Asalto femenino encrespa el 2024

En la psicología social mexicana subsisten y se complementan dos arquetipos matriarcales de cuña y tradición milenaria, el mexica y el hispano; ambos teniendo a la mujer como núcleo de su vida y religiosidad, pero no como figura preponderante, sino dependiente en cierta medida de protección masculina.

La madre abnegada, la diosa Coatlicue, quien accidentalmente quedó embarazada; sus hijos, Coyolxauhqui y los 400 Centzon Huitznáhuac decidieron matarla para salvar el honor familiar, pero su hijo neonato Huitzilopochtli, salvó a la débil diosa destrozando a todos sus hermanos; así la mujer se comportó como quien requería protección porque no podía cuidarse a sí misma.

Los españoles nos trajeron una figura femenina de muy alto perfil, la Virgen María en diferentes advocaciones, luego surgió la «Morenita del Tepeyac» como esencia de la mexicanidad; pero siempre dependientes también de una figura masculina, representándose esta también en su hijo.

En las diferentes etapas de la historia nacional ha habido mujeres ejemplares, increíbles, aquellas que, sin ocupar cargos políticos, entregaron vidas y sacrificaron familia para dignificar nuestro pueblo, algunos personajes sobresalen, pero me niego a mencionarlos por temor a cometer omisiones ofensivas, tan valiosas son como aquellas que en lo incógnito también forjaron una patria maravillosa durante las diferentes luchas libertarias.

Hoy nuestro país vive por primera vez en su historia la inminencia de tener a una mujer por presidente de la República; creo, solo creo yo, que vamos a ver una manera diferente de hacer política. Ya será por honestidad intelectual que cada uno decida por dónde votar en su momento, recordando que no existe «México» existimos los mexicanos, somos personas únicas e irrepetibles; cada uno de nosotros somos seres históricos con sentimientos y necesidades, ojalá y seamos capaces de buscar el beneficio de la inmensa mayoría y el interés superior de la nación por encima de los intereses de unos cuantos eternos saqueadores.

Las mujeres, claro que sí, afortunadamente en la humana historia reciente existen algunas que debemos destacar. Para muestra basta un ejemplo: Ángela Merkel, doctora en física, en su vida política destaca la tutela del canciller Helmut Kohl, quien la llamaba mein Mädchen (mi chica). Canciller de Alemania de 2005 a 2021; llevó a su país a un desarrollo económico y político excepcional; lo convirtió en la mejor economía europea. Ocupó importantes cargos en la Comunidad Económica Europa como presidente de su consejo; presidente del G8. Hábil, pasiva y certera; mujer preparada, inteligente, sobria, nunca gritona y menos boquifloja ni insultante, menos aún drogadicta.

Con visión clara ofrecía siempre lo positivo de su proyecto de nación, jamás confundió de color su ideología y mucho menos forjó su imagen originaria a base de mentiras y falacias. Logró acrecentar la economía familiar y social, nunca redujo los derechos individuales o sociales ni ofreció al extranjero las riquezas germanas bajo pretextos ambientalistas. Mujer ejemplar, ni mitómana o narcisista, nunca presuntuosa, jamás alardeó de sí misma o de supuestos logros personales muy dudosos; menos aún se jactó profesionista. Cuando le preguntaban por los problemas de su partido o de su Gobierno, contestaba directamente, sin evasivas o justificaciones, nada de excusas como vituperar que los otros eran igualmente corruptos. No se dejó manejar por los gringos que querían apoderarse de su nación y siempre ponderó soluciones sobre los problemas que, si bien supo reconocerlos y buscarles soluciones, jamás dedicó todo su esfuerzo en estarlos solamente denunciando, menos exagerando y buscando ganar adeptos con vulgaridades. Nunca permitió que sus adeptos exageraran sus virtudes. En sus comentarios, actitudes y actuaciones siempre primaron las neuronas sobre las vísceras.

Entre berrinches, chismes, sorna, mala fe, intenciones torcidas y hasta rabietas, México sí está preparado para ser gobernado por una mujer, existen hoy candidatas con posibilidades de convertirse en presidente de la República en 2024. De algo estoy seguro y es que alguna puede ser igual o mejor que Ángela Merkel; otros casos, en su mediocridad, más bien dan lástima…

En fin, ojalá pronto en Torreón tengamos oportunidad de contar igualmente con candidatas capaces, preparadas y especialmente comprometidas con los torreonenses, sensibles con los más necesitados, porque hasta ahora todos los varones que nos han presidido han salido debiéndonos y mucho, incluso contabilizando lo presente.

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