UAdeC: cambio generacional con retos

El reciente proceso de renovación de la rectoría en la Universidad Autónoma de Coahuila proyectó un cambio generacional en una candidatura de unidad que enfrentó durante la campaña nuevos retos de los estudiantes, docentes y trabajadores de la máxima casa de estudios en la entidad.

El triunfo de Octavio Pimentel Martínez podría tener varias lecturas de acuerdo a los resultados y circunstancias que acompañaron el proceso, pero los números que arroja la elección señalan una legitimación que bien podría permitir establecer nuevas formas de contacto y negociación entre todos los integrantes de la comunidad
académica universitaria.

Un movimiento de jóvenes que fue cuestionado por su conformación e integrantes y que apostó a una estrategia de presión con el bloqueo de una vía de comunicación, fue un hecho que no funcionó para influir, al menos en apariencia, en el desarrollo de la elección y sus resultados.

Para muchos, las protestas y demandas de ese grupo fueron altamente cuestionables por la presunta infiltración de grupos políticos que pretendían, primero: desestabilizar el proceso de elección y, segundo: formar al interior de la institución grupos de choque que puedan funcionar durante un año electoral en el que se realizarán comicios federales, estatales y municipales.

Aunque hay evidencia de la participación de personajes ajenos a la vida universitaria que movilizaron a un reducido número de estudiantes, la protesta terminó con jóvenes que ahora sostienen mesas de negociación directamente con el nuevo rector de la universidad.

La disposición al diálogo y la conformación de equipos de trabajo de ambas partes permitió, al menos en el primer encuentro, llegar a conclusiones que generaron en apariencia, confianza de las partes y el retiro del campamento de los jóvenes que se mantuvo al menos durante dos semanas.

Las acciones, programas y planes de trabajo en el futuro, bien podrían incluirse en la gestión administrativa de los próximos tres años, sin embargo, el reto para las nuevas autoridades en el cambio generacional que ya se observa con los nombramientos, será responder a las necesidades cambiantes, también apremiantes y mediatas que surgen todos los días en una institución educativa que enfrenta retos financieros y materiales muy importantes en el futuro.

La universidad por naturaleza, como concepto académico de formación y preparación de educación media y superior, debe ser una institución dinámica, de reformas y constantes cuestionamientos sobre el curso de la vida social, económica y política de una sociedad.

Pero hoy, en tiempos de dificultades financieras y políticas, de alta competitividad laboral, profesional y económica, a nadie conviene una universidad revuelta, con infiltraciones de carácter político-electoral que dividan a la sociedad y no permitan una universidad que construya una sociedad para resolver y no generar problemas.

El reto es para todos los universitarios, para las nuevas autoridades que ya proyectan un cambio generacional, pero también para estudiantes, docentes, directivos y trabajadores en general, que permitan una universidad sí crítica y combativa, pero sin transgredir los derechos a la educación y la libre administración de la academia profesional de Coahuila.

Autor invitado.

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