Pretextos e incitaciones bélicas

«Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual».

Martín Luther King

Tristemente debemos reconocer que la guerra es lo más atroz y sanguinario que el ser humano ha podido impulsar; antropológicamente acabamos con los neandertales y bíblicamente matamos a Abel. Sin embargo, paradójicamente la guerra destructora es creativa, nos ha dejado lo más valioso del intelecto humano, el arte; solamente que a muy alto costo. La obra literaria más preciosa de occidente antiguo es La Ilíada; una poesía épica donde esforzados héroes luchan incitados por dioses olímpicos que apoyan a un bando o al otro según sus intereses. Supuestamente el origen de la guerra es que París, hijo de Príamo, rey de Troya, rapta a Elena, esposa de Menelao, rey de Esparta; eso provoca once años de conflagración por una mujer; la realidad es muy diferente: Troya dominaba el comercio del mar Negro y Anatolia (Turquía) y cobraba tributos muy altos para comerciar; por eso había que destruirla. Única razón de la guerra de Troya: el comercio. Pero qué preciosa epopeya.

Después podemos ejemplificar cientos y hasta miles de guerras similares: «Las Púnicas», (264 a 126 a.C.) Roma destruye a Cartago logrando el control comercial del Mediterráneo. Después del siglo séptimo los musulmanes dominan el medio oriente; cobran impuestos a los mercaderes europeos que comerciaban con Persia, India y/o China (Ruta de la Seda), En los siglos XI, XII y XIII, con el pretexto de salvar los lugares santos, los europeos realizan las famosas cruzadas dándoles pretexto religioso, pero en realidad lo único que buscaban era controlar ellos el comercio de Europa con Oriente.

Hacía 1870 surge Alemania y como llega tarde a la conquista de territorios africanos, inicia una nueva visión geopolítica; surge fantasmagóricamente una conflagración que concluirán en la Primera Guerra Mundial. El famoso asesinato del archiduque Francisco Fernando fue fatuidad; la única razón era controlar África y Asia por parte de las potencias europeas y Estados Unidos.

Terminada esta contienda se vive brevemente los «fabulosos veintes»; la terrible crisis económica de 1929 destroza muchas naciones; a sus amigos norteamericanos les ofrece préstamos, pero a los no aliados le cierran todas las puertas y lo presionan obligándolos a aliarse a Alemania y declarar la Segunda Guerra Mundial; a su conclusión Norteamérica obtiene el control del mundo occidental, utiliza la inteligencia para pauperizar naciones y controlan la ONU y el FMI,

Xi Jinping líder del país «comunista» más capitalista del mundo practica filosofía china milenaria: «Siéntate a la puerta de tu casa y verás el cadáver de tu enemigo pasar» aprovechando la actual guerra entre el ultra capitalista Vladimir Putin al que solamente los muy zotes lo ven como comunista, atacando Ucrania. China está midiendo los niveles de respuesta para su «recuperación» de Taiwán; única razón de esta posible guerra: control del pacífico asiático. Mientras, el gigante dragón asiático está esperando que Estados Unidos desfallezca en tantas contiendas que enfrenta en múltiples frentes; observa cómo sus líderes acaban destrozando su propia nación y empieza a pagar en yuanes el petróleo y no en «petrodólares» ante un eminente «Nuevo Orden Mundial».

Una vez más, toda guerra tiene carácter económico, solamente que siempre se le da sentido religioso o ideológico para enfrentar a los pueblos; los jerarcas saben que jamás los seguirían si se descubriera que son para proteger intereses de unos pocos. Es increíble ver que millones de soldados extraídos de las clases más humildes se maten entre sí para que unos cuantos políticos y potentados de la industria armamentista que jamás derramaran su sangre, en su sempiterna ambición sigan enriqueciéndose con el hambre y la muerte del pueblo; esto me recuerda la frase de Jean Paul Sartre «Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren».

Lo más terrible es querer involucrar a todas las naciones en los diferentes conflictos, creando encono entre comunidades que podrían ser amigas, a pesar de que la inmensa mayoría deseamos la paz, los intereses económicos son terribles y buscan destruir a los líderes que no quieren compromisos bélicos. En tanto Estados Unidos continúa mandando armas para ejércitos gubernamentales, paramilitares y grupos criminales. E4

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