Ómicron le madruga a Papá Noel; eclipsa las navidades y año nuevo

La aparición de otra cepa, potencialmente más dañina, y una inmunidad natural menor a la esperada, obligan a fortalecer las medidas sanitarias. En México, empresas condicionan ilegalmente puestos de trabajo a certificado de vacunación. El visto bueno internacional para CanSino y Sputnik V sigue en el limbo

Mortalidad por nueva cepa se demuestra en Reino Unido

Luego de tres alzas en el número de contagios a nivel mundial —definidas en enero, mayo y agosto de 2021— las estadísticas vuelven a trazar una cuarta ola a finales de año, impulsada por la llegada simultánea del invierno y una nueva cepa: ómicron, que ha puesto en alerta a la comunidad internacional.

Sobre esta mutación del virus SARS-CoV-2 abundan las preguntas y faltan las respuestas. Se desconoce por el momento si se propaga más fácilmente que las mutaciones delta o alfa. Los especialistas tampoco establecen todavía si resultará más letal, si se convertirá en la variante dominante o si las vacunas existentes servirán para combatirlo.

«Se necesitan más datos para comprender el perfil de gravedad», explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Incluso si la gravedad es potencialmente menor que para la variante delta, se espera que las hospitalizaciones aumenten como resultado del incremento de la transmisión. Más hospitalizaciones pueden representar una carga para los sistemas de salud y provocar más muertes» (Forbes, 13.12.21).

Lo que sí se ha confirmado es su presencia en más de 60 países —México incluido— y no es de extrañar que mantenga su expansión, sobre todo en las naciones con menos recursos, donde queda a deber el abastecimiento de antivíricos.

El Covax, programa global respaldado por las Naciones Unidas para distribuir vacunas de manera justa, fue rebasado por el interés de los Gobiernos más poderosos en alcanzar acuerdos bilaterales directamente con las compañías farmacéuticas.

Como consecuencia, menos del 5% de la población de África ha recibido las dosis necesarias del inmunológico, en contraste con el 40% en la mayoría de las naciones de otros continentes. Basta señalar que en Nigeria, el país más poblado de ese continente, solo el 3% de la población ha sido inmunizado.

México a flote

Un vistazo a la gráfica de comportamiento de la COVID-19 en México demuestra que los picos álgidos en 2021 corresponden solamente a enero y agosto, y a pesar de las 296 mil 983 muertes registradas en el país, según el reporte emitido el 14 de diciembre por la Secretaría de Salud, el escenario nacional comienza a vislumbrarse prometedor.

La dependencia registra una disminución de 90% en ocupación de camas hospitalarias de enfermos por COVID-19, con relación al punto máximo de la pandemia registrado en enero de 2021 e informa que 82% de las personas vacunadas cuenta con esquema completo —66 millones 150 mil 375—; al tiempo que se han suministrado 137 millones 169 mil 511 biológicos, equivalente a 86% de dosis aplicadas en población de 18 años y más.

Si a eso le sumamos que el semáforo de riesgo epidémico del 13 al 26 de diciembre registraba 27 entidades federativas en verde y apenas cinco en amarillo, podría pensarse que lo peor ha pasado.

El problema es que mientras la curva de contagios desciende, nuevos problemas vinculados a la pandemia afloran y otras amenazas de salubridad se asoman. Ahora mismo, los empleos de millones de mexicanos que laboran en Estados Unidos corren peligro por la laxitud de la OMS. Otros, en territorio nacional, están ilegalmente sujetos a la existencia de un certificado de vacunación. Para más inri, los científicos descubrieron que la respuesta inmunológica natural de las personas infectadas no es tan efectiva ni tan duradera como se pensaba.

Vacunas en lista de espera

La apertura de la frontera de Estados Unidos, el 8 de noviembre, se mantiene condicionada al cumplimiento de una serie de requisitos sanitarios. El primero de ellos es comprobar que la persona interesada en ingresar a territorio estadounidense ha sido inmunizada con una vacuna admitida por la OMS o la Administración de Medicamentos y Alimentos de ese país (FDA, por sus siglas en inglés).

Esto deja sin posibilidades a millones de mexicanos que recibieron el antivírico CanSino, de China, o Sputnik V, de Rusia, y aún esperan por que la aprobación de la OMS.

La situación ya había hecho mella en la paciencia del presidente Andrés Manuel López Obrador quien asegura que hace más de medio año solicitó a la agencia especializada una postura con relación a estos dos compuestos que han sido inoculados en gran parte de la población mexicana —baste decir que la CanSino se destinó a todo el personal educativo— y aún no cuentan con el visto bueno internacional.

La insistencia de López Obrador motivó la respuesta de Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la OMS. «En lugar de que el presidente aborde estos temas sin ningún contacto, ni expertos, primero es mejor dejar que los expertos discutan. Una cosa que sí me gustaría asegurarle al presidente: usamos datos, evidencia y principios. Nada más. Las recomendaciones finales vienen de expertos con las habilidades correctas y experiencia», declaró.

La réplica de Adhanom no satisfizo la demanda de López Obrador, quien envió una carta a la OMS y volvió a insistir sobre este punto en su conferencia matutina del 22 de octubre.

«No se deberían de enojar, deberían de apurarse y resolver eso. Es lo que respetuosamente se les planteó y lo que les digo en la carta, porque son millones de personas que han sido vacunadas y la OMS no les han dado el visto bueno. (Son) vacunas que demuestran en los hechos que ayudan y protegen […] Es desidia, en todos lados hay burocracia, son elefantes reumáticos, que hay que estarlos empujando», dijo.

A finales de noviembre, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, ratificó que México sigue trabajando duro para lograr ese paso.

«Estamos esperando que termine el proceso. Es un proceso técnico que tiene que ver con Sputnik y Cansino, México ha luchado en todos los foros y se ha logrado que se acepten todas las vacunas que la Organización Mundial de la Salud reconozca porque al principio, cada país estaba principalmente aceptando la vacuna que producía. […] Lo que han informado ellos en Ginebra es que ya tienen todos los elementos para tomar una decisión, esperemos que no tarde mucho», mencionó el canciller (El Financiero, 30.11.21).

En el caso de Sputnik V, la OMS confirmó que el proceso de precalificación de la vacuna entró en su etapa final. Inspectores del organismo visitaron Rusia para ultimar detalles sobre la confección del expediente del producto y, si no surgen contratiempos, su aprobación debe quedar lista para finales de 2021 o inicios de 2022. Así lo hicieron saber los desarrolladores del fármaco a través de la cuenta oficial de Twitter de la vacuna.

Acerca de los posibles avances de su homólogo chino, CanSino, no se han reportado avances significativos.

Certificados a fuerza

Algunas empresas han condicionado la contratación de nuevo personal o la permanencia de los empleados en sus puestos laborales a la existencia de un certificado de vacunación. Quien no lo presente, no es aceptado.

Se trata de una práctica ilegal conforme a las leyes de México. Así lo ratificó el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

«En la legislación mexicana no existe justificación para ello. Si alguien está pidiendo el certificado de vacunación para incorporarse a sus labores, se está cometiendo una falta, no es legal condicionar el acceso al trabajo», advirtió el funcionario, quien exhortó a las personas que se topen con este escenario a establecer una denuncia ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet).

El certificado de vacunación es un documento que se pone a disposición de quienes necesitan un comprobante oficial al momento de viajar a países que lo exigen para permitir la entrada a su territorio.

Inmunización natural limitada

La revista Nature publicó el 19 de octubre un estudio desarrollado por científicos de la Escuela Yale de Salud Pública de Estados Unidos, donde se afirma que las personas infectadas por SARS-CoV-2, podrían volver a enfermarse después de un año o dos si no han sido vacunadas.

La investigación rompe el mito de la invulnerabilidad de quienes ya superaron la COVID-19 gracias a la inmunidad natural que se produce cuando el organismo genera anticuerpos específicos al combatir un virus sin que la persona reciba un medicamento para prevenirlo.

Los análisis arrojaron una disminución de los niveles de anticuerpos después de la infección por SARS-CoV-2 y de otros factores necesarios para comprender el riesgo de reinfección. En promedio, las posibilidades de que una persona vuelva a contraer la enfermedad aumentan 5% después de cuatro meses del contagio y aumenta hasta 50% transcurridos 17 meses.

Sarah Cobey, bióloga evolutiva de la Universidad de Chicago en Illinois, considera que «podría ser demasiado pronto para hacer una declaración segura respecto a la rapidez con que la protección disminuye después de una infección por SARS-CoV-2» pero subraya que se trata de un virus atípico que «tiende a evolucionar más de lo esperado para poder escapar de la inmunidad» (Aristegui Noticias, 24.10.21).

Con relación a la variante ómicron, las perspectivas no son mejores. Acorde a las declaraciones de Anne von Gottberg, investigadora de la Universidad de Witwatersrand, en una sesión informativa en la OMS, «la infección previa solía proteger contra la variante delta y ahora con la ómicron no parece ser el caso». A pesar de ello, apunta, «creemos que las vacunas todavía protegen contra la enfermedad severa» (El Financiero, 03.12.21).

Las conclusiones de los distintos estudios confirman la necesidad de invertir mayores recursos en estudios de anticuerpos, dado el escaso conocimiento que los científicos poseen sobre esta clase específica de virus y las continuas mutaciones que experimenta. Por otro lado, evidencia la importancia de vacunar a la mayor cantidad de personas posibles, incluso si ya han sido contagiadas, pues los antivíricos actuales resultan más rápidos y efectivos que el proceso inmunológico natural. E4

Vacunas aprobadas por la OMS hasta noviembre 2021

  • Pfizer/BioNTech
  • AstraZeneca/Oxford
  • Janssen
  • Moderna
  • Sinopharm
  • Sinovac
  • Bharat

Fuente: OMS


Mortalidad por nueva cepa se demuestra en Reino Unido

El primer ministro británico, Boris Johnson, confirmó la primera víctima por la nueva cepa. Mezcla de antivíricos busca ayudar los índices de inmunización

El 13 de diciembre, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció el deceso de un paciente a causa de la variante ómicron. Durante una visita realizada a un centro de vacunación en el barrio de Paddington, al oeste de la capital británica, el mandatario advirtió que «tristemente, ómicron está produciendo hospitalizaciones y al menos un paciente ha fallecido»

Asimismo, aprovechó para sacar de su error a quienes consideran que esta variante produce efectos menos graves que otras. «La idea de que esta es de alguna manera una versión más leve del virus, creo que es algo que debemos dejar de lado, y simplemente reconocer el gran ritmo al que se acelera a través de la población» (Forbes, 13.12.21).

El secretario de Salud británico, Sajid Javid, dijo que la variante ómicron se estaba propagando a un «ritmo fenomenal» y representa actualmente alrededor del 40% de las infecciones en Londres.

Reino Unido elevó su nivel de alerta por COVID-19 a cuatro, de total de cinco, después de que el 12 de diciembre se registrara un récord de mil 239 nuevos casos diarios.

Boris Johnson informó la entrada en vigor de nuevas restricciones, como la generalización del uso de mascarillas en lugares públicos cerrados, la exigencia de certificados COVID-19 para entrar en clubes nocturnos o espectáculos y la recomendación de trabajar desde casa siempre que sea posible.

También anunció que se ofrecerá la dosis de refuerzo contra COVID-19 a todos los mayores de 18 años en Inglaterra que estén en condiciones de recibirla, a fin de combatir la «marea» de infecciones que se prevé llegará al país.

«Confío que en los ciudadanos comprendan, y también los colegas de (el Parlamento de) Westminster, y en todo el país, que las medidas que introducimos son equilibradas y proporcionadas», apuntó (Expansión, 13.12.21).

Mezclan antivíricos

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), agencia del gobierno estadounidense encargada de regular el suministro de fármacos a nivel nacional, aprobó el 20 de octubre el uso de un refuerzo de vacuna contra la COVID-19 diferente al que se utilizó previamente para la inmunización.

De esta forma el incremento de las posibles combinaciones de antivíricos abre las puertas a un escenario esperanzador a nivel mundial. Las vacunas Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson pueden ser empleadas como refuerzo entre ellas. El tiempo de espera para su aplicación varía según el tipo de fármaco. Los adultos que recibieron la vacuna Johnson & Johnson hace más de dos meses —de una sola inyección— ya son elegibles. Asimismo, los beneficiarios de Moderna y Pfizer pueden optar por este método siempre que hayan trascurrido al menos seis meses de su régimen de vacunación inicial.

Por el momento se les otorga prioridad a las personas mayores de 65 años, junto a quienes sobrepasan los 18 y tienen afecciones médicas subyacentes o interactúan con entornos de alto riesgo.

«La evidencia muestra que las tres vacunas contra la COVID-19 autorizadas en Estados Unidos son seguras, como lo demuestran las más de 400 millones de dosis de vacunas ya administradas. Todas son muy eficaces a la hora de reducir el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte, incluso la variante delta, de amplia propagación», explicó Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos (Academia de Noticias, 22.10.21).

Funcionarios de la FDA aseguran que esta aprobación significa una campaña de refuerzo mucho más flexible y efectiva, dado que muchas personas ni siquiera recuerdan qué marca de vacuna recibieron. A modo de comparación refieren que, por años, en el combate a la gripe los pacientes aceptan la aplicación de inmunológicos —siempre que esté prescrita por un médico— sin conocer marca o procedencia.

La decisión de la agencia para mezclar antivíricos fue el resultado de un estudio del Gobierno de diferentes combinaciones de refuerzo que demostraron que una dosis adicional, de cualquier tipo, acelera los niveles de anticuerpos que combaten el virus. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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