Prisión a José Zamora lo convierte en icono de la resistencia en Guatemala

El presidente Alejandro Giammattei intenta silenciar al periodista y el tiro le sale por la culata. Organizaciones internacionales reprueban la condena, exigen libertad para el detenido y RSF echa a andar #FreeZamora

Un año después de su detención, José Rubén Zamora Marroquín, precursor del periodismo de investigación en Guatemala, se ha convertido en símbolo de resistencia a nivel internacional. La intención de silenciarlo, promovida por el Gobierno de Alejandro Giammattei, provocó exactamente lo contrario. Hoy, diversos organismos e instituciones alrededor del mundo se solidarizan con su causa y levantan la voz para denunciar las arbitrariedades del sistema judicial guatemalteco y las faltas de garantía para ejercer la libertad de prensa en la nación centroamericana.

Zamora fue detenido el 29 de julio de 2022 cuando se encontraba en su residencia, cinco días después de que publicara en El Periódico —medio de su propiedad— graves acusaciones de corrupción en contra del presidente Alejandro Giammattei y su círculo cercano.

Sus reportajes sobre malversación de fondos públicos, violaciones de derechos humanos, tráfico de drogas y actividades de la guerrilla supusieron para Zamora y su diario un amplio reconocimiento internacional y varios premios por su defensa de la libertad de prensa. Pero ese mismo trabajo le valió ser secuestrado en 2008 y recibir una paliza en 2013, además de múltiples amenazas de muerte y otras agresiones.

«El caso de nuestro colega, quien durante años ha sido víctima de agresiones, amenazas y secuestro y está preso en represalia por su labor periodística, reconocida internacionalmente, es un ejemplo de cómo se atenta en contra de la libertad de prensa».

Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP

A causa de las presiones que ejerció el Gobierno sobre los principales patrocinadores del medio, El Periódico tuvo que cerrar sus puertas el 15 de mayo, tras 26 años de destapar casos de corrupción y apenas diez meses después de que las autoridades encarcelaran a Zamora en una prisión al norte de la Ciudad de Guatemala.

Proceso viciado

El periodista enfrentó acusaciones en tres procedimientos legales diferentes y finalmente fue condenado por el Tribunal Octavo de Sentencia Penal guatemalteco a seis años de prisión, más una multa de 300 mil quetzales (38 mil 300 dólares), por presunto lavado de dinero.

Se le absolvió, sin embargo, de los cargos de chantaje y tráfico de influencias que le había imputado el Ministerio Público, el cual había pedido una condena inicial de 40 años. Durante este irregular proceso, se vio obligado a cambiar de abogado en ocho ocasiones porque los letrados que contrataba recibían presiones, amenazas o directamente se les procesaba. De hecho, cuatro de ellos fueron imputados y sometidos a juicio.

Los defensores de José Rubén Zamora denuncian que, desde un principio, el juicio estuvo plagado de irregularidades y violaciones del debido proceso. Advierten que el juez ni siquiera permitió declarar al comprador de la obra de arte que justificaba la procedencia del dinero —supuestamente malversado— ni a ningún otro testigo que propuso la defensa. El contrato de compraventa del cuadro en cuestión fue considerado falso por parte del Ministerio Público.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) señaló «el uso del Ministerio Público como brazo del poder político del Gobierno de Alejandro Giammattei para presentar cargos contra los abogados de Zamora y bloquear las posibilidades de su defensa». Asimismo, denuncia que el Ministerio Público ha acusado de obstaculización de la justicia a otros seis periodistas y tres columnistas de El Periódico por haber opinado sobre el caso.

El hijo de Zamora y también periodista, José Carlos, calificó el juicio como «una persecución política». Asegura que los fiscales y el juez que condenaron a su padre por lavado de dinero son «la misma estructura que ha perseguido jueces, activistas, periodistas y a los candidatos (presidenciales) que no son parte del sistema corrupto».

Actualmente, la Fiscalía se encuentra en medio de un intenso escrutinio político dentro y fuera de Guatemala no solo debido a la solicitud previa de una condena de 40 años de prisión para Zamora —desproporcional a todas luces—, sino por pedir la disolución del partido de uno de los dos candidatos ganadores en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, realizadas el 25 de junio.

El Ministerio Público anunció el 12 de julio que un juez había suspendido la personería jurídica del partido político Movimiento Semilla por presuntas violaciones cuando reunió las firmas necesarias para instaurarse. Esta acción pretende evitar que su abanderado, Bernardo Arévalo, pueda participar en la segunda vuelta electoral, pactada para el 20 de agosto, y así despejarle el camino a la ex primera dama Sandra Torres, afín a la política autoritaria de la actual administración.

Solidaridad del gremio

Desde el momento de la captura de Zamora, el gremio periodístico expuso su rechazo, tanto en Guatemala como en la comunidad internacional, para condenar este arbitrio y exigir la inmediata liberación de Zamora.

«Fuimos testigos de los actos de intimidación y cacería de brujas contra toda persona relacionada a Zamora con el propósito de disminuir la posibilidad de una defensa justa e imparcial», indicó Michael Greenspon, presidente de la SIP.

La condena de Zamora representa un «cruel testamento de la erosión de la libertad de expresión en el país y de los intentos desesperados del Gobierno del presidente Alejandro Giammattei para criminalizar el periodismo», aseguró Carlos Martínez de la Serna, director de programa en el Comité para la Protección de los Periodistas en Nueva York.

#FreeZamora

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) abrió un espacio en su sitio web para reunir firmas a favor de la liberación del periodista. En la página creada para tal propósito se lee:

«Te pedimos que firmes urgentemente esta petición, que insta a las autoridades guatemaltecas a liberar inmediatamente a José Rubén Zamora, a retirar todos los cargos contra él y a acabar con la criminalización del periodismo en Guatemala. ¡#FreeZamora!»

Hasta el momento se habían logrado recaudar 4 mil 937 firmas de las 20 mil que se esperan completar. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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