Acorralado por la falta de liquidez y el recorte de participaciones federales, la administración logra que el Congreso le autorice una nueva reestructura de la deuda. La Comisión de Finanzas descarta incrementos o aplazamientos; «Es un fraude. Nadie puede explicar por qué debemos más»: Rodolfo Walss
Darán 6 mil 726 mdp a bancos por servicio de la deuda
A poco más de 11 años de que se revelara que el Gobierno de Humberto Moreira (2005-2011) había incrementado la deuda estatal de 323 millones a 33 mil millones de pesos utilizando documentos falsos, el estado ha pagado un monto similar al adeudado por concepto de intereses. Sin embargo, el pasivo directo con los bancos sigue creciendo: 36 mil 285 millones de pesos y contando.
En los cinco años de Gobierno de Miguel Riquelme, la administración estatal ha destinado 21 mil 572.9 millones de pesos al pago de la deuda pública, de los cuales casi 15 mil millones han sido dedicados al pago de intereses, sin que el monto total del adeudo disminuya. Al contrario, ha aumentado.
«No hay movimiento ni aumento del monto del endeudamiento, tampoco hay capitalización de los intereses sobre el monto actual, sino lo que estamos autorizando es que se pueda salir a buscar mejores condiciones y mejores tasas de interés».
Jesús Montemayor (PRI) Coordinador de la Comisión de Finanzas
Esto, debido a que el estado ha perdido en cada una de las reestructuras solicitadas por el Ejecutivo estatal al Congreso local de mayoría priista. El primer refinanciamiento fue aprobado en septiembre de 2011, durante el interinato de Jorge Torres López, con lo cual no solo se «legalizó» la contratación de la deuda, sino que se contrataron más créditos para pagarla, alcanzando un monto de 35 mil 945 millones de pesos.
En octubre de 2014, el Poder Legislativo autorizó al Gobierno de Rubén Moreira (2011-2017) a realizar una segunda reestructura hasta por 37 mil millones de pesos, con un plazo máximo de pago de 30 años. De ese monto, el Gobierno refinanció 34 mil millones de pesos, pero pidió un préstamo de 2 mil 500 millones, con lo que al final del sexenio la deuda bancaria directa sumó 37 mil 250.1 millones de pesos (más 437 millones del Programa de Financiamiento para la Infraestructura y la Seguridad en los Estados, Profise).
En enero de 2018, a solo días de que Miguel Riquelme asumiera como gobernador del estado, la Secretaría de Finanzas (Sefin) al mando de Blas José Flores Dávila lanzó la licitación para reestructurar por tercera vez la deuda estatal. Ese año, la deuda con los bancos cerró en 37 mil 102.2 millones de pesos (más 423.6 millones de crédito Profise). El nuevo refinanciamiento a 30 años convirtió a Coahuila en el estado que más se tardará en liquidar sus pasivos.
En diciembre pasado, la administración de Riquelme solicitó al Congreso autorización para realizar la cuarta reestructura con el objetivo de afrontar los problemas de liquidez y los recortes en las participaciones federales. Con el voto en contra de la oposición (PAN, UDC y Morena) el proyecto de dictamen fue aprobado vía exprés el 21 de diciembre, cuatro días antes de Navidad.
«Hoy debemos más de lo que debíamos hace seis años y de lo que debíamos cuando inició la deuda con Humberto Moreira y Jorge Torres López. Y la única explicación son las reestructuras. Ahí es donde está el truco. Es un fraude».
Rodolfo Walss Diputado local (sin partido)
Si bien el coordinador de la Comisión de Finanzas, Jesús Montemayor Garza, asegura que la autorización se dio para «buscar mejores condiciones y mejores tasas de interés (…) sin que esto implique una nueva deuda ni ampliar el plazo de ésta», el diputado local Rodolfo Walss —quien votó en contra del dictamen— denuncia que se trata de un nuevo fraude, pues no se explica que el monto de la deuda siga aumentando sin que se aprueben nuevos empréstitos, se capitalicen intereses o se conviertan los créditos de corto a largo plazo.
Walss, quien en junio pasado renunció al PAN por su posible alianza con el PRI en las elecciones estatales de este año, duda que el Gobierno pueda negociar mejores tasas de interés y destaca que ni el secretario de Finanzas ni ninguno de los funcionarios que han comparecido ante el Congreso han podido explicar el incremento del pasivo.
«Hoy debemos más de lo que debíamos hace seis años y de lo que debíamos cuando inició la deuda con Humberto Moreira y Jorge Torres López. Y la única explicación son las reestructuras. Ahí es donde está el truco», asegura en entrevista con Espacio 4.
Lo cierto es que el estado debe hoy 36 mil 285 millones de pesos de deuda bancaria directa (herencia del moreirato), 355.3 millones de crédito Profise y 3 mil 310 millones de créditos a corto plazo, lo que suma la friolera de 39 mil 595.6 millones de pesos, según documentos de la Sefin con cierre al 15 de diciembre de 2022.
Así las cosas, cada coahuilense debe poco más de 12 mil 500 pesos, los cuales terminaría de pagar en 2048, si es que no hay aplazamientos, nuevos créditos o tasas de interés más altas.
La única esperanza de que se castigue el «moreirazo» y se logre una reestructuración que favorezca a los habitantes de la entidad, dice Walss, es que el próximo gobernador tenga voluntad política de hacerlo, sin importar el color de su partido.
GM: El coordinador de la Comisión de Finanzas, Jesús Montemayor, asegura que la nueva autorización de reestructura de la deuda no habilita al Gobierno a incrementar el monto ni los plazos de pago. ¿Es así?
RW: El problema con las reestructuras es que en todas las que ha habido —incluso la que hubo en este Gobierno de Miguel Riquelme— misteriosamente aparece más deuda. Los números no cuadran. Lo único que se ha demostrado es que el Gobierno ya encontró la manera de hacer negocio con la deuda vía reestructuras, porque no hay manera de explicar que debamos más dinero si —como dicen ellos— no hay créditos nuevos, ni se capitalizan intereses, ni los créditos de corto plazo se pasan a largo plazo.
Cuando empezó el Gobierno de Riquelme, debíamos menos dinero —hablando exclusivamente de la deuda de largo plazo— de lo que debemos al día de hoy. Entonces ¿de dónde salió más deuda?
Me pueden decir «es que la mayoría son intereses», y lo entiendo, pero si hay pagos de capital —pequeñas cantidades, pero sí los hay—, en el peor de los casos deberíamos deber lo mismo, pero ¿cómo es que se debe más dinero?
Yo no puedo autorizar esto. Es algo increíble e inexplicable. Ni el secretario de Finanzas, ni ninguno de los funcionarios que han comparecido ante el Congreso, lo han podido explicar.
¿Se puede llegar a aplazar la fecha de pago hasta después del año 2048?
Sí puede pasar. Se supone que originalmente la deuda estaba contratada a un plazo de 25 o 30 años, pero a partir de hoy nos faltan otros 15 años de pagar. Esto es un total desbarajuste que nadie ha podido explicar. Es un fraude.
Si sumamos todos los pagos que hizo Rubén Moreira y los que ha hecho Miguel Riquelme, estamos hablando de casi el monto original de la deuda, los 36 mil millones de pesos. Yo entiendo que una parte sean intereses, pero esperaría que me digan «debemos 22 mil» o «25 mil millones», pero no es posible que debamos más. Hoy debemos más de lo que debíamos hace 6 años y de lo que debíamos cuando inició la deuda con Humberto Moreira y Jorge Torres López. Y la única explicación son las reestructuras. Ahí es donde está el truco. No te puedo decir cómo, pero algún movimiento financiero hacen que repentinamente aparece más deuda justamente después de las reestructuras.
¿Tuvieron tiempo los legisladores de oposición de analizar el proyecto de dictamen enviado por el Ejecutivo o fue una aprobación exprés?
Sí fue rápido, expreso y sorpresivo, pero tuvimos tiempo de revisarlo. No era un dictamen muy complejo ni largo. El problema es que incluso cuando compareció el secretario de Finanzas, no pudo explicar de dónde salió más deuda. Yo estoy seguro de que sí hay quien lo sepa, pero no te lo van a decir, porque hay un negocio detrás de refinanciamiento. Y no es casualidad que Riquelme lo quiera hacer en su último año de Gobierno y tampoco que la solicitud de autorización se haya aprobado a unos días de Navidad, cuando la gente está pensando en las fiestas y otras cosas.
El principal argumento del Ejecutivo para solicitar la reestructuración es que han disminuido las participaciones federales ¿Es válido y suficiente?
El objetivo que ellos dicen que persiguen es: «queremos buscar menos tasas de interés», lo cual se ve poco menos que imposible, porque en el mercado las tasas de interés han aumentado, entonces ¿quién te va a dar una mejor tasa de interés ahorita? Por otro lado, argumentan que ahora se deben tener tres mensualidades de pago respaldadas con los ingresos federales y quieren bajar a dos. Pues yo no sé si algún banco se los vaya a autorizar. Lo que me queda claro es que muy probablemente los bancos van a pedir algo a cambio, pues es su manera de hacer negocios: nunca pierden. Pero si efectivamente lo logran, pues qué bueno, porque sí le daría mayor liquidez al estado al tener menos dinero congelado como garantía de pago.
De haber alternancia en el Gobierno del estado este año ¿se pueden reabrir las investigaciones por la contratación ilegal del pasivo?
Sí es posible, porque las denuncias existen. De hecho cuando tú preguntas, la respuesta que te dan es que ahí están las denuncias pero no te pueden dar información porque están en fase de investigación y la ley marca que es información confidencial, lo cual es cierto. Entonces sí se puede, pero suponiendo que no se pueda hacer algo con respecto al tema de la contratación, sí se pueden investigar las reestructuras, tanto las que hizo Miguel Riquelme como las de Rubén Moreira. Si hubiera delitos, no han prescrito.
¿Alcanza con la alternancia en el Gobierno o se necesitaría un Congreso sin mayoría priista?
Lo que falta es voluntad política de quien sea que gobierne, del color que sea. Incluso los propios priistas podrían darnos una sorpresa. Y también podría pasar que llegue un Gobierno de oposición y no haga nada al respecto. No se necesita la mayoría en el Congreso para hacer una investigación al respecto. Basta con que el Ejecutivo tenga la voluntad de hacerlo.
Teniendo en cuenta que los aspirantes de Morena al Gobierno del estado tomaron el tema de la deuda como bandera política ¿hay posibilidades de que se avance al respecto? Por ahora, el ungido (Armando Guadiana) no ha vuelto a mencionar el tema y se le reclama su cercanía con el gobernador Riquelme…
Yo diría que los cuatro que estuvieron en la encuesta de Morena han mantenido una postura en contra de la deuda de Coahuila. Entonces sí hay una esperanza.
Más allá del castigo a los responsables de la contratación ilegal ¿se puede lograr una reestructura que realmente beneficie a los coahuilenses?
Es una buena pregunta. Sí creo que hay una manera de hacer una buena reestructura siempre y cuando el Gobierno tenga la intención de hacer un buen negocio. Me refiero a un buen negocio para el Gobierno, no para los funcionarios, que es lo que ha pasado con las reestructuras. No están buscando mejores condiciones para el Gobierno, sino la manera de crear arreglos bajo la mesa con los bancos. E4
Barril sin fondo
2011
- Humberto Moreira
- $33 mil mdp
- (Monto original)
2011
- Jorge Torres López
- $36 mil mdp
- (1era reestructura)
2014
- Rubén Moreira
- 37 mil 250.1
- (2da reestructura)
2018
- Miguel Riquelme
- 37 mil 102 mdp
- (3ra reestructura)
2022
- Miguel Riquelme
- 36 mil 285 mdp
- (4ta reestructura*)
- *En proceso
Darán 6 mil 726 mdp a bancos por servicio de la deuda
El monto es superior a la inversión en salud, seguridad y desarrollo social
El pasado 20 de diciembre, el pleno del Congreso local aprobó la iniciativa de Presupuesto de Egresos 2023 del Gobierno del estado de Coahuila por un monto 64 mil 256.3 millones de pesos.
De ese total, la entidad erogará 6 mil 726 millones por concepto de deuda pública, de los cuales 2 mil 17.6 millones irán para la amortización de la deuda interna y 4 mil 411.6 millones 602 mil 426.89 al pago de intereses con instituciones de crédito (más 12 millones para gastos de la deuda, 74.1 millones de costos por coberturas y 210.5 millones para adeudos fiscales anteriores).
El monto que el estado desembolsará para el pago de la deuda supera el presupuesto de todas sus dependencias, excepto el de la Secretaría de Educación, que se llevará 22 mil 860 millones de pesos (un aumento de 10.58% en comparación con el año pasado).
Por ejemplo, el Presupuesto 2023 destina 3 mil 363.6 millones de pesos a Seguridad Pública y Procuración de Justicia, 4 mil 342.7 millones pesos al Programa de Salud y mil 834.2 millones para los programas de Asistencia y Desarrollo Social, según informó el secretario de Finanzas, Blas José Flores Dávila, en su comparecencia ante el Congreso, el pasado 30 de noviembre de 2022 (al cierre de esta edición, el presupuesto 2023 no se había publicado en la página web de la Secretaría de Finanzas de Coahuila).
Lo cierto es que al final del sexenio, el gobierno de Miguel Riquelme habrá destinado 28 mil 299 millones de pesos al pago de la deuda, de los cuales apenas 4 mil 658.2 habrán servido para amortizarla, mientras que 19 mil 164.3 se habrán ido en intereses, además de 56 mil 180.7 millones en gastos y 2 mil 239 millones en costo por coberturas. E4
Montos destinados al pago de la deuda en el sexenio
Año | Amortización | Intereses | Gastos | Costo por Coberturas | Adeudos anteriores | Total del año |
---|---|---|---|---|---|---|
2018 | 264,072,551.40 | 3,201,883,522.56 | 9,298,550.73 | 80,517,853.23 | 500,000,000.00 | 4,055,772,477.92 |
2019 | 75,647,195.29 | 3,431,254,139.59 | 8,292,937.64 | 74,720,893.85 | 400,000,000.00 | 3,989,915,166.37 |
2020 | 277,768,240.35 | 3,375,148,850.14 | 7,989,459.6 | 144,074,880.24 | 300,000,000.00 | 4,104,981,430.39 |
2021 | 73,761,049.10 | 2,149,038,318.39 | 8,289,373.60 | 1,217,141,327.77 | 300,000,000.00 | 3,748,230,068.80 |
2022 | 1,949,325,511.66 | 2,595,450,227.73 | 10,239,002.64 | 649,078,665.22 | 470,000,000.00 | 5,674,093,407.25 |
2023 | 2,017,670,471.42 | 4,411,602,426.89 | 12,081,468.48 | 74,112,859.23 | 210,580,000.81 | 6,726,047,542.83 |
Total | 4,658,245,019.22 | 19,164,377,485.30 | 56,190,792.69 | 2,239,646,479.54 | 2,180,580,000.81 | 28,299,040,093.56 |