Hace unas semanas apenas, el gobierno que preside López Obrador determinó por la vía del decreto extinguir una serie de fondos y fideicomisos. Y va por más a través de su holgada mayoría en el Poder Legislativo de la Unión. Su partido acaba de presentar una iniciativa para finiquitar el resto. El dictamen reforma 19 leyes y abroga dos: la que crea el Fideicomiso que Administrará el Fondo de Apoyo Social para Extrabajadores Migratorios Mexicanos y la del Fideicomiso que administrará el Fondo para el Fortalecimiento de Sociedades y Cooperativas de Ahorro y Préstamo y de Apoyo a sus Trabajadores.
Es irresponsable, para decirlo de manera educada, valerse del pretexto para la mitigación de las consecuencias lamentables de COVID-19, a lo que se suma su pésima gestión de gobierno, para acabar con 45 fideicomisos públicos, alegando que necesita los recursos destinados a ellos, y de ribete en la absoluta opacidad y libertad en el manejo del despojo. Lo que sí está bien claro es que la reactivación económica no es el objetivo, toda vez que en el Presupuesto de Egresos de la Federación se refleja todo lo contrario. O cómo se explica usted la desaparición del Fideicomiso para promover el acceso al financiamiento de las MIPYMES y Emprendedores, moviendo 100 mil millones de pesos a las obras número uno de la obsesión presidencial.
Me voy a permitir compartirle el listado de los Fideicomisos con los que se atienden diversas necesidades del país, de su población, y que fueron razón para crearlos en su momento: Cooperación Internacional para el Desarrollo, Desarrollo de Proveedores y Contratistas Nacionales de la Industria Energética, Sustentabilidad Energética, Fomento y Apoyo a la Investigación Científica y Tecnológica en Bioseguridad y Biotecnología, Mejoramiento de los Medios de Informática y Control de las Autoridades Aduaneras, Seguridad para Cruces Viales ferroviarios, Apoyo Social para Ex Trabajadores migratorios mexicanos, Fortalecimiento de Sociedades y Cooperativas de Ahorro y Préstamo y de Apoyo a sus Ahorradores. Fondos federales como el Fondo Metropolitano y el Fondo Regional, Desarrollo de Zonas de Producción Minera, Promover el Acceso al Financiamiento de Mipymes y Emprendedores, Programa de Cooperación Energética para Países de Centroamérica y el Caribe, Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, Prevención de Desastres Naturales y la Atención a la Población Rural Afectada por Contingencias Climatológicas. Fondo de la Financiera Rural, Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, Deporte de alto rendimiento, FIDECINE, etc.
Con esta disposición mezquina, propia de un gobierno como el que hoy desgracia a México, se dejará de apoyar a la ciencia y tecnología del país, a los emprendedores, a los defensores de derechos humanos, a los damnificados por desastres naturales, deportistas de alto rendimiento y la industria del cine mexicano.
Lo que está a la vista, salvo para quien no quiera advertirlo, es que el gobierno de López Obrador quiere ese dinero para financiar sus proyectos faraónicos y no para atender la economía de millones de mexicanos que lo necesitan. Se niega a entender que hay una cantidad enorme de personas a las que está dañando en su patrimonio, en su modus vivendi, en su tranquilidad.
Hoy es impertivo detonar el crecimiento y el desarrollo en nuestro país a través de las Mipymes, ya que son las que generan la mayoría de los empleos, son las que empujan como ninguna otra industria la vanguardia y la innovación. Son las que le dan de desayunar, de comer y de cenar a esta nación. Así de importantes y significativas. Siete de cada diez empleos nacen de las micro, pequeñas y medianas empresas, por eso es fundamental incentivarlas. Ya este gobierno de cuarta le dio en la ídem al Instituto Nacional del Emprendedor, y con ello se llevó a su vez el Fondo Nacional del Emprendedor ¿Por qué ese ataque empecinado a la productividad nacional y al desarrollo?
¿Cómo pretende acabar con el Fondo para la Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas? ¿Por qué desaparecer los recursos para proteger a quienes informan y promueven la protección a los derechos humanos? Se trata de una tarea esencial, humanitaria. La inseguridad y la violencia son dos cánceres que están pudriendo la vida de este país. Todos los días vemos sus escarnios. Es enfermiza la actitud de un hombre que se dedica cada mañana a denostar a la prensa libre, está empeñado en matar la libertad de expresión. Y aquí está la evidencia, quiere eliminar el presupuesto cuyo destino es darles protección.
Por otro lado, pero en el mismo tema, va contra los defensores de los derechos humanos. No llenó con la imposición de su esbirra, Rosario Piedra, en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cuya incapacidad es manifiesta, es fecha que siguen tomadas las instalaciones del organismo que preside por víctimas y sus familiares. ¿Con qué recursos se van a proteger los defensores de estas infortunadas personas? Está cerrando todas las puertas.
También va contra el Fondo de Prevención de Desastres Naturales y el Fondo para la Atención de la Población Rural Afectada por Contingencias Climatológicas. ¿Por qué? Cada año hay miles de compatriotas que sufren los embates de la naturaleza, y se enfrentan no solo a las consecuencias devastadoras del fenómeno natural, sino al de asimilar y recuperarse de las pérdidas materiales en su patrimonio y en sus comunidades. Hay una falta de sensibilidad manifiesta, una negativa perversa a reconocer una realidad que atosiga a la población dañada, por parte un gobierno que todos los días se da baños de pureza y pregona sus compromisos con la gente.
Va asimismo contra el deporte de alto rendimiento. La necesidad de apoyar el deporte mexicano es sustantiva, no solamente porque promueve espacios y actividades que son buenas para la salud y la disciplina interior, sino por el efecto multiplicador que tiene en la salud pública y en el fortalecimiento del tejido social. Por otra parte, el deporte nacional de alto rendimiento enaltece el orgullo de ser mexicano y nos da identidad y nombre a nivel internacional. México necesita deportistas mexicanos de excelencia, profesionales, comprometidos con las diversas disciplinas que amalgama ¿Qué parte no entiende López Obrador?
También se lleva a FIDECINE. La industria del cine mexicano es de larga data, ha liderado a escala internacional con reconocimientos mundiales. Constituye un modus vivendi para millones de personas, directa e indirectamente, entre actores, actrices, productores, directores, trabajadores en general de esa actividad ¿Por qué quitarle oportunidades a quienes están interesados en que perviva?
Desaparecer el Fideicomiso para la Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, no tiene nombre. Los logros de la ciencia y la cultura son necesarios para mejorar el nivel de vida y bienestar de la población ¿Por qué irse contra el fortalecimiento de la ciencia y la cultura? Si esta barbaridad se aprueba en el Congreso dejarán al garete los centros públicos de investigación, cuya nefasta consecuencia será el grave rezago de la ciencia en México ¿Por qué frenar el progreso y el desarrollo que aportan la ciencia y la tecnología? ¿Por qué aplaudir la tecnología del trapiche? ¿Por qué ese empecinamiento de estancarse en el pasado?
El gobierno de López quiere mantener una política energética de los años 70. Pretende que se acabe con el Fondo Sectorial CONACYT —sustentabilidad energética—. Es un absurdo desde cualquier mente racional estar en contra de las energías verdes y sustentables y montarse en el macho de generación de energía a través del combustóleo y la construcción de una refinería costosa que quedará obsoleta al poco tiempo de iniciar su operación. Las energías limpias son más económicas y no dañan el medio ambiente ¿Por qué no quiere ver esto el “iluminado” de Palacio?
Si se sale con la suya —con su holgada mayoría en la Cámara de Diputados y los que convenza$$$ en el Senado es muy factible— le va a dar el tiro de gracia a cualquier viso de esperanza para este país, se va a cargar no solo el presente, sino el futuro.