha sido históricamente relegada, no solo en México, sino también en democracias consolidadas. En Estados Unidos no han pasado de gobernar nueve entidades (casi el 20% del total), como hoy día sucede. El número se consiguió tras la renuncia de Andrew Cuomo (Nueva York), acusado de abuso sexual. Fue reemplazado por la vicegobernadora y excongresista Kathy Hochul.
En México, con 32 entidades, las mujeres gobiernan el 18.4% de la población nacional (la mayor parte se concentra en Ciudad de México) y en los Estados Unidos, con 50, el 14.4%. Ambos países han tenido una sola candidata a la presidencia en condiciones de ganar (Josefina Vázquez y Hillary Clinton). Kamala Harris es la primera vicepresidenta de la Unión Americana, pero nuestro país podría elegir antes a una mujer para ocupar la presidencia, si Claudia Sheinbaum, favorita de López Obrador y de las encuestas, no pierde fuelle. Podría ser la Merkel mexicana (ambas son científicas), como en otro tiempo se comparó a Ricardo Anaya con Emanuel Macron, quien a los 40 años obtuvo la presidencia de Francia.
Si en los comicios de junio se eligen tres gobernadoras, la proporción de género rozaría el 1/3 (en Estados Unidos es de 1/5). Un hito histórico que no solo debe incentivar a la mujer a participar más en política y a exigir candidaturas y puestos paritarios en todos los cargos y niveles, ya, sino también respeto a sus derechos, con énfasis en los ámbitos laboral y doméstico. La reforma constitucional en Coahuila para atrasar la aplicación de acciones afirmativas, solo para no exponer al partido en el poder a una eventual derrota el año próximo, envía un mensaje negativo al país, refuta el discurso oficial y pone en la picota a las diputadas del PRI que la aprobaron. El agravio puede revertirlo el INE.