El Tri: mal fútbol y negocio redondo

El fracaso mundialista solo afecta a la afición, pues jugadores, organizadores, patrocinadores y televisoras seguirán ingresando cifras millonarias. El presidente López Obrador pide al sector privado invertir en la formación de jugadores «por respeto a la gente». Al Gobierno no le toca, aclara, pero puede ayudar

La FIFA es más fuerte que las Naciones Unidas: Forbes

La máxima romana de «Al pueblo, pan y circo» no aplica para México en el caso del fútbol, pues el pan se lo llevan las televisoras y el espectáculo deja mucho qué desear.

En este sentido, el «fracaso mundialista» de la selección mexicana de fútbol en la Copa del Mundo de Qatar solo afecta a la afición, pues jugadores, organizadores, patrocinadores y televisoras seguirán lucrando con un negocio multimillonario, en el que el éxito deportivo solo cuenta desde el punto de vista financiero.

No se equivoca el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al señalar que le toca al sector privado y no al Gobierno invertir en la formación de jugadores de fútbol, pues la gran tajada del negocio se la llevan empresas, en comparación con lo que generan la venta de playeras en los puestos de calle o la afluencia a bares y restaurantes durante los eventos.

«Hay mucha afición para tan poco desarrollo deportivo en esta disciplina, entonces lo que se tiene que hacer, por respeto a la gente, es formar buenos futbolistas, que se puedan crear escuelas y que se destinen recursos (…) Pero eso corresponde al sector privado».

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México

«Hay mucha afición para tan poco desarrollo deportivo en esta disciplina, entonces lo que se tiene que hacer, por respeto a la gente, es formar buenos futbolistas, que se puedan crear escuelas y que se destinen recursos con ese propósito», dijo el mandatario en conferencia de prensa tras la salida de México del mundial en primera fase (algo que no ocurría desde 1978). «Pero eso corresponde al sector privado (…) si nosotros tenemos que ayudar, lo hacemos, sobre todo por el entusiasmo de la gente» advirtió.

Al menos en este punto, a López Obrador no se le puede acusar de populista, pues su postura contrasta con las de líderes de otros países de Latinoamérica, donde el fútbol es parte de la agenda política. Como ejemplo, se puede citar el caso de Argentina, donde el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) intentó apoderarse por decreto de las transmisiones de la liga nacional bajo el lema de «Fútbol para todos». La medida fue bien recibida por el público, pero no tardó en desplomarse por su inviabilidad económica.

«Yo soy el responsable máximo de esta terrible decepción y frustración. (…) Asumo totalmente la responsabilidad de este gran fracaso. No hay ningún motivo que ahora me haga pensar que el futuro deba ser de manera distinta. El contrato se venció cuando el árbitro pitó el final».

Gerardo Martino, exdirector técnico de la selección mexicana

 Para darse una idea de la magnitud del multimillonario negocio que representa esta disciplina deportiva, basta mencionar que la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA) calcula que sus ingresos durante la Copa del Mundo 2022 superarán los 6 mil 400 millones de dólares (mdd), por encima de Rusia 2018 (5,200 mdd), Brasil 2014 (4,800 mdd), Sudáfrica 2010 (4,200 mdd), Alemania (2,600 mdd) y Corea-Japón (1,600).

Solo por haber clasificado al mundial, la selección mexicana (valuada en 177 millones de dólares por el valor de los pases de cada jugador), se llevó unos 2 millones de dólares más unos 9 millones de dólares por haber participado en la fase de grupos. El objetivo de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) era sumar al menos otros 12 millones de dólares con el ingreso a octavos de final, pero se quedó fuera por diferencia de goles. Este año, el campeón se llevará 50 millones de dólares, seguido de 40 millones del segundo lugar, 30 millones del tercero y 25 millones del cuarto.

Una gran parte de la prensa mexicana se ha hecho eco de estas cifras para señalar que tanto la FMF como las televisoras, en particular Televisa y TV Azteca, han «perdido» millones de dólares con la salida de México del mundial.

No hay tal pérdida. En todo caso, se quedaron sin ingresos extras, los cuales pueden recuperar fácilmente con los partidos que la selección jugará en Estados Unidos, los cuales le significarán 2 millones de dólares por cada juego a la FMF y tanto más para las televisoras. El verdadero negocio del Tri está al norte del Río Bravo y el presidente de la FMF, Yon De Luisa, lo sabe muy bien. De ahí que pese a las presiones por el fracaso en Qatar, haya asegurado que no piensa renunciar.

Negocio redondo.. e infame

«Las remato para no quemarlas, todo lo de la decepción al 50%. Fuera los televisos», reza un cartel de un vendedor de camisetas de la selección nacional de fútbol en la Ciudad de México. La fotografía, compartida en redes sociales, resume el sentimiento de la afición.

Los comentarios de apoyo al vendedor ambulante contrastan con los que recibió el boxeador Santos Saúl «Canelo» Álvarez, quien la emprendió contra la estrella argentina Lionel Messi por un video en el que se puede ver una camiseta de México en el suelo del vestuario donde los albiazules festejan su triunfo contra el tricolor. Apenado por la amenaza sin sentido y las críticas que recibió de varios futbolistas —incluido el mexicano Andrés Guardado, quien intercambió la camiseta con Messi—, el Canelo debió disculparse y de paso, despedirse de los 10 mil dólares que apostó a que México llegaba a la final.

«Estos últimos días me dejé llevar por la pasión y el amor que siento por mi país e hice comentarios que estuvieron fuera de lugar por lo que quiero disculparme con Messi y la gente de Argentina. Todos los días aprendemos algo nuevo y esta vez me tocó a mí» escribió Álvarez en las redes sociales.

Y es que la molestia de la afición debe canalizarse hacia los verdaderos dueños del balón. «Juegan como nunca, pierden como siempre. Ching… tu madre Tata (Martínez). Tú también (Emilio) Azcárraga. Tú más (Ricardo) Salinas Pliego», dice otro cartel del mismo vendedor ambulante.

Vaya sabiduría popular. El entrenador argentino Gerardo Martino se embolsó unos 12.2 millones de dólares en los cuatro años que estuvo al frente de la selección. De hecho, su salario de 2.9 millones de dólares anuales (83% por encima de los que recibió su predecesor, Juan Carlos Osorio) lo convertía en el quinto técnico mejor pagado de la Copa Mundial de Qatar, solo detrás de los entrenadores de Alemania, Inglaterra, Francia y Brasil y por encima de su compatriota Lionel Scaloni (Argentina) y el holandés Louis Van Gaal (Países Bajos), según Finance Football.

«Yo soy el responsable máximo de esta terrible decepción y frustración. (…) Asumo totalmente la responsabilidad de este gran fracaso. No hay ningún motivo que ahora me haga pensar que el futuro deba ser de manera distinta. El contrato se venció cuando el árbitro pitó el final» dijo Martino tras el partido con Arabia Saudita.

Su renuncia le ahorró a la FMF unos 6 millones de dólares que debería haber pagado en caso de rescindir su contrato, el cual tenía vigencia hasta diciembre de 2022 y posibilidad de renovación hasta 2026.

La Federación se trajo a Martino de la Liga Mayor de Fútbol de Estados Unidos y Canadá (MLS, por sus siglas en inglés), donde tenía un salario de 7.5 millones de dólares anuales por dirigir al Atlanta United.

Y es que es en EE. UU. donde está la gallina de los huevos de oro de la FMF, pues desde 2003 tiene un contrato con Soccer United Marketing (SUM), el brazo empresarial de la MLS, que tiene los derechos de comerciales de la selección mexicana en Estados Unidos.

Es un negocio redondo: la federación Mexicana de Fútbol recibe unos 2 millones de dólares por cada juego, mientras SUM se hace con el dinero de las taquillas (60 mil asistentes en cada partido que pagan 80 dólares por ticket, en promedio) y de los acuerdos comerciales por la transmisión, la venta de camisetas y publicidades.

«La Selección Mexicana es una de las más redituables del mundo y en este cuatrienio puede facturar entre 450 y 500 millones de dólares», señala la revista Forbes (10.06.22).

En un país con más de 40 millones de pobres, la mayor parte de las ganancias que genera la selección mexicana se van para Estados Unidos.

Élite en pañales

El fanatismo por el fútbol es relativamente nuevo en México (el béisbol fue la disciplina deportiva más popular hasta hace pocos años). Y no es casualidad.

La maquinaria de los medios televisivos ha intentado relacionar la identidad nacional con este deporte que, pese al bajo nivel, genera salarios y ganancias por encima de la media internacional.

Cada vez más jugadores y técnicos miran al país como una oportunidad para crecer… financieramente, pues la calidad de juego de los equipos tanto de la liga nacional como de la selección nacional son muy pobres.

El argentino Mauro Camoranesi, quien jugó en Santos y Cruz Azul y fue el primer jugador en pasar al calcio italiano desde la Liga MX lo explica claramente en TUDN, un canal de televisión de paga mexicano-estadounidense especializado en los deportes (02.12.22).

«Yo fui el primer jugador del campeonato mexicano que fue a Italia y cuando llegué a Verona los compañeros me cargaban (se burlaban). Pero yo tenía una visión importante (del fútbol mexicano) que afuera no se conoce. No se sabe que Monterrey tiene un estadio donde van 50 mil personas o que en la Ciudad de México hay cinco», dijo.

«Teníamos un estadio propio, el Estadio Azul, concentrábamos en un hotel cinco estrellas. En Verona era un hotel de dos estrellas, el estadio es comunal, tenemos un solo campo de entrenamiento. En Cruz Azul teníamos tres campos. La infraestructura del fútbol mexicano en esa época (año 2000) ya era buena», dijo.

«Es una pena, pero no se conoce, México es conocido por las novelas, pero no se ve la liga mexicana», dijo el campeón del mundo con Italia en 2006.

No obstante, la FMF se ha convertido en un monstruo empresarial que ha dejado de mirar hacia Sudamérica (ya no participa en torneos latinoamericanos como la Copa América o la Libertadores), para centrarse en el mercado de Estados Unidos, donde residen 60 millones de mexicanos.

Incluso la salida de México de Qatar 2022 no le representa ningún sobresalto financiero, pues hasta el mes de septiembre, dos meses antes de arrancar el mundial, ya había vendido más de 1.6 millones de playeras, solo por detrás de los uniformes de España, Argentina y Francia.

La playera de México tiene dos versiones, una para aficionados que ronda los 1,800 pesos y otra profesional que cuesta 2,600 pesos, por lo que la FMF habría facturada solo por ese concepto unos 2,800 millones de pesos solo hasta septiembre. La cifra final aún nos se conoce, pero se proyecta que la venta de playeras podría superar las 3.2 millones que se vendieron en el mundial de Rusia 2018.

La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México calculaba una derrama de 3 mil 200 millones de pesos durante la Copa del Mundo, pero podría quedar muy por debajo de esa cifra. «En mundiales pasados, hemos detectado que al quedar eliminados, el público perdió interés y el nivel de gasto promedio disminuyó», dijo el presiente del organismo en la capital del país, Arturo Vega Martín (El Economista, 20.11.22). E4

NUMERALIA

Los «otros datos» del mundial 2022

  • $177 mdd el valor de la selección
  • $11 mdd por haber jugado el mundial
  • $2.9 mdd el salario del Tata Martino
  • $12 mdd se llevó el técnico en 4 años
  • $2,800 mdd en venta de playeras hasta septiembre
  • $2 mdd por cada partido en EE. UU.

La FIFA es más fuerte que las Naciones Unidas: Forbes

Para dimensionar el poder económico y mediático de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), la revista Forbes pone un ejemplo revelador. «Su impacto, si caemos en el lugar común, sigue siendo una referencia: actualmente tiene 18 agremiados más que la Organización de Naciones Unidas (ONU). El poder y la influencia de Gianni Infantino, actual presidente del organismo, llega a más territorios que el de António Guterres, secretario general de la ONU», señala (01.12.22).

La publicación especializada en negocios destaca que en 118 años de existencia, la FIFA no solo ha aprendido a organizar eventos internacionales, sino también a hacer mucho dinero. «Para el ciclo 2019-2022, que concluye con la Copa del Mundo de Qatar, facturará (pese al impacto de la pandemia y el temor de los mercados financieros por una posible recesión) al menos unos 6,400 mdd, la mayor cifra de ingresos en toda su historia. Incluso, algunos reportes apuntan que pueden alcanzarse los 7,000 mdd», señala un análisis de Iván Pérez titulado «Conoce el (nuevo) negocio billonario de la FIFA».

La nota destaca que pesar de la pandemia, el apoyo financiero de la FIFA a todas sus federaciones (con 1,500 mdd), los problemas de recesión e inflación a nivel global e, incluso, temas político-bélicos como el de Rusia-Ucrania, el organismo aumentó 13.1% sus ingresos entre el periódico trascurrido entre la Copa Mundial de Rusia 2018 y la de Qatar 2022.

«¿Dónde radica su éxito?», se pregunta Pérez. «La respuesta está en las alianzas, los contratos que tiene y cómo ha convertido el deporte en una empresa de entretenimiento, estilo de vida y con una estrategia en nuevas divisiones de negocios, como lo es la Web3 (metaverso, NFT), impulso al desarrollo del futbol femenil y los eSports», señala.

Su próximo objetivo está en el mundo digital, de ahí que haya firmado un acuerdo comercial con Roblox Corporation, propietaria de un videojuego en el que cada usuario puede «construir» su mundo, y que ya cuenta con 52.2 millones de usuarios únicos al día y un «ejército» de 12 millones de creadores.

Esto se agrega al negocio tradicional de la FIFA, que incluye derechos de transmisión, venta de boletos, hospedaje, acuerdos publicitarios y franquicias de productos. La organización ya cuenta con 1,305 los empleados permanentes (de más de un centenar de nacionalidades) y su presidente gana 1.95 millones de dólares al año.

Y va por más. «El próximo año también será relevante, porque se juega el Mundial Femenil de Australia y Nueva Zelanda. Según las proyecciones financieras estipuladas en su reporte anual, los ingresos para 2023 se estiman en unos 807 mdd, de los cuales el 31% vendrá de los derechos de transmisión y un 28% del marketing», indica la revista.

Y los empresarios mexicanos están al tanto. De 300 directivos de empresas en México encuestados por la firma KPMG, el 99% consideró que el fútbol trascendió el contexto deportivo para convertirse en un negocio.

«En este sentido, el anuncio oficial de la sede para la Copa Mundial de Futbol 2022 causó una inflexión positiva en la tasa de crecimiento del producto interno bruto. Antes del anuncio, la economía decrecía. En 2022 se estima una tasa de crecimiento del 4%. Y para 2023 y 2024, del 3.5% y 4% respectivamente.

»Estas tasas son las más altas desde 2012. Los sectores que mayormente aportan a estas tasas de crecimiento son transportación (19.6%), construcción (18.9%), retail (20.3%) e inmobiliario (10.6%); todos ellos vinculados con el desarrollo de infraestructura para la ejecución de la Copa Mundial de Futbol 2022. Un dato adicional sobre el impacto del negocio del futbol en la economía del país sede se muestra en el superávit de flujo de capitales que entre 2018 y 2021 se ha mantenido positivo», explicó Carlos Millán, Socio del Grupo Global de Estrategia de KPMG en México citado en un comunicado. E4

Argentina, 1977. Periodista, editor y corrector de periódicos mexicanos y argentinos. Estudió Comunicación Social y Corrección Periodística y Editorial en Santa Fe, Argentina. Actualmente es jefe de Redacción de Espacio 4, donde trabaja desde hace más de diez años.

Deja un comentario