Tuberculosis o cáncer de pulmón

Siempre he pensado que, en realidad, los libros de medicina los escriben los enfermos, los médicos nomás escribimos las dolencias físicas y emocionales de quienes solicitan nuestros servicios y tratamos de ayudar a la naturaleza sanadora que cada individuo porta en sus genes.

«Buenas noches. mi mamá lleva meses con tos intensa e incluso ha llegado a escupir sangre. Hace un día fuimos al médico para realizarle los exámenes y en una tomografía observaron una caverna en el pulmón izquierdo, además de una lesión consolidada en el derecho. La doctora, apenas supo de sus síntomas, afirmó que sería tuberculosis, pero desde que vi esa lesión grande en el derecho no puedo estar tranquila y, con miedo de que se trate de cáncer. ¿La tuberculosis también puede lesionar de esa forma los pulmones o solo es con cavernas?».

Cierto… La tuberculosis pulmonar, según el tiempo de evolución, puede manifestarse con o sin cavernas o con lesiones consolidadas semejantes a las del cáncer de pulmón. Puede confundir. Un tratamiento para tuberculosis, al menos ocho días de tratamiento, puede aclarar el diagnóstico. Si es tuberculosis habrá mejoría y no la habrá si es cáncer. Esto es una prueba de ensayo y error, sin riesgo por el tratamiento para tuberculosis. Por el contrario, no se recomiendan pruebas de ensayo y error quimioterapia, porque hay riesgo hasta de muerte. Si se indica quimioterapia sin biopsia que certifique un cáncer, si se trata de una tuberculosis, ésta puede avanzar a todos los órganos por el efecto inmunosupresor que facilita la diseminación de una infección con riesgo de muerte. O propiciar otras infecciones también mortales.

Además, con menos frecuencia he visto casos de tuberculosis renal, meningitis tuberculosa, tuberculosis ósea, o de la médula ósea con anemia, disminución de plaquetas y glóbulos blancos —insuficiencia de médula ósea— tuberculosis en la piel de las glándulas suprarrenales, tuberculosis de ovarios matriz o de intestinos y tuberculosis peritoneal, de hígado y corazón.

Caso clínico ejemplar:

Hace 40 años, por un cuadro de tos de unos dos meses de evolución y una radiografía que, en uno de los pulmones mostraba una masa redondeada de unos cinco centímetros de diámetro, un neumólogo y otros médicos le diagnosticaron cáncer de pulmón y la desahuciaron porque a esa edad y con un cáncer de ese tamaño, la mortalidad es casi de 100 por ciento a corto plazo, no más de seis meses. En aquel tiempo, en nuestro medio no se contaba ni con ultrasonido, mucho menos con tomografía.

Ante la desesperación de la familia. Kiskesabe, asalariado de una institución, propuso enviar a la paciente a un hospital del DF, para aclarar el diagnóstico. El estado general de la paciente era bueno, a pesar de que había bajado algo de peso y tenía poco apetito; no había complicaciones agudas, sus signos vitales eran normales y facilitaba esperar los trámites burocráticos de envío a otra unidad que podrían ser de una o dos semanas.

Por lo anterior, Kiskesabe aclaró y explicó lo siguiente a la familia: coincido con el neumólogo y los colegas en que la radiografía es muy sugestiva de un cáncer de pulmón, pero me llama la atención que no sea fumadora. Esa imagen de la radiografía no es exclusiva de cáncer de pulmón, puede ser tuberculosis, frecuente aquí en la región. La mayoría de los casos de cáncer de pulmón son fumadores, y una minoría no lo son. También es cierto que la mayoría de los fumadores no mueren de cáncer de pulmón. Tomando en cuenta que las posibilidades de que su mamá tenga un cáncer de pulmón son mínimas porque no es fumadora, en tanto se envía a la ciudad de México, propongo iniciar un tratamiento para tuberculosis. Si es cáncer, hágase lo que se haga el pronóstico es fatal. Pero como no hay un diagnóstico seguro, no estoy de acuerdo en desahuciarla y no hacer nada. Propongo que iniciemos tratamiento para tuberculosis. Además, el tratamiento para tuberculosis no dejará secuela, la curaría al cien por cien y no empeoraría si es cáncer. Un cáncer de pulmón no va a responder al tratamiento para la tuberculosis. Además, si se probara con quimioterapia o radioterapia para cáncer de pulmón, es poco probable que haya respuesta si es cáncer. Pero los efectos colaterales de esa quimioterapia o radioterapia serían desastrosos si es tuberculosis, esta empeoraría y avanzaría hacia otros órganos y entre la tuberculosis y otros efectos nocivos de la quimioterapia, moriría rápidamente.

Los familiares aceptaron el tratamiento de prueba, mientras se hacían los trámites para su envío. A los cinco días, emocionados, informaron que notaban mejoría porque la tos había disminuido significativamente y había recuperado el apetito. Dos semanas después, ya estaba autorizado el envío, la paciente iba mejor y solicitó otra radiografía, se comparó con la previa y aquella masa muy densa y opaca había disminuido de tamaño y densidad, lo que confirmaba una mejoría significativa, confirmando la tuberculosis y tentativamente desechando el cáncer. A los tres meses la lesión desapareció por completo y un año después se dio de alta.

Lea Yatrogenia

Egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Veracruzana (1964-1968). En 1971, hizo un año de residencia en medicina interna en la clínica del IMSS de Torreón, Coahuila. Residencia en medicina interna en el Centro Médico Nacional del IMSS (1972-1974). Por diez años trabajó como médico internista en la clínica del IMSS en Poza Rica Veracruz (1975-1985). Lleva treinta y siete años de consulta privada en medicina interna (1975 a la fecha). Es colaborador del periódico La Opinión de Poza Rica con la columna Yatrogenia (daños provocados por el médico), de opinión médica y de orientación al público, publicada tres veces por semana desde 1986.

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