Primeros funcionarios de Chema

La independencia con la que suponemos el alcalde de Saltillo designó a sus colaboradores para que lo acompañaran en su periodo al frente de la alcaldía, recaerá en su responsabilidad que incidirá en el éxito o fracaso de su administración, pues debe tomarse en cuenta que la elección de personas que no tienen la adecuada competencia, comparten luego graves consecuencias.

Pensemos, que ese criterio selectivo en el que se basó para definir subordinados en el manejo de los programas del Gobierno municipal se sustentó con estudios y evaluaciones de los antecedentes de cada funcionario, para situarlos estratégicamente dentro de la estructura administrativa, de manera que derive en un trabajo de excelencia, por lo que debieron ser excluidos recomendados y compadrazgos.

De ese listado especulemos que permite direccionar el camino, cuyo objetivo y compromiso debe contribuir a desarrollar un Gobierno que lo encauce a buscar el crecimiento de la ciudad y por extensión de sus habitantes, de modo que prodigue mejor calidad de vida y bienestar.

La ciudadanización como parte de una vinculación con los gobiernos acarrea a los ciudadanos resultados positivos, por lo que son necesarias esas conexiones cuyo desempeño, conducido por profesionales bien escogidos, cubra programas sustentables para que la ciudad avance.

La congruencia del alcalde mostrada estos primeros días, refleja ser recipiendario de disciplinas cuya concatenación, intelectual y política, resulta de abrevar en distintas áreas del quehacer humano de donde el resultado da un eclecticismo cuya respuesta ha favorecido en su vida pública.

Ahora la batalla será enfrentarse a solucionar la problemática que la cotidianidad envuelve a una ciudad de un millón de habitantes, por lo que la nómina de funcionarios que cubren la primera línea, deben estar formados con experiencia y solidez académica que den consecuencias exitosas en acciones manejadas con pulcritud y honestidad.

Señor alcalde usted proviene de un Gobierno estatal en donde la paridad de género— que ahora lo promueven oficialmente —mostró cierto equilibrio (63% hombres y 37% mujeres) y ahora en su administración municipal (67% hombres y 33% mujeres) demuestra que la diferencia es mayor en favor de los hombres, y según el diccionario de la Academia (RAE) la paridad quiere decir igualdad de las cosas entre sí, por lo que en este renglón se incumple.

Algunos responsables de las áreas repartidas de las que tengo antecedentes, hay elementos notables por sus experiencias que ahora son aprovechados, como Federico Fernández comisionado de seguridad, que le valió continuar, lo mismo Óscar Pimentel cuyo talento y profesionalismo demuestra en el Implan, dependencia que ve hacia el futuro.

También regresa Héctor Reyes en Comunicación Social que bien conoce los escondites de los medios y su interpretación: Por otro lado, accede al Instituto Municipal de Cultura Leticia Rodarte cuya presencia es garantía de éxito en los afanes culturales, lo que de seguro remarcará el nombre de nuestra ciudad como Atenas de México.

Repite Virgilio Verduzco que dejó abierta la puerta para este trienio; Mario Mata que a su juventud le añade una proactividad que seguirá privilegiando a Saltillo en buen lugar en los renglones económicos y turísticos; Antonio Cepeda continúa en deportes en virtud de sus buenos oficios.

Una agradable noticia es la designación de Lidia González en el Instituto de la Mujer, pues es un elemento de gran empatía que se distingue en trabajar en serio, sobre todo, apoyando al sector femenil.

Ya está el Plan Municipal de Desarrollo, también los funcionarios obligados a cumplirlo, y principalmente existe el director que tiene la batuta en la mano.

Mientras la ciudadanía observa. Se lo digo en serio.

Autor invitado.

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