No hay duda de que México es un país descompuesto y que la mente presidencial, o no se da por enterada o que aun sabiéndolo muestra los otros datos mintiéndonos como cada día, pues él se presenta ante la ciudadanía como un hombre perfecto que vino a la tierra para salvarnos, nada más que los resultados de su gestión nos indican todo lo contrario.
Los homicidios cada día se multiplican sin que las autoridades de Seguridad Pública Federal intervengan para su solución o que disminuyan, pues las estadísticas dicen que pronto se llegará a un número que sobrepasará el total de esos delitos cometidos en el sexenio de Felipe Calderón en solo tres años y meses del de López Obrador, quien se empeña en negarlo, lo que constituye una falta de respeto para la población.
La columna «Templo Mayor» de F. Bartolomé, de Reforma, publicó que mientras el país sufre por estas masacres, el subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía Berdeja se promueve a la gubernatura de Coahuila, en un acto más de Morena, con lo que refrenda el fracaso de la 4T en esta materia, pues demuestra que su interés es llegar al puesto y no detener la inseguridad que está cobrando miles de muertes, privilegiando lo político que la vida de los mexicanos.
Qué modelo de ejemplo nos puede dar una persona que quiere dirigir el destino de los coahuilenses, cuando le importa más su provecho personal y el del presidente que la seguridad de aquienes quiere representar, pues esas actitudes son carentes de solidaridad y de empatía que nos remiten a que su forma de ser es buscar solo el beneficio propio.
Los sicólogos dicen que los rasgos que muestra este tipo de personas con poca empatía tienden a establecer relaciones personales complicadas e inestables, suelen ser egoístas y con poca humildad, el interactuar no lo hace en forma frecuente, es decir, tienen amistades que duran poco, son personas con muchos prejuicios.
Eso no lo digo yo, lo dicen los profesionales de la sicología, por lo que debemos pensar seriamente en lo que dice en los mítines, pues son frases cuya intención va encaminada a atraer la complacencia de quienes lo escuchan de manera que cumpla con la alineación mandada desde del Ejecutivo Federal, cuya soberbia y rencor está llena de acciones vengativas preparadas con los ingredientes necesarios, incluyendo recursos públicos, para impulsarlo a la silla principal de Palacio, y con ese bastión obtener otro estado más para Morena y seguir bajo ese régimen autocrático.
En el Gobierno Federal tiene la percepción de que un funcionario de ese nivel es superior en conocimientos al de niveles estatales, sin embargo, en el caso que nos ocupa, desconocemos si el señor Mejía posee la experiencia y los conocimientos suficientes para el puesto que está peleando, porque según resultados de su actividad como subsecretario de Seguridad Pública la respuesta está todos los días en donde los medios dan a conocer los asesinatos que a diario vivimos en el país, y que siguen en aumento. No nos diga que usted también tiene otros datos, entonces cuál es la intención de venir a Coahuila, ¿cuáles son sus cartas credenciales que le debe presentar a la ciudadanía?
Ya en otra ocasión dije que usted también tiene derecho a competir, solo que para obtener ese derecho deben cumplir ciertos requisitos, en este caso como la comprobación de su penetración entre la población que le proporcione el conocimiento de la problemática que la aqueja, cercanía con los poderes fácticos, los grupos de intelectuales, empatía —repito empatía pura, no pagada—, pues es difícil tenerla cuando su inasistencia lleva años, es decir, no lo conocen.
Actuemos con seriedad, demostremos que nos gusta jugar con responsabilidad, sin ofrecer dádivas para la obtención de un apoyo codiciado, camuflado de una simulación de otro mesías. Se lo digo en serio.