¡Basta ya! Ultimátum de estadistas a Washington para liberar a Assange

The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País advierten al Gobierno de Estados Unidos que el proceso judicial contra el australiano pone en jaque a la libertad de prensa. Lula da Silva y Gustavo Petro se suman al reclamo de libertad

Los cinco periódicos que se asociaron con WikiLeaks en 2010 para hacer públicos los documentos filtrados por la exsoldado del Ejército estadounidense, Chelsea Manning, mantienen su incondicional respaldo a Julian Assange y, para demostrarlo, el 28 de noviembre publicaron en conjunto una carta abierta donde exigen al Gobierno de Estados Unidos que ponga fin a la persecución contra el australiano y retire todos los cargos en su contra.

«Esta acusación sienta un precedente peligroso y amenaza con socavar la Primera Enmienda (de la Constitución) de Estados Unidos y la libertad de prensa».

Carta abierta de medios al Gobierno de EE. UU.

The New York Times (Estados Unidos), The Guardian (Reino Unido), Le Monde (Francia), Der Spiegel (Alemania) y El País (España) aseguran en su misiva que el intento de enjuiciar a Assange con base en la Ley de Espionaje de 1917, la cual nunca se ha utilizado en perjuicio de la labor periodística, sienta un peligroso precedente contra la libertad de expresión y la Primera Enmienda de su Constitución. «Exigir responsabilidades a los Gobiernos forma parte de la misión principal de la prensa libre en una democracia. Obtener y revelar información delicada es una parte fundamental del trabajo diario de los periodistas. Si este trabajo se criminaliza, nuestro discurso público y nuestras democracias se debilitan considerablemente», se lee. Y concluyen sus autores: «Doce años después de la publicación del (llamado) “Cablegate”, es hora de que el Gobierno estadounidense finalice su enjuiciamiento de Julian Assange por publicar secretos. Publicar no es un delito».

Extradición en ciernes

El 17 de junio la entonces ministra del Interior británica en el Gobierno de Boris Johnson, Priti Patel, aprobó la extradición del fundador de WikiLeaks a Estados Unidos a pesar de los alegatos que la defensa de Assange expuso a razón del precario estado de salud del acusado y la posibilidad de que este cometiera suicidio. «Tras la consideración tanto del Tribunal de Magistrados como del Tribunal Superior, se ha ordenado la extradición de Julian Assange a EE. UU. Assange conserva el derecho normal de apelación de 14 días», informó en aquella fecha el Ministerio del Interior.

A pesar del dictamen emitido por Patel, la pelea legal aún no concluye. El equipo de abogados de Assange presentó una apelación ante el Tribunal Superior de Londres, que debe dar su aprobación. En el peor de los casos, todavía pueden llevar su caso al Tribunal Supremo del Reino Unido.

Washington reclama la extradición de Assange desde Reino Unido, donde se encuentra detenido desde 2019 —tras haber permanecido recluido siete años en la embajada de Ecuador en Londres—, para juzgarlo por 17 presuntos delitos en violación de la Ley de Espionaje de 1917 y uno de intromisión informática.

Las imputaciones se relacionan con el acceso y la publicación de partes militares sobre Irak, Afganistán y la base ilegal de Guantánamo, así como informes diplomáticos que revelan crímenes de guerra y otros abusos cometidos por oficiales y autoridades estadounidenses. En caso de ser declarado culpable, el australiano podría enfrentar una pena de hasta 175 años de prisión.

Mandatarios se suman

El primer ministro de Australia, Anthony Albanes, dijo el 30 de noviembre que habló personalmente con las autoridades de Estados Unidos para que terminen los procesos legales contra el fundador de WikiLeaks. «Tiempo atrás ya expresé que es suficiente. Es el momento de que este asunto llegue a su fin. Lo he planteado ante los representantes del Gobierno de Estados Unidos. Mi postura es clara. ¿Cuál es el punto de continuar estas acciones legales en las que podemos quedarnos atrapados muchos años?», comentó.

«Es el momento de que este asunto llegue a su fin. Lo he planteado ante los representantes del Gobierno de Estados Unidos. Mi postura es clara. ¿Cuál es el punto de continuar estas acciones legales en las que podemos quedarnos atrapados muchos años?».

Anthony Albanes, primer ministro de Australia

Albanes —quien ha sido enfático en aclarar que no comparte algunas de las prácticas de Assange— comparó el tratamiento que recibe el fundador de WikiLeaks con la situación de Chelsea Manning, cuya condena a 35 años de cárcel por robar documentos secretos fue conmutada por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama en 2017.

Por su parte, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, —quien asumirá el cargo el 1 de enero de 2023— recibió en Brasilia al editor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, y al editor del portal, Joseph Farrell, y aprovechó la reunión para dejar en claro que su postura es a favor del australiano.

«Estuve con Hrafnsson, editor en jefe de WikiLeaks, y el editor Joseph Farrell, quienes me informaron sobre la situación de salud y la lucha por la libertad de Julian Assange. Les pedí que enviaran mi solidaridad. Que Assange sea liberado de su injusto encarcelamiento», publicó el líder del Partido de los Trabajadores en su cuenta de Twitter el 28 de noviembre.

Las palabras de Lula da Silva fueron bien recibidas por los ejecutivos de WikiLeaks que agradecieron al presidente electo y lo describieron como «un verdadero hombre de pasión, visión y simpatía».

«Estuve con Hrafnsson, editor en jefe de WikiLeaks, y el editor Joseph Farrell, quienes me informaron sobre la situación de salud y la lucha por la libertad de Julian Assange. Les pedí que enviaran mi solidaridad. Que Assange sea liberado de su injusto encarcelamiento».

Luiz Lula da Silva , presidente electo de Brasil

Parte del equipo de trabajo de WikiLeaks se encuentra de gira por América Latina para recopilar muestras de apoyo de los mandatarios de izquierda con relación al caso. El 21 de noviembre fueron recibidos por el presidente colombiano Gustavo Petro y su canciller Álvaro Leyva. El mandatario sudamericano también mostró su simpatía por la causa que representaban sus invitados. «Me reuní con los voceros de WikiLeaks, para apoyar la lucha mundial por la libertad del periodista Julian Assange. Le solicitaré al presidente Biden con otros presidentes latinoamericanos que no se pongan cargos a un periodista solo por decir la verdad», publicó Petro en redes sociales.

Al finalizar el encuentro, Hrafnsson compartió con medios locales su beneplácito por los resultados obtenidos. «Me complació mucho escuchar al presidente expresar su posición con tanta seguridad. Sus declaraciones sobrepasaron mis expectativas, porque no solo se refirió en términos muy positivos a Julian Assange y su lucha, sino que también destacó su voluntad para defender su libertad, y además, declaró que pediría a otros presidentes que hagan lo mismo».

«Me reuní con los voceros de WikiLeaks, para apoyar la lucha mundial por la libertad del periodista Julian Assange. Le solicitaré al presidente Biden con otros presidentes latinoamericanos que no se pongan cargos a un periodista solo por decir la verdad».

Gustavo Petro, presidente de Colombia

Como antecedente, en julio, 84 integrantes del Bundestag (Cámara Baja del parlamento de Alemania) firmaron una carta reclamando la liberación de Assange no solo por motivos humanitarios sino en defensa de la libertad de prensa. «Los periodistas no deben ser perseguidos ni castigados por su trabajo. En ninguna parte», advertía la misiva. E4

La Habana, 1975. Escritor, editor y periodista. Es autor de los libros El nieto del lobo, (Pen)últimas palabras, A escondidas de la memoria e Historias de la corte sana. Textos suyos han aparecido en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. Actualmente es columnista de Espacio 4 y de la revista hispanoamericana de cultura Otrolunes.

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