Frida Kahlo (1907–1954) fue una artista mexicana cuyas pinturas, muy originales y frecuentemente provocativas, sirvieron como autobiografía de su turbulenta vida íntima. Nace un día 6 de julio en Coyoacán y muere 47 años después, igual en un mes de julio, pero en día 13.
Su vida fue trágica. Como artista, primero, por ser mujer de su época tuvo que romper la maldición que solía alcanzarlas, de no recibir el mismo privilegio que a los hombres para pasar a la historia del arte conforme a su mérito, pues era frecuente que ellas estuvieran «a la sombra de alguien», y aunque en su caso estuvo «a la sombra de Diego Rivera», consiguió imponerse y brillar con luz propia.
Por lo que se describe de ella en las reseñas del museo Dolores Olmedo, en la actualidad, Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón es una de las pintoras más conocidas de México y este país fue uno de los ingredientes principales de su obra. Los surrealistas quisieron ver en ella a uno de los suyos, pero siempre se mostró reticente por un motivo: Frida no pinta sueños… pinta su realidad. Alguna vez dijo: «No sabía que era surrealista hasta que llegó André Breton a México y me lo dijo».
Su vida estuvo marcada por diversos factores: la mala salud fue uno de ellos. La polio de su infancia y sobre todo un terrible accidente de autobús dejó secuelas que cambiaron su vida —dolores, amputaciones, imposibilidad de engendrar—, pero que también la iniciaron en el arte. Durante el largo periodo de convalecencia en el hospital, Frida Kahlo realiza sus primeros trabajos artísticos.
Otro factor que marcó su vida y obra fue su matrimonio con Diego Rivera, toda una institución en Mexico, que resultó una influencia masiva en el arte de Frida.
En el lado más sórdido de su vida, aunque Kahlo era polígama y bisexual, las infidelidades de su promiscuo marido hicieron de las peleas algo cotidiano y también quedó documentado en la pintura de la artista.
La obra de Frida Kahlo es difícil de clasificar. Tan unida a su vida personal, se podría decir que los cuadros de Frida son sujeto y objeto. Sin duda, y aunque ella misma lo negara, hay una masiva influencia surrealista. No todo son sueños, también está la magia, los mitos y el inconsciente que se respira en Mexico, también un evidente influjo expresionista.
Muchos quisieron ver en su obra un primitivismo cercano a Rosseau, y desde luego se percibe esa ingenuidad e infantilismo naïf del francés, aunque Kahlo, como Rivera, buscaron siempre mostrar un exaltado nacionalismo, un arte que expresara la afirmación nacional mexicana.
Su condición de mujer también fue principal en su obra. Rompiendo tabús sobre el cuerpo y la sexualidad femenina siempre buscó con su trabajo alejarse de lo que podría hacer una mujer de su época y se mostró dura, excesiva, violenta y activa. Es por ello una especie de símbolo del feminismo en el arte.
Al igual que Dalí, Kahlo creó el personaje de Frida, con su forma de vestir y arreglarse, con vestimentas y abalorios indígenas, su negativa a depilarse cejas y bigote y su pasión por la cerveza. E4
El camión (1929).
El 17 de septiembre de 1925, Frida viajaba en un camión que iba hacia Coyoacán, acompañada por su entonces novio Alejandro Gómez Arias; regresaban de la preparatoria. Ella recordaba el accidente de la siguiente forma: «A poco de subir al camión, empezó el choque. Antes habíamos tomado otro camión, pero a mi se me perdió una sombrillita y nos bajamos a buscarla. Fue así que subimos a aquel camión que me destrozó». Frida nunca se atrevió a recrear en alguna de sus obras el accidente en forma; realizó algunos dibujos y esta pintura titulada El camión, en la que se puede observar a la gente que viajaba en este tipo de transporte. Podían coincidir una mujer indígena descalza, un obrero, un burgués y una mujer joven, que bien podría ser la misma Frida. Un niño mira por la ventana un paisaje lleno de tranquilidad, en el cual destaca un comercio llamado La risa, detalle significativo del humor negro de Frida, quien representó el momento previo al accidente.
Frieda y Diego Rivera (1931).
Durante una estadía de dieciocho meses en San Francisco, Frida —también conocida como Frieda— pintó este retrato de sí misma y de su nuevo esposo, Diego Rivera, para el mecenas Albert Bender. Rivera en San Francisco cumplía un encargo para crear murales en la Bolsa de esa ciudad y en la Escuela de Bellas Artes de California. La banderola que sostiene la paloma en el pico ubicada encima de la pareja dice “Aquí nos veis, a mí, Frida Kahlo, junto con mi amado esposo Diego Rivera.
La columna rota (1944).
Obra pintada poco tiempo después de que Frida fuera sometida a una intervención quirúrgica en la columna vertebral. La operación la dejó postrada en cama y «encerrada» en un corsé metálico, que le ayudaba a mitigar los dolores tan fuertes y constantes que experimentaba. Frida está de pie, en medio de un paisaje totalmente árido y agrietado. Su torso está rodeado por esos cinturones de metal forrados con tela, que le daban presión y soporte a su espalda y evitan que su cuerpo termine en ese derrumbamiento, que se anuncia justo en el centro de su pecho.