La ciudadanización como línea transversal de colaboración en algunas actividades inherentes al municipio de Saltillo, lleva a compartir acciones que aligeran la solución a los problemas de la ciudad que inciden en la población mediante el concurso de los ciudadanos, y que al lograr esa empatía abre el camino y se llegan a conclusiones bien probadas que subsanan la problemática que recae en la población que la padece, como por ejemplo, la inseguridad, la falta de un sistema solucionador de los servicios sociales que desmerecen la calidad de vida, en fin, de problemas que atajan el avance, pues es claro que la ciudadanía y el ente público, como mancuerna, deben ser uno solo para obtener el mayor beneficio.
El que la ciudadanía de Saltillo se haya involucrado en la participación de la toma de decisiones en los que tradicionalmente el burocratismo oficial lo hacía, imprime un gran valor de manera que se logre disminuir fallas que el gobierno comete al actuar en forma unilateral, como cuando solo ese aparato municipal emitía las opiniones, pero que con la participación de grupos sociales, como ahora lo hace nuestra ciudad, se logra que la solución se dé con mayor claridad y efectos, contribuyendo a que el ambiente en la población logre armonía y coadyuve en la mitigación de la delincuencia, dándose la oportunidad de una convivencia mayor que mantenga tranquilidad social y procure la atracción de empresas que abatan el desempleo.
La penetración de la sociedad en el aparato de gobierno conlleva tareas que fortalecen la democracia, ya que los integrantes de los grupos sociales que se concatenen con los gobiernos locales, da como resultado unificar criterios que den cause al cumplimiento de sus deberes cívicos ciudadanos, rectificando actos que demeritan las actividades, entre ellas, la de participación electoral.
Este camino que se escogió en forma relevante para que Saltillo transitara por esta vía, ha significado abrir las puertas de la presidencia municipal y no dar lugar a la simulación, lo que hizo que colocara las bases para establecer un rumbo que armonizara los trabajos públicos con el sector social, gestión que ha dado resultados positivos verdaderos y reconocidos por organismos privados y por los gobiernos estatal y federal, determinando que la unión pública-privada haya conducido las labores con seguridad derivando en un gobierno municipal exitoso.
Los servicios básicos que se prestan a la población son de responsabilidad municipal, carga que se empequeñece gracias al apoyo social que ayuda en las áreas que le corresponden y cuya intervención enriquece con opiniones que aportan a fin de que los trabajos oficiales se lleven a cabo con pulcritud y transparencia.
El cumplimiento de las labores de la ciudad por fortuna se han complementado obteniendo efectos que benefician a la localidad y por extensión a los ciudadanos, sin embargo debemos tomar en cuenta que existen otras áreas cuya responsabilidad requiere, además, una honestidad a toda prueba, la cual es esencial con el fin de que las obras de carácter social, sobre todo de infraestructura, se realicen en tiempo y forma de acuerdo al programa que fue establecido al principio de la actual administración pública municipal y que está por terminar en menos de dos meses.
Lo que ha quedado de manifiesto es que algunos brazos de la presente administración municipal se convirtieron en una ciudadanización municipalizada, si cabe la expresión, que demostró que valió la pena, pues las labores que se emprendieron actualmente bajo este sistema han ido concluyeron con el beneficio general.
La siguiente administración ya está aquí, esperemos qué líneas de acción emprenderá el siguiente presidente municipal en la conducción, cuyo deseo ciudadano es que se implementen afanes que sigan llevando a Saltillo por caminos de progreso, como el que está por terminar.
Se lo digo en serio.
