Poco ecologista y nada verde

Es así como se ha mantenido el Partido Verde Ecologista de México, con la poca presencia que tiene en el sur es de la manera como está vigente. Lejos de aportar un verdadero cambio, simplemente ha demostrado ser un botín político que con sus pocos simpatizantes sigue viviendo en la incipiente y costosa democracia de un país que lucha por liberarse del yugo de unos cuantos, donde una mayoría que es el pueblo agoniza lentamente. En este partido los ideales (intereses) son cambiantes y como los camaleones van mutando de color para no ser víctima de un depredador mayor. La última vez que este partido demostró ser distinto fue en el año 2006 cuando en ese entonces Bernardo de la Garza era su candidato a las elecciones presidenciales de ese año, el sueño se esfumó ya que era solo para ver quién ofrecía algo de su agrado y se determinó en ese tiempo la coalición con el PRI. De ahí en más y 19 años después ese partido consolida alianzas de manera local o federal, donde hoy va de la mano con Morena.

Claro está que los principios e ideales son solo cosa de protocolo, el presupuesto es bastante bondadoso y no deciden aliarse con los más grandes porque después serán absorbidos y no serán tomados en cuenta como el satélite que son. Otros partidos han tenido su debut y despedida, pero el verde «camaleón» sabe cómo no dejarse vencer. Se mueve en las turbias ligas y goza de un privilegio a costa del pueblo.

Ahorita la polarización está entre derecha e izquierda donde los enemigos históricos unen fuerza e ideologías para poder detener al partido que un solo personaje logró posicionar en el gusto de los votantes y que lo llevó a la presidencia de la república. Las maravillas de México siguen encantadas, los privilegios siguen y parece que no se acaban, mientras tanto lo ecologista puede esperar.

¿El sistema político mexicano tiene equidad de género?

La política no se crea ni se destruye, solo se transforma. Eso queda muy claro y hoy más que nunca en nuestro país estamos a un paso de demostrarlo. Dos mujeres aparecerán en las boletas electorales de este año, se puede decir que será un hecho histórico. ¿Realmente
estamos preparados?

No estoy demeritando lo que esto conlleva, pero en nuestro país y con las carencias que tiene y que cada seis años se dicen van a dar solución y esto se convierte en el banderín de siempre, parece que va a ser un respiro y dará margen a nuevas estrategias para que el poder siga en manos de unos cuantos a costa de unos muchos que es el pueblo. La equidad de género no puede ser un cheque al portador, si bien, es cierto, últimamente eso es necesario. México carece de una estabilidad política y económica, no hemos podido tener Gobiernos competitivos y de altura como otras potencias mundiales porque siempre están de por medio los intereses de cúpulas que no desean perder el privilegio y aunque hoy parece ser distinto, la realidad parece ser la misma, de repetir Morena en el poder, esto llenará el ego de AMLO. Y la alianza del PRI y PAN, segura en el banquillo por un sexenio más, de darse la alternancia y ganaran los últimos dos mencionados, sería el peor descalabro de la izquierda que abandera el ejecutivo en manos de Morena.

Triste ver que se sigue manejando el juego de la democracia para los intereses de quienes ocupan el poder y se hace creer al pueblo que ha sido escuchado. Es el momento de las mujeres y lo estamos viendo, pero en este escenario es más claro que es por ambición y no por convicción. Se necesita que las mujeres den un rostro diferente a lo que por tanto tiempo ha sido un círculo de poder dirigido por hombres. México estará en la mira de otras naciones, puede tener su primera presidenta y con ella miras a una democracia, esa que tanto se habla, tanto se sueña, pero cada vez más se aleja.

No olvidemos que el padrón electoral es en su mayoría de mujeres y en ellas puede haber un nuevo despertar, un cambio verdadero o bien un gran fracaso que solo será parte de una estrategia. Cuando se dice que debe haber equidad de género, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum dejarán lo mejor de sí en sus campañas. Esperemos no estar entre luces y sombras de campañas de desprestigio de ser así, esto será el mismo cuento con protagonistas diferentes.

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