Una de las facetas más oscuras del presidente López Obrador es la inclusión en su proyecto de la llamada Cuarta Transformación de personajes tan siniestros como son Manuel Bartlett, Armando Guadiana y el panista Reyes Flores.
Ya lo habíamos mencionado en este espacio antes del reportaje, del pasado 16 de junio, de Jesús Esquivel en la revista Proceso titulado: «La justicia de EU no ceja: Bartlett, involucrado en el caso Camarena».
Lo mismo publicamos en este espacio el 24 de enero pasado en el artículo: «Guadiana debe retar a Bartlett», donde criticamos la presencia de Bartlett en la 4T, ya que fue secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid y que, hasta la fecha, es acusado de complicidad en el asesinato del periodista Manuel Buendía en 1984. Del homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena, en 1985. También del asesinato de los frentistas Xavier Ovando y Román Gil, un crimen ligado a la «Caída del Sistema», el fraude electoral de 1988.
También cuestionamos el hecho de que desde el 2017, el senador Armando Guadiana hostiga a Humberto Moreira porque no cruza a Estados Unidos y, por ese motivo, luego planteamos que si don Armando es tan retador, ¿por qué no invitó a Bartlett al Super Bowl LV en Tampa, Florida?
Todos sabemos que dentro de Estados Unidos la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tiene prohibido operar. Fuera de EE.UU. la CIA tiene licencia para todo en beneficio de su País: organizar golpes de Estado y proteger a sus aliados. Bartlett fue uno de sus principales aliados como secretario de Gobernación durante la operación Irán-Contra con luz verde para que el Cártel de Guadalajara traficara entre Sudamérica y EE.UU., pasando por México.
De ahí el conflicto entre la DEA y el gobierno de México por la muerte de Camarena, un caso que allá sigue vigente. Aquí dijimos que la DEA nunca olvida. Y también citamos que la policía de Gobernación, cuyo jefe era Bartlett, protegía a Caro Quintero, «Don Neto», Félix Gallardo, Matta Ballesteros y a Contreras Subías, tanto así que estos narcos portaban credenciales (excepto Matta) como agentes de Gobernación. Manuel Bartlett no cruza a EU desde 1985, tras la tortura y muerte del agente Camarena en Guadalajara.
Asimismo, al suscrito le consta haber visto los retratos hablados en la PGR de esos narcos, totalmente diferentes a su rostro real, y que antes de la muerte de Camarena se fingía buscarlos. ¿Retratos hablados? Si había fotos de ellos por las credenciales de Gobernación. Matta fue secuestrado en Honduras por alguaciles de EU por el caso Camarena y llevado a ese país. A Bartlett no lo secuestran —como hicieron con el doctor Humberto Álvarez Machaín— por su complicidad con la CIA.
Bartlett, que dio paso al neoliberalismo con Salinas y a la privatización de todo el patrimonio nacional, ahora —según él— lucha por nacionalizar al sector eléctrico, lo cual nos parece una gran contradicción.
Por eso resulta patético que estos plomeros de la 4T ataquen hoy al gobernador Miguel Riquelme, así como Reyes Flores a Manolo Jiménez, sin tener la calidad moral para realizar una crítica creíble y plausible.
Al respecto, basta decir que en la Sección Amarilla hay tres clases de plomeros: los que tapan las fugas, los que agrandan las fugas y los que están dispuestos a renovar toda la tubería por una nueva y sin fugas. Usted sabrá si confía en los plomeros chambones de la 4T.