¿Transparencia?, la Iglesia puesta en manos de Lutero

El ICAI incumple con los tiempos de resolución de recursos de revisión y acumula, al menos, 120 documentos por dictaminar; ni la comisionada presidenta ni el director general dan la cara para exponer los motivos del retraso

Aunque el Instituto Coahuilense de Acceso a la Información Pública (ICAI) se presenta a sí mismo como un organismo público constitucionalmente autónomo cuyas funciones sustantivas son garantizar el derecho de acceso a la información pública y la protección de datos personales en la entidad, la realidad apunta en la dirección opuesta. Medios de comunicación denuncian al ICAI por opaco y por no cumplir con las tareas asignadas.

De acuerdo con El Tiempo de Monclova, el ICAI suma siete meses sin revisar a las entidades públicas. Por tanto,tampoco ha publicado los resultados de dichas evaluaciones que con carácter trimestral se practica a los sujetos obligados referentes a su información pública de oficio.

El periódico consultó en la sección de transparencia del sitio web el estatus de las evaluaciones. «Según el análisis (…) la única publicación que aparece es la respectiva a las evaluaciones de los poco más de 170 sujetos obligados, que corresponde al cuarto trimestre del 2022», se lee en el artículo.

Más Información, periódico digital, apunta que tan solo en los meses de junio y julio pasados, el ICAI presenta un retraso acumulado de 120 documentos de recursos de revisión que no han podido ser dictaminados —63 en el primero de los meses citados y 57 en el segundo—. El recurso de revisión debe ser resuelto en un término no mayor a 40 días hábiles, de acuerdo con el artículo 126 fracción IX de la Ley de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales.

Quizás el señalamiento más grave no se relaciona con la ejecución de las tareas en tiempo y forma, sino con la opacidad que existe al interior de un organismo cuya obligación es favorecer la transparencia. Más Información advierte que «desde que asumió el cargo a la fecha, la nueva comisionada del ICAI, Dulce María Fuentes Mancillas, se ha negado en dos ocasiones a dar una entrevista a este medio informativo; mientras que el director general, Luis García Abusaíd, lleva un año y cinco meses en el cargo y nunca ha accedido a una entrevista a pesar de que se le ha solicitado en por lo menos cuatro ocasiones».

Ascenso en dos pasos

El 4 de agosto, Dulce María Fuentes Mancillas fue designada como integrante del Consejo General para un periodo de siete años. Cuestionada por el presunto mal uso de los recursos por parte de la alta dirección del instituto, no pudo ser más explícita: «Yo creo que el ejercicio de la transparencia lo tenemos que iniciar desde adentro para poder en un momento dado representar hacia el exterior lo que en el núcleo se esté generando. En ese sentido yo creo que es una oportunidad para poder realizar ese análisis o ese diagnóstico correspondiente hacia el interior, y posteriormente darlo a conocer a la sociedad, ciudadanizar ese aspecto, que la ciudadanía tenga esa información y al final de cuentas se rindan las cuentas necesarias».

El 22 de agosto, Fuentes Mancillas volvió a rendir protesta ante la comisión permanente del Congreso, pero ahora como comisionada presidenta del Consejo General del ICAI, luego que se informara de la ausencia definitiva del hasta entonces comisionado presidente, Luis González Briseño, cuyo periodo terminó el 1 de julio. La nueva titular desempeñará el cargo por un periodo de tres años.

En su momento, el Congreso justificó el cambio por el perfil académico, experiencia laboral y la especialización en temas de información pública que recoge el expediente de Fuentes Mancilla. «Con la propuesta, se procura garantizar el principio de autonomía, procurando la igualdad de género y privilegiando la experiencia en las materias afines al acceso a la información y la protección de datos personales», refiere el dictamen.

Hasta el momento, su currículo no parece respaldar su comportamiento. Las quejas se acumulan y las respuestas faltan.

El gran hermano

Si la llegada de Luis Fernando García Abusaíd a la dirección general del ICAI resultó polémica, su desempeño parece ser nulo. No deja de ser irónico que el titular de un organismo cuya tarea es a promover la transparencia y exigirle cuentas al Gobierno, sea la misma persona que ocupó los cargos de secretario técnico y coordinador de Asesores y Proyectos Estratégicos del Gobierno de Humberto Moreira, cuya administración ha pasado a la historia como una de las más turbias de Coahuila.

Tras el nombramiento de García Abusaíd como director general del ICAI, el exdiputado federal Diego del Bosque presentó un escrito ante el instituto para denunciar irregularidades en el proceso. El morenista explicó que la Ley de Acceso a la Información Pública no se cumplió, pues el artículo 175 establece «el titular de la Dirección General será nombrado y removido libremente por el consejo general del instituto por mayoría de votos (…) a propuesta de cualquiera de los miembros del consejo general del instituto». Lo cual debió realizarse en Sesión Ordinaria del Consejo General y no en una reunión de trabajo de comisiones.

Aunque la queja no procedió, Del Bosque manifestó que «en Coahuila, en la vida institucional, se vive en una simulación: los Gobiernos que entran cubren las espaldas a los Gobiernos anteriores. Las instituciones estas (ICAI), que aparentemente sirven para transparentar los recursos, están encabezadas por los mismos personajes que, en su momento, hicieron mal uso de esos recursos». E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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