¡Una victoria o una derrota!

A pregunta expresa de un reportero al presidente López Obrador de que la no aprobación de la Reforma Eléctrica habría significado para él un triunfo o una derrota, el presidente respondió enfático, es un triunfo para la democracia.

Y lo dice porque eso era lo que AMLO sabía muy bien que sucedería, que la oposición PRIANRD de la Cámara de Diputados votarían en contra de la Reforma porque para ellos, era una votación de mero trámite y al menos siete diputados de Coahuila votaron en contra, ¿«traidores a la Patria»?

La Reforma pretendía que la CFE tenga la capacidad de bajar las tarifas además de asegurar la generación de electricidad con energías limpias y que las empresas privadas dejen de utilizar el «autoabasto» y los mecanismos de fraude por los que obtienen y exportan 500 mil millones de pesos al año.

Los objetivos de la Reforma Eléctrica se cumplen con la sentencia de la Suprema Corte de la Nación respecto a la constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica presentada por la 4T así como la inconstitucionalidad de algunos de los preceptos que estaban en la ley de energía aprobada en el Gobierno de Peña Nieto con la que las empresas privadas ganaban enormes utilidades.

El presidente, contento declaró: «Decirle al pueblo de México que se logró el propósito de proteger a la CFE, que vamos a cumplir el compromiso de no aumentar el precio de la luz», AMLO resaltó que la Suprema Corte igual declaró ilegal la figura de «autoabasto» para vender energía eléctrica como hacían diversas empresas privadas, por lo que las exhortó a dialogar sobre el tema para darle solución y que salgan de la ilegalidad.

Igualmente se logró proteger el oro blanco, el litio con la aprobación de la nueva Ley Minera, México ocupa el 9º Lugar en el mundo de reservas de este mineral de ahí que se le estime como estratégico.

Considerando la votación de los diputados federales sobre la Reforma Eléctrica, ya era conocido que los partidos de oposición no votarían por el sí, pero igual fue enfatizado que no argumentaron sólidamente, no participaron en el debate, votaron en contra, fueron 223 diputados los que frenaron la reforma constitucional en materia eléctrica a los que ahora se pretende acusar de traición a la patria, lo cual estimo que no pasará.

El PRI se está jugando su supervivencia, no tiene cerebros de líderes inteligentes capaces de argumentar, seguramente en las elecciones que vienen podrían perder, tiene una gran crisis, ya no es el partidazo, a Moreira II que se ha apoderado del PRI en la Cámara de Diputados, los que saben estiman que fue chamaqueado, que podría haberse posicionado bien votando a favor de la Reforma Eléctrica y así hubiera ayudado a su esposa Carolina Viggiano a fortalecer su candidatura al Gobierno de Hidalgo en la que va adelante el candidato de Morena, pero no lo hizo.

Y es que el PRI ya no cuenta con cerebros como el de Manlio Fabio Beltrones o Emilio Gamboa Patrón, ellos eran estrategas con mucho colmillo político, Alito da pena ajena, el panorama vaticina un desplome escandaloso del PRI como el que surgió con la «roqueseñal», hipotéticamente se esperaba que el clan Moreira negociaría para que Carolina Viggiano ganara Hidalgo a cambio del voto priista por la Reforma, aunque AMLO dejó claro que en su Gobierno el sufragio no se negocia. El PAN se comió al PRI y la Reforma Eléctrica se logró.

La ganancia política de AMLO es la demanda social que se gesta a favor de la Reforma Eléctrica y en contra de quienes no votaron; entramos a la 2ª. etapa de la 4T y con ella se perfila la sucesión del 2024.

Un drama de horror

Nos encontramos ante una situación intolerable de violencia estructural en contra de las niñas, adolescentes y mujeres víctimas de violencia extrema en sus hogares, sus empleos, en las escuelas, en las calles y en cualquier sitio en el que se encuentren y no es exageración, el país pasa por una situación de extrema gravedad en materia de desapariciones, así como de las severas carencias institucionales para su prevención, atención, investigación, sanción y reparación, los sistemas de justicia no dan el ancho.

Los colectivos de mujeres protestaron en Monterrey reclamando y exigiendo al gobernador la destitución del secretario de Seguridad del Estado y la renuncia de la secretaría de las Mujeres la que encontrándose en el Palacio de Gobierno presenció la represión de la que fueron objeto por parte de la policía estatal cuando los colectivos intentaron entregar un pliego petitorio ante el incremento de desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes en la entidad.

Las mujeres regiomontanas manifestantes marchaban de manera pacífica, pero fueron recibidas por cerca de 200 policías, los que las golpearon, gasearon y algunas fueron arrastradas por las escaleras del edificio y detuvieron al menos a cuatro, dos de ellas menores de edad que iban acompañadas de sus madres.

Las organizaciones de mujeres denuncian en su comunicado que tan sólo en un mes 15 mujeres desaparecieron y reclamaron por qué las autoridades no desplegaron así a la policía para buscar a María Fernanda Contreras, joven desaparecida desde el 3 de abril, quien fue víctima de feminicidio y encontrada en una casa en el municipio de Apodaca, N.L. cuyo presunto asesino fue localizado y arrestado en Francisco I. Madero, Coahuila.

Al parecer, el gobernador neolonés tomó medidas de seguridad urgentes y extraordinarias de inmediato para la búsqueda de las desaparecidas además de la indagación de los feminicidios y ordenó la formación de un grupo especial que investigue los crímenes (igual que en Coahuila, ja), se incrementará la vigilancia mediante las videocámaras, las tareas de búsqueda se iniciaron de inmediato para localizar a Debanih Susana Escobar de 18 años desaparecida en la carretera a Nuevo Laredo tras participar en una fiesta de amigas. En las protestas por la desaparición de María Fernanda, las organizadoras feministas incendiaron la puerta del Palacio de Gobierno.

Estas acciones de protesta que incendian puertas, rompen vidrios y pintan monumentos son fuertemente criticadas por mujeres y hombres que sostienen que son injustificables, yo les preguntaría a los críticos, qué harían si se tratase de una de sus hijas, una hermana o una esposa.

Lo cierto es que hay un hartazgo ante la impunidad en las agresiones a mujeres, niñas y adolescentes, en un contexto de múltiples precarizaciones en las que predominan las afectivas, las económicas y culturales y los imparables e infames feminicidios, el dolor y la rabia exigen acciones, políticas públicas de seguridad hacia nosotras porque la reproducción de la misoginia, la cosificación de las mujeres, la sexualización de las niñas en un continuo afán de dominación y sometimiento sin respeto alguno a los parentescos, a las edades ni lealtades de ningún tipo, los acosos y abusos sexuales en la familia forman parte de oscuros secretos y hondos traumas familiares, son parte de la pudrición que padece este país.

Las protestas en contra de la violencia estructural machista no se van a detener mientras no haya políticas públicas que nos devuelvan a las desaparecidas, que haya justicia para las asesinadas por feminicidio, las torturadas sexualmente, las golpeadas en sus hogares, las acosadas y violadas en las escuelas, en sus empleos y familia; la feminidad está cargada de estereotipos de «dulzuras, delicadeza, fragilidad, sumisión y silencios», el feminismo actual transgrede esos prejuicios.

En Tamaulipas se replica el escenario de desapariciones de niñas, adolescentes y mujeres adultas desaparecidas de las que hay más de 2 mil y cuatro feminicidios tan sólo en este año, lo cual expone un pavoroso contexto de violencia.

Lo que resulta evidente es la incapacidad de las fiscalías y los ministerios públicos para investigar los casos de las desaparecidas y asesinadas, las fallas e inconsistencias son masivas ellas reflejan una profunda ineptitud e ignorancia de las instituciones de seguridad que han sido rebasadas por los hechos, no solo en Nuevo León, sino en todo México, no hay coordinación institucional para atender estos delitos de desapariciones los errores abundan, pero son escondidos, no son debidamente investigados, así que estamos ante incógnitas y una realidad espeluznante.

Licenciada en sociología por la UANE, Saltillo. Ha cursado estudios de Maestría en sociología, con especialidad en ciencia política, UNAM. Posee varios diplomados, entre los que destacan Análisis Político, en la UIA; El debate nacional, en UANL; Formación de educadores para la democracia, en el IFE; Psicología de género y procuración de justicia. Colabora en Espacio 4, Vanguardia y en otros medios de comunicación.

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