El 19 de enero del año de 1943 el presidente de México, Manuel Ávila Camacho fundó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuyo objetivo, aseguró entonces, es de utilidad pública para que los trabajadores mantengan asegurada la salud y así acceder también al desarrollo social y laboral partiendo de leyes sociales que fueron producto de la Revolución Mexicana (artículo 123) éste había sido un deseo vehemente de numerosas generaciones de mexicanos; la fracción XXIX establece que la ley debe comprender seguros de invalidez, de vejez, de vida, de cesación involuntaria del trabajo, de enfermedades y accidentes, de servicios de guardería y cualquier otro encaminado a la protección y bienestar de los trabajadores, campesinos, no asalariados y otros sectores sociales y sus familiares.
Así, el artículo 123 constitucional es el fundamento de la seguridad social. La regulación de la seguridad y la protección social ha sido reforzada por el artículo 4o. constitucional, al establecer que, «Toda persona tiene derecho a la protección de la salud». Zoé Robledo, director general del IMSS expresó en la celebración de este aniversario, que IMSS-Bienestar, llega a sus 80 años para cumplir sueños: para que cualquier mexicana o mexicano, sin importar su condición económica, social o cultural, sea atendido con médicos, especialistas, estudios y medicamentos. Hoy el IMSS acude al llamado histórico de contribuir a los propósitos de la Cuarta Transformación de proteger a los mexicanos en los momentos de incertidumbre y de enfermedad, con el mensaje del derecho a la salud y a la felicidad.
Ahora en el IMSS laboran 509 mil trabajadores que pertenecen a esa institución emblemática del México moderno. Cuenta con siete Centros Médicos Nacionales que agrupan 25 Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE); 251 Hospitales; mil 526 Unidades de Medicina Familiar; 123 Centros de Seguridad Social; cinco Centros y 41 Unidades de Investigación Médica, Biomédica, Epidemiológica y de Servicios de Salud; 12 unidades deportivas; 38 teatros; 60 tiendas; 18 velatorios; mil 323 guarderías y cuatro Centros vacacionales.
Para la atención de la pandemia del COVID-19, el IMSS-Bienestar abrió sus puertas a la población no derechohabiente, además atiende las necesidades de los grupos históricamente discriminados. Ofreció 20 mil camas de las 36 mil con las que cuenta y con la finalidad de universalizar la atención médica se aliaron las instituciones, la Secretaría de Salud, la del Trabajo, el Gobierno de CDMX, de ahí que debe reconocerse que el IMSS es pilar y pieza fundamental en la transformación del sistema sanitario para hacer realidad el artículo 4º. constitucional y que el derecho a la protección de la salud no se condicione a nadie por ningún motivo. El presidente López Obrador enfatizó que el IMSS es una institución prioritaria para su Gobierno, reconoce entre los principales desafíos del IMSS, acortar los prolongados tiempos de espera para la realización de estudios clínicos, cirugías y tratamientos de enfermedades complejas.
Durante los más de 30 años de los regímenes neoliberales del México moderno, que por tantos años estuvo bajo corrupción, privatización y desmantelamiento, con el pretexto de que la atención médica era de mala calidad y costosa, los Gobiernos anteriores redujeron la inversión en infraestructura y la cobertura de plazas; en cambio, aumentaron los contratos con particulares para la prestación de los servicios.
Ahora el IMSS recupera la ética pública, donde el actual Gobierno prioriza el bienestar del pueblo mexicano. La defensa de esta institución, tan importante para la vida nacional, es una de las más urgentes y nobles tareas de este Gobierno de la Cuarta Transformación, y uno de sus más grandes desafíos. Hoy en día, más de la mitad de la población mexicana tiene algo que ver con el Instituto, hasta ahora es la más grande en su género en América Latina.
En esta administración del Gobierno federal se ha cumplido el propósito de regresarle al IMSS su carácter de institución pública, de frenar la silenciosa privatización de los servicios y garantizar financieramente las otras prestaciones, en particular el pago de las pensiones. «Detener la privatización, atender la pandemia, recuperar y aumentar la capacidad es un reto que tenemos a los 80 años de la fundación del Seguro Social», aclaró Zoé Robledo, director del IMSS en la conmemoración de esta noble institución que vela por nuestra salud.
Coahuila, las contradicciones de AHMSA
Altos Hornos de México (AHMSA) ha sido por muchos años la empresa acerera más importante de México, fue fundada a causa de la II Guerra Mundial que provocó una escasez importante de acero del que el país requería con urgencia para su desarrollo industrial. Harold Robert Pape fue el empresario norteamericano visionario que fundó Altos Hornos de México en el año de 1942 en Monclova, la decisión se tomó por su cercanía con la frontera, con las minas de fierro ubicadas en el mismo estado y en Chihuahua, así como con las de carbón, ubicadas en la región carbonífera de Coahuila.
Durante varias décadas AHMSA fue una empresa exitosa, desde su fundación hasta la década de los setenta fue una empresa pública cuya producción aumentaba y su expansión no se detenía, en la década de los 1980 el Gobierno federal la expropió y en 1991 fue privatizada y vendida al Grupo Acerero del Norte cuyos principales accionistas fueron el Grupo corporativo Ancira.
En México este proceso de privatización de las empresas públicas que eran numerosas —el caso más emblemático fue Telmex— se emprendió de manera deliberada en la industria paraestatal a partir de 1986, en el marco de la estrategia global de cambio estructural iniciada en 1983.
Las crisis de AHMSA no son algo nuevo, solo hay que mirar la historia, son más de 20 años de cambios y transformaciones, así como malas administraciones, públicas y privadas, corrupción, vida sindical conflictiva por la defensa de los derechos de los trabajadores, etcétera.
La crisis actual se incubó hace varios años, la más grave hace casi tres años cuando comenzó a anunciarse. En mayo de 2019 la Unidad de Inteligencia Financiera ordenó congelar las cuentas del director de AHMSA, Alonso Ancira. Un día después, el 28 de mayo, fue arrestado por la Interpol en Mallorca, España, acusado de presuntos actos de corrupción. En octubre de 2021, AHMSA consideraba declararse en bancarrota para evitar los pagos acordados por Ancira —dueño de la empresa— en el trato con Pemex, al que debe pagar 216 millones de dólares debido al daño causado por la venta de la planta de Agro Nitrogenados (El Economista).
Pero regresando a los cambios históricos de AHMSA, ésta fue parte muy destacada del Grupo Sidermex, a partir de 1986, en el marco de la estrategia global de cambio estructural iniciada en 1983. En la industria siderúrgica paraestatal, considerada parte de los sectores tradicionales y tecnológicamente maduros, esta estrategia tiene dos vertientes: el redimensionamiento del sector y la reconversión industrial. La reestructuración del sector siderúrgico paraestatal se inició en 1986 de acuerdo con cinco orientaciones perfectamente definidas: modernización técnico-productiva, modernización comercial, modernización de la administración y la gestión administrativa, saneamiento financiero, y programación de inversiones y crecimiento.
La modernización técnico-productiva incluía el cierre de Fumosa, la modernización de AHMSA, la rehabilitación y automatización de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas (Sicartsa) y la posibilidad de incorporar la línea de aceros planos de Fumosa. La modernización de AHMSA contribuiría considerablemente a incrementar la producción, pues el uso de su capacidad instalada aumentaría en un millón de toneladas de acero líquido; el proyecto de Sicartsa 11 aportaría 1.5 millones más de toneladas.
En 1985 el sector siderúrgico paraestatal estaba constituido por 91 empresas: una controladora (Sidermex), tres integradas (AHMSA), La Fundidora de Fierro y Aceros Monterrey y Sicartsa, y 87 dedicadas a diversas actividades (comercialización, operaciones inmobiliarias, construcción, transporte, fabricación de estructuras metálicas y de bienes de capital, tubería, envases metálicos, autopartes, equipo para minas, refractarios). Como es evidente, el grupo presentaba giros muy diversos y una excesiva dispersión de funciones, algunas muy ajenas a la actividad siderúrgica. Así que posteriormente Sidermex fue diluida y cada quien por su lado.
Otro ángulo importantísimo en AHMSA ha sido el activismo sindical, el más perjudicado de los «errores» y la corrupción en la empresa, pero defensivo de sus derechos. La Sección 147 ha sido emblemática, la politización de los trabajadores fue una de las mejor logradas en el ámbito legal. Ejerció una gran influencia a nivel nacional a partir de los años 70. La Línea Proletaria surgió en las secciones mineras más grandes de aquel tiempo, la 147 de la planta siderúrgica AHMSA-1, se extendió a otras secciones acereras del país. En fin, son historias por conocer puntualmente en Coahuila. Cálidas felicitaciones y reconocimiento a Mabel Garza Blackaller por su espléndida labor cultural en la dirección y difusión del arte teatral y como dramaturga y actriz que fortalece el arte en Saltillo.