Ruedas del Desierto pugna por mejorar el entorno urbano

El colectivo interpone un amparo contra el Congreso local por no homologar la ley de Coahuila a la norma federal en materia de seguridad y movilidad. Es su obligación, advierte

Ruedas del Desierto A.C., colectivo ciclista en pro de la movilidad segura y sustentable, con el respaldo del despacho jurídico Más que Derecho, así como el apoyo de dos alumnos de la Ibero Torreón, Emiliano Vargas y Rafael Palacios, han interpuesto un amparo por omisión legislativa en contra del Congreso del Estado de Coahuila.

«La acción legal se basa en la falta de armonización de las leyes estatales con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, la cual impuso al Congreso Estatal la obligación de cumplir con ello en un plazo no mayor de 180 días a partir del 17 de mayo de 2022. Es decir, una obligación de la que han sido omisos por casi 16 meses», declara.

Advierte que «la armonización legislativa es crucial, ya que establece las competencias municipales y estatales para salvaguardar la vida de las personas mediante la garantía de una movilidad segura, eficiente, accesible, sostenible, inclusiva, igualitaria y de calidad, un derecho humano reconocido en el artículo 4 constitucional.

«Ruedas del Desierto A.C. y sus colaboradores instan al Congreso del Estado de Coahuila a cumplir con sus obligaciones legales en beneficio de la comunidad y la seguridad vial de todas las personas, especialmente las más vulnerables.

En redes sociales, el colectivo se ha manifestado continuamente para hacer eco en la sociedad sobre la importancia de incorporar la infraestructura adecuada en la ciudad y así favorecer la circulación de todos los ciudadanos sin discriminación alguna. Su voz fue inmediatamente bien recibida por otro colectivo de ciclistas en Saltillo: Rueda Limpio —que llamó la atención de las autoridades con la instalación de boyas en segmentos de ciclovía descuidados— el cual hizo público su respaldo a la acción legal promovida por su homólogo.

Seguridad primero

Hoy, la bicicleta emerge como un símbolo de movilidad sostenible y libertad personal. Sin embargo, su ascenso en popularidad va de la mano con una creciente preocupación por la seguridad vial de quienes la eligen como medio de transporte. En el corazón de esta preocupación yace una realidad innegable: la vulnerabilidad del ciclista frente a los riesgos del tráfico motorizado. A pesar de su eficiencia energética y beneficios ambientales, las bicicletas comparten un espacio limitado con vehículos más grandes, lo que amplifica el peligro inherente a cada pedaleo.

Los países desarrollados, con su mirada puesta en la vanguardia de la movilidad urbana, han abrazado este medio como una solución integral para descongestionar las calles y reducir la huella de carbono. No obstante, este compromiso va de la mano con un enfoque riguroso en el cuidado de sus practicantes.

Desde infraestructuras específicas, como carriles segregados y señalización adaptada, hasta campañas de concienciación ciudadana y legislación protectora, estos países han erigido un andamiaje normativo y cultural en torno a la seguridad de los ciclistas. En ciudades como Ámsterdam o Copenhague, donde la bicicleta es reina indiscutible, se respira un ambiente de respeto mutuo entre todos los actores del tráfico, donde el ciclista es visto no como un obstáculo, sino como un compañero de viaje a proteger.

El énfasis en la seguridad vial para ciclistas no solo se traduce en una reducción significativa de accidentes y lesiones, sino también en un estímulo palpable para la adopción masiva de la bicicleta como modo de transporte preferido. Esta conjunción virtuosa entre seguridad y ciclabilidad alimenta un círculo virtuoso de urbanismo sostenible, salud pública y calidad de vida.

En última instancia, la seguridad vial para ciclistas no es simplemente un deber moral o legal, sino un imperativo para construir ciudades más habitables, saludables y equitativas. En un mundo que anhela un futuro más sostenible, la bicicleta se erige como un emblema de esperanza y progreso, cuyos horizontes están limitados solo por nuestra capacidad para garantizar su seguridad en las calles que compartimos.

Ejemplos a seguir

Muchos países desarrollados son reconocidos por su alta tasa de uso de la bicicleta como medio de transporte. A continuación, algunos ejemplos destacados:

Países Bajos: Quizás el paradigma mundial en términos de ciclismo urbano, los Países Bajos han integrado la bicicleta de manera ejemplar en su infraestructura urbana. Ciudades como Ámsterdam, Utrecht y Groninga son conocidas por sus amplias redes de carriles bici segregados, señalización adaptada y políticas urbanas que priorizan el ciclismo como una opción de movilidad preferente.

Dinamarca: Otro líder en materia de ciclismo urbano, Dinamarca ha fomentado el uso de la bicicleta a través de infraestructuras seguras y programas de concienciación ciudadana. Copenhague es un ejemplo de cómo el ciclismo puede integrarse de manera efectiva en el tejido urbano, con aproximadamente el 50% de los habitantes utilizando la bicicleta como su principal medio de transporte.

Alemania: Berlín, Múnich y Fráncfort son algunas de las ciudades que en la nación germana han invertido en infraestructuras ciclistas y promoción activa del ciclismo como una alternativa viable al transporte motorizado. Alemania es conocida por sus leyes de tráfico que protegen a los ciclistas y por su enfoque en la seguridad vial.

Suecia: En ciudades como Estocolmo, Gotemburgo y Malmö, el ciclismo es una opción popular para moverse por la ciudad, especialmente durante los meses más cálidos. Suecia ha invertido en la creación de carriles bici segregados y en campañas de concienciación para fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte.

Bélgica: Bruselas y Gante han implementado medidas para promover el ciclismo urbano, incluyendo infraestructuras seguras y programas de alquiler de bicicletas. Bélgica también ha desarrollado políticas de tráfico que protegen a los ciclistas y fomentan su uso en las áreas urbanas. E4

Actos reclamados

  • La omisión legislativa excesiva al no armonizar la ley estatal y/o aprobar las leyes necesarias de su competencia con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial emitida por el Congreso de la Unión y publicada en el Diario Oficial de la Federación del diecisiete (17) de mayo de dos mil veintidós (2022), desatendiendo lo establecido en el Segundo Transitorio de la misma, violando con ello la eficaz aplicación de la norma, en relación con el derecho humano a la movilidad y seguridad consagrado en el artículo 4 párrafo 17 Constitucional y como consecuencia impide a los suscritos el objetivo que busca lograr el instrumento legal, es decir, garantizar la movilidad y la seguridad vial.
  • La violación a nuestro derecho constitucional de movilidad en condiciones de seguridad vial, accesibilidad, eficiencia, sostenibilidad, calidad, inclusión e igualdad al ser omisa en armonizar las leyes estatales en cuanto a lo preceptuado por la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, ley reglamentaria del penúltimo párrafo del artículo cuarto constitucional; ya que dicha comisión vulnera en nuestra contra el derecho a una movilidad en condiciones de seguridad vial.

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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